Carlos Iglesias: “Por desgracia tenemos un país que cada dos por tres nos empuja a salir”
El actor y director Carlos Iglesias ha sido el elegido como 'embajador manchego' con el premio Querote 2017. El homenaje es parte de la II Semana Cultural y Cervantina llamada 'Alfonso Ruiz Castellanos', en honor al fallecido historiador en 2015, que se celebrará desde el 17 al 23 de abril en el ayuntamiento toledano de Quero. El premio a Iglesias es el punto de salida de una intensa semana en la que se incluyen conferencias, proyecciones, rutas, teatro y la presentación del libro 'El amigo de Cervantes de cuyo nombre Quero acordarme’, del profesor de la UCLM Víctor Raúl López.
Este 17 de abril se realizará además la proyección de la película dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón, 'El Caballero Don Quijote' (2002), en la que Carlos Iglesias encarnó el entrañable papel de Sancho Panza. El actor también participará en el cinefórum que se celebrará después de la película. Las jornadas también abordarán aspectos relacionados con el desarrollo de la agricultura y los humedales manchegos, y también los yacimientos arqueológicos de la comarca: en definitiva, unas jornadas llenas de reivindicación del valor de Quero y sus alrededores.
“A mi todo lo que sea recibir me parece muy bien, las cosas como son”, comenta alegramente Carlos Iglesias en relación al premio. El actor recuerda que su familia por parte de madre vive en la localidad toledana de Quintanar de la Orden, por lo que es un “orgullo añadido”, a término personal. Iglesias rememora cuando Manuel Gutiérrez lo llamó para hacer la prueba que lo llevaría a hacer la prueba para ser su Sancho Panza. “Me llamó mucho la atención y el rodaje fue maravilloso. Muchos lugares, muchos medios gracias a presupuestos que no abundan en el cine español y, además, es una película que ha recorrido el mundo entero”, explica.
Símbolos de España a nivel internacional
Iglesias reconoce el valor de haber interpretado a Sancho Panza, ya que recuerda que junto a Don Quijote son los personajes clásicos españoles, “con mucha diferencia”. “No hay parte en el mundo donde nuestro Quijote y nuestro Sancho no sean reconocidos, se conoce en todos lados”, recalca. En las jornadas recordará también cómo fue el rodaje, las conversaciones con Gutiérrez y advierte que, como no es un especialista en el Quijote sólo puede hablar desde el conocimiento personal.
Recuerda que pasaron “muchísimo calor”, al sol todo el día en la Mancha a caballo y burro, junto a Luis Galiardo, “todo un personaje con mucho carácter” con quien corrió también aventuras “de forma real y detrás de la cámara”. Iglesias actualmente trabaja en su obra 'La Suite Nupcial', una obra escrita para la suite presidencial del Hotel NH en Madrid, que ha estado en cartelera durante todo el 2016. “Ha sido una experiencia muy diferente trabajar con público tan cerca”, asegura.
El éxito de la obra ha sido indiscutible: “Íbamos para tres fines de semanas y hemos estado 25. Son muchos más de los que llegamos a esperar cuando empezamos”. La obra se desarrolla en la misma suite con el público que “cabe dentro”, por lo que supone también una experiencia novedosa para el actor y director. Iglesias también trabaja actualmente en una película, pero lamenta que cueste “tanto” sacar adelante este tipo de proyectos.
El actor madrileño es conocido especialmente por sus trabajos 'Un franco, 14 pesetas' y 'Dos francos, 40 pesetas', historias de emigrantes españoles a Suiza en los años 60'. Ha tenido que ver como el proceso se ha ido repitiendo en los últimos años. “No es el mismo emigrante, pero otra vez, Suiza se está llenando de españoles que se intentan ganar la vida. Por desgracia, tenemos tenemos un país que cada dos por tres nos empuja a salir, no hay generación que no tenga que salir”, relata Iglesias.
El actor afirma que cuando hizo la primera película, en el año 2006 había en Suiza unos 80.000 españoles. Actualmente, sitúa el número en 178.000, “otra vez”. “La generación actual está saliendo continuamente”. Y no es algo que no toque el sector del cine y la cultura. “Nos pasa a los directores y actores españoles, pero también porque somos un pueblo en el que las envidias son abundantes y frecuentes. A veces es más fácil ser reconocido fuera de tu propio país”, concluye.