Castilla-La Mancha ya administra la segunda dosis de la vacuna en residencias de mayores
Con la administración de la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19 a Araceli Hidalgo y Mónica Tapias, residente y trabajadora de la residencia Los Olmos, de Guadalajara, ha arrancado la segunda fase de la vacunación contra esta enfermedad en Castilla-La Mancha.
A las 9:00 horas de este lunes, la enfermera del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Gerencia del Área Integrada de Guadalajara, Carmen Carboné, ha sido de nuevo la encargada de administrar la vacuna a Araceli y Mónica una vez transcurridos 21 días desde la aplicación de la primera dosis. Seguidamente, se ha procedido a vacunar a alrededor de 185 trabajadores y residentes de la citada residencia de Los Olmos.
Tanto Araceli Hidalgo, residente de 96 años, como Mónica Tapias, técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería de este centro sociosanitario, han querido animar a participar a toda la población a la que se dirige la vacunación, un paso “de gigante” para dejar atrás esta enfermedad.
A lo largo de este lunes, además, se vacunará en la provincia guadalajareña a profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y también se administrará la vacuna en las residencias El Jardín, de Horche, y El Parque, en Cabanillas del Campo.
Mañana martes se continuaría la vacunación de profesionales del SESCAM, tanto en el Hospital como en Atención Primaria.
Araceli Hidalgo pide a todo el mundo “que no lo piensen” y se vacunen
Araceli Hidalgo ha recomendado a todo el mundo que “no lo piensen” y que se vacunen, porque es necesario “para defendernos de este virus”, al igual que lo es usar la mascarilla, mantener la distancia de seguridad y lavarse las manos. De ahí que haya incidido en pedir responsabilidad.
“Estoy muy bien, no he sentido ni el pinchazo, le digo a todo el mundo que se ponga la vacuna y que seamos responsables de lo que tenemos encima. Hay que luchar para deshacernos de este virus”, ha señalado a las puertas de la residencia la anciana de 96 años, cuyo máximo deseo es que acabe la pandemia cuanto antes para poder volver a su familia.
Abrigada y alegre, acompañada de la técnico auxiliar que ha sido vacunada con ella, Mónica Tapias, y de la enfermera que les ha inyectado las dosis, Carmen Carboné, ha salido a las puertas de la residencia tras recibir a las 9.00 horas la segunda dosis de la vacuna Pfizer.
En declaraciones a los periodistas apostados a la entrada del centro ha señalado que, al igual que con la primera dosis, se encontraba bien.
Tras reposar un ratito el pinchazo, ha aseverado que el hecho de haber sido la primera en ser vacunada le supone “una gran alegría”, con el claro deseo en este momento de que todo el mundo “se ponga bien, que tengamos la paz y que no haya disgustos”, ha apostillado.
“La vacuna me ha sentado muy bien”, ha insistido tras reconocer que la pasada noche la había pasado algo nerviosa, pero que no se había mareado ni nada y que espera pasar el día tranquila, “leyendo alguna revista”, ha señalado riéndose, según recoge Europa Press.
De lo que si tiene muchas ganas Araceli ahora es de poder ver a su familia, a la que no ve “desde que está este bicho por aquí”, ha señalado.
De su lado, la técnico auxiliar de Enfermería, se ha mostrado convencida de que tras recibir esta segunda dosis, “al estar inmunizada”, va a trabajar “más tranquila”, tras reconocer que son realmente los trabajadores de la residencia quienes pueden traer el virus al centro ya que los ancianos no salen. “Es un paso importante para frenar la pandemia aunque tengamos que seguir manteniendo las medidas contra el virus”, ha añadido.
Se pide mantener las medidas de protección frente a la COVID
Se estima que la inmunidad se genera pasados alrededor de siete días tras la administración de la segunda dosis de la vacuna.
En todo caso, las autoridades sanitarias apelan una vez más a la responsabilidad de todos para hacer frente al coronavirus, y se recuerda la necesidad de mantener las medidas de protección frente a la Covid-19 que todos conocemos: uso de mascarilla, lavado frecuente de manos, ventilación de los espacios, mantenimiento de la distancia de seguridad respecto a otras personas y evitar en lo posible reuniones sociales fuera de nuestro grupo de convivencia estable.
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