La Lonja Agropecuaria de Toledo suspende las cotizaciones de cereales por la inestabilidad tras la invasión de Ucrania

La Lonja Agropecuaria de Toledo ha decidido suspender las cotizaciones del mercado de cereales por la “iniestabilidad” del mercado cerealista tras la invasión de Rusia a Ucrania.

Según ha ASAJA en nota de prensa, la Lonja Agropecuaria de Toledo ha analizado que las “graves repercusiones” de este conflicto bélico se están notando en los mercados de materias primas, especialmente en el cerealista, con precios “disparados” ante el temor al desabastecimiento. Así, los miembros de la Mesa de Cereal se han emplazado a celebrar una nueva reunión el 10 de marzo para analizar la situación.

En la actualidad, Ucrania es considerada el “granero” de Europa y es uno de los principales productores mundiales de cereales. Por su parte, España es deficitaria en cereales e importa anualmente casi el 30 por ciento del maíz que necesita de Ucrania, donde también compra el 17 por ciento del trigo.

Este país es, además, uno de los principales proveedores de oleaginosas y proteaginosas. En este sentido, proceden de Ucrania el 31 por ciento de las tortas de aceites vegetales y el 15,4 por ciento de las leguminosas en grano. Todas estas materias primas se utilizan, principalmente, para la elaboración de piensos destinados a la alimentación de la cabaña ganadera.

Actualmente, el mercado refleja la preocupación por un posible desabastecimiento de materias primas. La información recabada por la Lonja Agropecuaria en cooperativas y fábricas de pienso de la provincia de Toledo recoge una estimación de reservas para poco más de un mes. Solo las cooperativas de pienso que integran la Lonja Agropecuaria de Toledo consumen alrededor de unas 35.000 toneladas de materias primas al mes.

Ante esta situación, la Lonja Agropecuaria ha pedido agilidad al Gobierno español y a la Comisión Europea para incrementar las importaciones procedentes de terceros países y buscar nuevos mercados de materias primas.

España, en cereal, depende completamente de las importaciones, con una importante reducción de la superficie de cultivo destinada a este cultivo como consecuencia de la baja rentabilidad del cereal en terrenos de secano y a las “políticas desincentivadoras” llevadas a cabo por la Unión Europea.