Organizaciones agrarias y Cooperativas aplauden una Ley del Vino para Castilla-La Mancha y piden la implicación de todo el sector

Pilar Virtudes

28 de julio de 2022 18:56 h

0

Tanto las organizaciones agrarias como Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha se han mostrado satisfechas con la Ley de la Viña y el Vino que han aprobado hoy las Cortes regionales para regular el sector vitivinícola regional. Así lo han manifestado Julián Morcillo, secretario regional de UPA, José Fresneda, secretario regional de ASAJA, y Ángel Villafranca, presidente de Cooperativas Agrarias de España en declaraciones a Agroalimentaria.

Para todos es una ley necesaria que va a crecer con el desarrollo normativa que tiene que hacerse de la misma en el futuro y que supone aportaciones muy destacadas para una zona vitivinícola con sus peculiaridades.

Además, todos considera que esta ley necesita el compromiso y la implicación de todo el sector. Para Villafranca, esta nueva normativa “es el marco legislativo donde nos tenemos que mover, luego ya las bodegas y cooperativas tiene que ver dentro de esta ley como actuar, no pensemos que por el hecho de estar la Ley nuestro vino se va a cotizar de forma diferente o vamos a acudir a mercados más fácilmente, es una tarea que tenemos que hacer todos”.

Julián Morcillo: “Ayuda a vertebrar el sector”

Así, para Julián Morcillo “es necesario en Castilla-La Mancha tenga esta ley porque es el sector más importante, además de la importancia económica está la importancia social, territorial cultural, ambiental y porque el cultivos del viñedo en la región es muy específico a la vez que muy diverso y tiene poco que ver con otras regiones y por tanto necesita de una normativa específica para resolver los problemas que hoy seguimos teniendo en el sector e ir adaptado un sector que es muy cambiante, que se está renovando constantemente, para hacerse más competitivo”.

Como elementos importantes, el representante de UPA ha destacado que esta ley “ayuda a vertebrar el sector a través de este comité regional vitivinícola donde vamos a estar implicados todos los agentes que de alguna manera estamos relacionados con el vino”, además de la “creación de una interprofesional regional que de forma más cercana y directa pueda dirigir gestión del sector”.

Considera además, que es importante la renovación que va a introducir para ir “atendiendo las expectativas de futuro de nuevos mercados, nuevos gustos nuevas estrategias, ofreciendo un  ámbito legal para favorecer todo esto”.

“La ley tiene que ser un marco que tenga cierta flexibilidad para irse adaptando a las normativas que van surgiendo, sobre todo a nivel europeo, que se adapte a los cambios, que trabaja por uno de los objetivos importantes, la mejora de la calidad de las producciones, desde la calidad de la uva hasta el propio vino que va en la botella”, ha señalado.

No obstante, ha lamentado que no se puedan establecer sanciones más altas: : “Las sanciones debería ser mucho más grandes para que al que incumple no le traiga cuenta hacerlo. Nos hubiera gustado que el régimen sancionador fuera más potente y con las sanciones más elevadas pero chocamos con la ley nacional, que tiene el carácter de normativa básica y no se puede salir de esta norma”.

José María Fresneda: “Es la mejor que se pueden aprobar hoy”

Para el responsable de ASAJA, esta ley “es la mejor que se puede aprobar teniendo en cuenta las condiciona actuales, sabiendo que la normativa comunitaria y la normativa nacional pueden incluso abarcar un porcentaje amplísimo del texto de la nueva Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha”.

Considera que es importante tener un instrumento legal que luego hay que desarrollar “porque si no tenemos un instrumento legal es cuando no vamos a poder desarrollar un modelo del sector vitivinícola que se adapte a los tiempo que vivimos hoy. Si no tenemos herramienta legal para intentar modificar con acuerdos, los comportamientos que tiene el sector en la región vamos a tenerlo muy mal, vamos a dejar pasar otro tren a lo tonto”, ha señalado.

Fresneda ha apostado por “apoyar la Ley de la Viña y el Vino porque creo que hay que pedir que se establezca una interprofesión, aunque no sea más que para determinar en esa interprofesión qué cantidad de mosto tenemos que producir en Castilla-La Mancha y que no lo decidan cuatro en otro sitio”.

Entre los objetivos, conseguir “una trazabilidad auténticamente trasparente, un sentarnos a la mesa los representantes de los agricultores puros y duros, los representantes de los que producen el vino, una ley que ampare las decisiones que podamos tomar, que descubra quién quiere estar y quien no quiere estar y se retrate, con eso habremos avanzado mucho”

Ángel Villafranca: La ley tiene que “servir para que el sector se desarrolle”

Por su parte, Ángel Villafranca, responsable nacional de Cooperativas Agroalimentarias y uno de los mayore expertos mundiales en vino, también ha aplaudido la aprobación de esta ley en la que “hemos participado en consulta como organizaciones y hemos trasladado las observaciones que teníamos”.

A su juicio, es trascendente que “Castilla-La Mancha tenga una ley propia y esto nos tienen que ayudar a marcar la diferencia de lo que es nuestro viñedo, a regular y legislar el cumplimiento de todo lo que es la trazabilidad, como los distintos aspectos normativos, que, si bien todos están regulados por legislación nacional y comunitaria, el hecho de tenerlo más cerca nos tiene que facilitar el trabajo normal”.

Considera que la ley tiene que “servir para que el sector se desarrolle, para que el sector sea más competitivo, para que el sector tenga esa seguridad alimentaria y esa seguridad de trazabilidad, en definitiva se tiene que convertir en más valor añadido a nuestro producto, que ese el objetivo final de todos los que trabajamos en el sector del vino, conseguir valor para que toda la cadena tenga el valor suficiente”.

Respecto a las novedades que introduce esta ley, Villafranca ha destacado “principalmente todo lo que es el régimen sancionados que creo que es importante para que lo operadores del sector estén sensibilizados y tengan la voluntad de adaptarse a lo que dice la legislación”, además de “poder crear nuevas figuras en el sector, que ayuda a poner en valor pequeñas zonas, bodegas, pequeñas variedades y van a ayudar a conseguir productos diferenciado que pueda tener ese valor cuando el consumidor va a elegir el vino. La Ley supone una adaptación a la situación actual y legislación más actual que tenemos”.