Desde la antigüedad hasta nuestros días: un paseo por la historia a través de las joyas de los museos
Los museos de Castilla-La Mancha, en concreto los que gestiona la Junta de Comunidades, atesoran piezas y obras de arte de todos los periodos históricos a lo largo de los siglos. También cuentan con fósiles anteriores a la aparición humana.
Pero además, los propios edificios que albergan los museos muestran la evolución de la arquitectura en Castilla-La Mancha y en algunos casos son lo “suficientemente significativos” como para ser reseñables a nivel nacional como internacional. “También el continente de los museos es representativo de otras épocas históricas”, explica Carlos Más, jefe de servicio de Archivos, Museos y Exposiciones.
“En todos los museos, sobre todo en los provinciales, los visitantes podrán disfrutar de piezas de todos estos periodos desde la Prehistoria hasta nuestro días”, explica Carlos Mas. Para ello hacemos un viaje en el tiempo desde la antigüedad hasta el pasado más reciente.
La Prehistoria
El patrimonio paleontológico de Castilla-La Mancha se extiende por todo el territorio de la región existiendo una buena muestra de éste en el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, ubicado en la provincia de Cuenca. “Conviene resaltar la alta calidad de los fósiles que en este museo se muestran, muchos de ellos únicos y con excepcional estado de preservación”.
Pero de entre todas las piezas del Museo, Carlos Mas destaca principalmente una: “El ‘Concavenator’ es un dinosaurio que vivió a principios del período Cretácico, hace aproximadamente 125 millones de años. Parecer ser que es el dinosaurio más completo que se ha hallado en España. Se conserva prácticamente la totalidad del esqueleto incluso parece que tiene impresiones de tejidos blandos como piel o músculos en la zona del pie y la cola. Esta pieza es la más sobresaliente del Museo”.
Además, dentro del periodo paleolítico, Castilla-La Mancha cuenta con herramientas y piezas líticas, es decir, de piedra, en todos los museos de la región.
Edad Antigua
Castilla-La Mancha atesora piezas de este periodo en prácticamente todo el territorio pero nos centraremos en tres museos ubicados en Toledo, Albacete y Cuenca. “En el Museo Santa Cruz de la capital regional tenemos una estela de guerrero, datada en el Bronce Final, en el siglo VIII antes de Cristo. Se trata de una representación esquemática y geométrica de un guerrero. Estas estelas tenían una función funeraria, es decir, que se situaban sobre algún enterramiento”, señala Mas.
Por su parte, el Museo de Albacete cuenta con una gran colección de Arte Íbero, pero ponemos el foco en la figura de un caballero hallado en Los Villares, en Hoya Gonzalo. “Es un gran escultura que tiene 165 centímetros de altura, y representa a un jinete montado sobre un caballo. Es una pieza bastante representativa y muy potente. Esta escultura muestra el rostro de un personaje que está desfigurado. Se sospecha que por una rebelión posterior o un cambio de poder posterior se derribó la figura”.
Un busto de Lucio César, nieto de Augusto, es la figura más relevante de este periodo en el Museo de Cuenca. “Es un busto que representa a un niño con una actitud severa, propia de los retratos oficiales, y es una pequeña escultura, fina y delicada”.
‘El Mosaico de Las Cuatro Estaciones’ en el Museo de Santa Cruz de Toledo es una de las piezas más destacadas de la época romana. “Se trata de un mosaico rectangular que parece que se encontró en una Villa por donde hoy está la Fabrica de Armas y representa las cuatro estaciones del año”.
Edad Media
De la Edad Media, la Iglesia de San Román, sede del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda en Toledo, cuenta con unas réplicas de las coronas de los reyes visigodos. “Son unas reproducciones fieles, las originales están en el Museo Arqueológico Nacional”.
En el Museo de Albacete, hay un candil de latón, una pieza de orfebrería “muy fina” que fue fabricada a finales del siglo IX. El candil forma parte de un conjunto de más de un centenar de piezas de variado repertorio: armas, atalajes de caballería, aperos agrícolas, para la pesca o la recolección de miel, herramientas para trabajar la piedra y la madera, mobiliario, vajilla de madera, o balanzas y pesas, que permiten imaginar diferentes aspectos de la vida cotidiana en el mundo rural islámico.
Si seguimos el recorrido por la Edad Media, en el Museo de Ciudad Real se encuentra una pieza cerámica que procede del yacimiento de Alarcos. “En este Museo se conservan muchos de los restos de la fortaleza de Alarcos y de la batalla que se celebró y esta es una pieza decorada con una mano, que no es exactamente la mano de Fátima, pero es bastante interesante”.
Edad Moderna
De este periodo, la Junta destaca cuatro piezas:
El Retablo de la Anunciación, en el Museo Ruiz de Luna. Se trata de una pieza anónima, probablemente del siglo XVI. Un altar formado por 160 azulejos que representan la escena de La Anunciación.
En el Museo de Guadalajara son relevantes por un lado un conjunto de pinturas al fresco del pintor Cincinato, ubicadas en los techos de una de las salas del Palacio del Infantado y por otro lado una pequeña escultura de cerámica que tiene la peculiaridad de que fue elaborada por una artista femenina. “Su autora se llama Luisa Roldán, La Roldana, y es una escena que representa a San Joaquín y Santa Ana y la Virgen Niña”.
El Greco no podía faltar en este repaso por las joyas museísticas de la Edad Moderna. El Museo Santa Cruz cuenta con varios cuadros del artista pero en esta ocasión nos centramos en ‘La Verónica con la Santa Faz’. “Un cuadro en negros y blancos que el Greco repitió varias veces pero éste es uno de los mejores, y una de las obras más representativas del Museo”.
El pasado más reciente y el presente
Castilla-La Mancha cuenta desde este año con el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo que alberga la Colección de Roberto Polo, de gran relevancia a nivel internacional. “En este espacio ponemos en valor dos piezas: por un lado el cuadro ‘Sade-Sit’ de Max Ernst, un óleo sobre lienzo de 1923 que refleja a una modelo con rasgos e influencia del movimiento surrealista, y por otro el cuadro 'Una calle en Murnau', una pintura de Kandinsky de principios del siglo XX que tiene un detalle muy especial: la huella digital del artista, que plasmó su pulgar en el óleo”.
Además, dentro del arte moderno, el Museo de Albacete cuenta con una buena colección de pinturas de Benjamín Palencia, entre las que destacamos ‘La estación del norte’, una pintura de 1918 que representa un ferrocarril en Madrid.
En el Convento-Museo de La Merced, en Ciudad Real se aloja la Colección de Arte Contemporáneo de la Junta, es decir, los fondos que ha ido adquiriendo a lo largo de los años, entre los que destaca un cuadro de Luis Gordillo, gran figura del arte abstracto en España.
Por último y con vistas a nuestro futuro más inmediato, el Museo de las Ciencias de Cuenca aborda cuestiones como el clima, la energía, las energías alternativas o la exploración espacial. Además cuenta con un planetario “que nos acerca a las estrellas”, concluye Mas.
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