Toledo acoge este viernes las I Jornadas de Energía Verde, Economía Social y Ciudadanía en el Centro Social del barrio de Santa María de Benquerencia organizadas por la Unión Nacional de Cooperativas Eléctricas de Energías Renovables (UNCCUER) y Econactiva, la cooperativa castellano-manchega con sede en Guadalajara, como anfitriona.
El presidente de Econactiva, Ramón Arizala, ha resaltado la importancia de “enseñar y explicar a la ciudadanía” cómo se puede, desde la economía social, influir en el modelo de desarrollo energético que, a fin de cuentas, comentaba, “afectará a nuestros hijos y a aspectos tan importantes como el calentamiento global”.
Las cooperativas integradas por consumidores, añadía, “pretenden dar la voz a la ciudadanía” para que también pueda participar “de forma efectiva” en el desarrollo del nuevo sector eléctrico. “Hay que evitar que esté solo en manos de consejos de administración o empresas, cuyo único fin es el lucro sin tener en cuenta el bienestar de la ciudadanía”.
En este sentido, cree que es importante la “colaboración” de las administraciones públicas. “La Administración tiene que entender que sus interlocutores no son exclusivamente grandes actores como son las eléctricas”. En su opinión, “lo suyo es que entienda que existen otros modelos de desarrollo que cuentan con criterios de sostenibilidad y de respeto medioambiental y que pueden tener una viabilidad económica para que en el futuro las cooperativas subsistan por sí solas”.
El encuentro de hoy, al que se puede acceder libremente, tiene como objetivo difundir los valores de las cooperativas de energía verde y su contribución al desarrollo de la llamada economía social y ciudadana, mediante el fomento de la energía renovable.
La “relevancia” de las administraciones
Eva Jiménez, concejala Alumbrado y Servicios Energéticos de Toledo, que trabaja también en aspectos relacionados con la sostenibilidad y que colabora en la jornada, acaba de llegar de la X Asamblea de la Red de Ciudades por el Clima. Explica que en este encuentro nacional, entre otras cosas, “se habló de definir la relevancia que tienen las administraciones locales en la lucha contra el cambio climático”. Reconoce que faltan recursos y financiación pero que se puede trabajar la eficiencia energética.
De hecho, el Ayuntamiento de Toledo ya trabaja en proyectos relacionados con el alumbrado para que sea más eficaz y también más barato a través de energías “100% verdes”. Y añade, “queremos hacer lo mismo en los edificios municipales” y en definitiva, aboga por un cambio en el modelo energético también aplicado a los pueblos y ciudades.
Cree que aún hay mucho campo por explorar a través de las ordenanzas municipales o en el desarrollo de los instrumentos de planificación urbanística, como el POM, el plan de ordenación municipal en el que ya trabaja la ciudad. “Se puede trabajar con ordenanzas reguladoras de energías renovables y promover edificios de emisiones cero. Las administraciones locales tenemos muchas herramientas que hay que ir desarrollando poco a poco”, explica.
“Lo fundamental es conseguir la democratización del uso de la energía y ahí el papel de las cooperativas es fundamental porque también hay que tener en cuenta a los pequeños productores”, señala.
José Manuel Martín Aparicio, director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, explicaba que el Gobierno regional trabaja de manera “transversal” en todo lo que tiene que ver con la energía verde y el ahorro energético.
“Hay una apuesta clara del Gobierno de Castilla-La Mancha”, aseguraba, y puso como ejemplo las ayudas de la Consejería de Economía destinadas a la sustitución de calderas o electrodomésticos en el hogar por otros más eficientes o la línea de la Consejería de Bienestar Social para paliar la pobreza energética de la que se han beneficiado más de 20.900 personas o la reapertura de la Oficina de Cambio Climático de Castilla-La Mancha “que permaneció cerrada durante cuatro años”.