El sector agroalimentario de Castilla-La Mancha ha tenido una actividad exportadora algo menos intensa que la del conjunto del país durante el coronavirus, ya que las ventas al exterior crecieron de la región crecieron un 2,9 % durante 2020, mientras que en el total del país este crecimiento ha sido del 4,3 %.
Estos son algunos de los datos más destacados que revela el Observatorio Cajamar sobre el sector agroalimentario, un informe que ha elaborado el director adjunto del Ivie y catedrático de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos, en colaboración con la economista también del Instituto Jimena Salamanca.
El sector agroalimentario de Castilla-La Mancha es el séptimo más grande de España, con la agricultura y pesca como la actividad más relevante. Con una contribución a la economía de 6.634 millones de euros en 2019, representa el 6,5 % del VAB (Valor Agregado Bruto) agroalimentario del país (incluida la comercialización) y el 17,2 % de la economía castellanomanchega. Respecto a la generación de empleo, el agroalimentario genera en Castilla-La Mancha 132.984 puestos de trabajo, lo que supone el 5,5 % del empleo del sector en toda España y el 18,1 % del total del empleo de la economía regional.
Estas cifras registraron un ligero descenso en 2019, según este informe. Así, la tasa de variación del VAB agroalimentario de la región y del empleo experimentaron una caída del -2,8 % y del 0,5 % respectivamente. Una peor evolución que la del conjunto del sector a nivel nacional, que registró un aumento del 0,5% en VAB y del 1,1% en empleo.
Castilla-La Mancha es la segunda mayor productora de plantas y flores, vegetales frescos y aceite de oliva de España, y es el vino el producto de mayor producción de la región. Con 2.612 millones de euros en ventas al exterior de productos agroalimentarios en 2019, es también la sexta autonomía más exportadora del país. Como se ha señalado anteriormente, la pandemia ha favorecido la actividad exportadora, ya que, en 2020, las exportaciones agroalimentarias de la comunidad aumentaron un 2,9 %, algo menos intensivo respecto al 4,3 % registrado de media nacional. Ese buen comportamiento contrasta con la caída del 4,7 % en el total de las exportaciones de bienes de la comunidad en el mismo periodo y del -10,2 % para el conjunto de España.
Castilla-La Mancha presentaba un superávit comercial de 1.030 millones de euros en 2019. El 50 % de sus exportaciones agroalimentarias se destinan a Francia, Italia, Portugal y Alemania. Las bebidas son el producto más demandado por el mercado internacional, en concreto el vino y el aguardiente de vino.
Otros datos del Observatorio
Las 2.404 empresas de la industria agroalimentaria de Castilla-La Mancha aportan el 7,8 % al total de compañías del sector en España, lo que la coloca como la sexta comunidad con mayor tejido empresarial del conjunto del país. Predomina la microempresa, que concentra el 60 % del censo empresarial. La actividad agroalimentaria de Castilla-La Mancha es la segunda más competitiva de España, ya que los costes laborales por unidad de producto se han situado un 22 % por debajo de la media nacional, siendo del 19 % si no se incluye la distribución.
En cuanto al gasto per cápita que realizan los hogares castellanomanchegos en alimentos, en 2019 se cifró en 1.337 euros por persona, un 11,3 % por debajo de la media nacional, que alcanza los 1.507 euros. El peso en la cesta de la compra de los alimentos y bebidas es mayor en las familias de la región que para el conjunto del país (22,2 % frente a 20,3 %).
Sin embargo, el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha mantiene un comportamiento discreto a la hora de invertir en I+D. Se sitúa en novena posición, con el 3 % del total de inversiones de España y el 2,9 % del personal que efectúa esa I+D. Cataluña, Andalucía y Murcia lideran la innovación, ya que juntas suponen el 55,8% del total de la inversión en I+D del sector en España.