El Ayuntamiento de Brihuega (Guadalajara) ha anunciado su intención de adquirir el edificio de lo que fuese Real Fábrica de Paños que data del siglo XVIII cuando la industrial textil florecía en esta provincia. El Consistorio ha ejercido el derecho a tanteo que le otorga la ley a la Junta de Castilla-La Mancha, al tratarse de un edificio que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). Un derecho que le da preferencia para comprar y que la Junta cedió al Ayuntamiento tras la oferta de un particular que puso sobre la mesa 132.000 euros para la compra del inmueble.
El Ayuntamiento, gobernado por el PSOE y Ahora Brihuega, tomó cartas en el asunto y en pleno celebrado el 14 de septiembre acordó ejercer su derecho preferente y adquirir por ese mismo precio el edificio y sus jardines que pasarán a ser parte del patrimonio monumental de la villa. Una decisión a la que se opuso el Partido Popular.
Antes de tomar la decisión, el Ayuntamiento solicitó un estudio económico-financiero al Servicio de Atención a Municipios de la Diputación (SAM) del que, aseguran, “se deduce que a nivel presupuestario es posible la compra del inmueble”. Después se mantuvo una reunión con la Dirección General de Patrimonio Histórico, dependiente del Ministerio de Fomento, para analizar la posibilidad de adherirse a la ayuda del 1,5% cultural derivado de la rehabilitación del edificio. Fruto de esa reunión se supo que para conseguir la ayuda el edificio debía tener titularidad municipal, algo que ahora conseguirán con la compra.
Se convertirá en una hospedería
También antes de optar por la compra del edificio se habló con la Junta de Castilla-La Mancha sobre la idea de convertir a la antigua fábrica de paños en una hospedería. Unas conversaciones que se iniciaron con la anterior titular de Cultura del Gobierno regional, Reyes Estévez. La Junta ha aceptado finalmente incluir el inmueble en la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha, uno de los proyectos que contempla el Plan Estratégico de Turismo regional.
“El equipo de gobierno siempre mostró su interés por intentar dar una solución a este edificio que se encuentra en avanzado estado de ruina”, señala un comunicado que el Ayuntamiento ha distribuido entre los vecinos. De hecho, el Consistorio priorizará las obras que son “de urgencia” en el tejado y la estructura para evitar el avance del deterioro.
Después y para su rehabilitación total y futura reconversión en hospedería se buscarán tanto fondos públicos como privados. Una vez restaurado, la intención es que pueda ser visitado por el público como ya se hiciera con los jardines de la Real Fábrica, a la espera de que se defina el proyecto definitivo del inmueble. El objetivo de legislatura es al menos completar la compra y realizar las obras de consolidación para evitar derrumbes.
Una consultora definirá la futura hospedería
Paralelamente, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte trabaja con una consultora para definir las posibilidades de la Real Fábrica de Paños como alojamiento turístico, por ejemplo, cuántas habitaciones, cuál será su distribución y su capacidad de ofrecer servicios. Unos trabajos que están bastante avanzados, según ha podido saber eldiarioclm.es, de los que se derivará un informe que estará concluido en el plazo de mes y medio.
Y es que el turismo es una de las grandes apuestas de la localidad. Su Festival de la Lavanda, celebrado en julio les convirtió –aunque aún no hay datos oficiales- en uno de los pueblos más visitados de Castilla-La Mancha. Por eso, este año volverán a promocionar sus encantos en Intur, la Feria de Turismo de Interior, y también en Fitur. Y por eso, parte de sus recursos económicos se han dedicado a recuperar espacios de la localidad que puedan tener potencial turístico.
El Consistorio explica también que la decisión de comprar el monumento tiene que ver no solo con el valor patrimonial del edificio sino con el “sentimental y de arraigo” entre los vecinos de la localidad. Por eso, el 28 de enero de este año ya se firmó un convenio con el Administrador Concursal del inmueble, cuyo último propietario fue Grupo Rayet, empresa del constructor guadalajareño Félix Abánades, para reabrir los jardines al público.
Los jardines son una de las joyas de la Real Fábrica de Paños y su recuperación se realizó con la colaboración de empresas briocenses además de pedir un Plan de Empleo a la Junta vinculado a la jardinería para su mantenimiento posterior.