CCOO advierte que el borrador de la nueva Ley de Caza de Castilla-La Mancha “no garantiza, e incluso pone en peligro la seguridad” de los agentes medioambientales que deben velar por su cumplimiento.
El sindicato recuerda que el control cinegético es una actividad expuesta a riesgos graves, tanto en forma de accidentes como en forma de agresiones. Hace un año, señala, dos agentes murieron tiroteados por un cazador cuando realizaban un servicio ordinario de control de licencias en Aspa (Lleida). Esta misma semana, un cazador furtivo encañonó a un guarda forestal en Bertiz (Navarra).
CCOO ya presentó en febrero del pasado año un amplio y detallado escrito de alegaciones al borrador inicial de la Ley y ha mantenido desde entonces reuniones con el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo. Algunas cosas se han mejorado, reconocen, pero el texto remitido finalmente a las Cortes castellano-manchegas, “sigue dejando en situación de riesgo físico y jurídico a los agentes medioambientales encargados de la vigilancia y policía de la actividad cinegética”, insisten.
El papel 'policial' de los agentes medioambientales
Critica que “frente a toda lógica y a pesar de la insistencia de CCOO”, Martínez Arroyo no ha incluido en el borrador de la Ley el establecimiento de una zona de seguridad en torno a los agentes medioambientales cuando tengan que acercarse a cazadores armados.
Explica CCOO que una población o una casa aislada tienen un perímetro de seguridad de 250 metros, dentro de los cuales no se puede disparar. Un arroyo o un camino rural tienen 50 metros y, lamenta, “hasta un rebaño de ovejas tiene 100 metros de zona de seguridad. Pero a un agente medioambiental no se le asigna zona de seguridad alguna”. Sostiene que esta “es una de las omisiones más llamativas del consejero y una de las carencias del borrador más potencialmente peligrosas para la seguridad de los agentes. Pero no es la única”.
El consejero, lamentan, se muestra contrario a recordar en la norma la condición de Policía Judicial Genérica que ostenta el Cuerpo Profesional de Agentes Medioambientales, tal y como establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la Ley de Montes estatal. Intencionadamente, dicen, se ha eliminado del borrador de la Ley de Caza de Castilla-La Mancha una frase que recogen las leyes de caza de todas las demás comunidades autónomas y que incluso venía recogida en la Ley de Caza de Cospedal: “Cuando el medio decomisado sea un arma de fuego, se procederá a su depósito en la intervención de armas más próxima en el menor tiempo posible”.
Al eliminar esta frase, el sindicato cree que no se aclara qué deben hacer los agentes medioambientales que se topen con infractores armados y que, tras identificar al furtivo y formular la pertinente denuncia, tendrán que devolverle el arma. “Quedará así armado el denunciado, y frente a él, en medio del monte, sin arma ni ningún otro medio de autodefensa, el denunciante”, sostiene CCOO.
Incluso la Ley de Seguridad Privada habilita a los guardas privados de campo a estos decomisos. Así, de aprobarse tal cual el borrador de la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, en nuestra región podrían decomisar armas de caza los vigilantes privados de fincas o cotos; pero no podrán hacerlo los agentes medioambientales, funcionarios públicos, agentes de la autoridad y policía judicial genérica.
Cazar bajo los efectos del alcohol
Mención aparte, añade el sindicato, merece la negativa del consejero a incluir en su borrador la prohibición del ejercicio de la caza bajo los efectos del alcohol o las drogas; no por una cuestión de manejo de armas de fuego, que ya prohíbe el Reglamento de armas; si no en aquellas actividades cinegéticas que no implican uso de arma de fuego, como caza con galgos, cetrería, caza con hurón, rehaleros, auxiliares de caza, postores, organizadores de cacerías y demás modalidades de caza que no implican el uso de armas.
“Es esta una cuestión obvia de seguridad tanto para cazadores como agentes”, dice CCOO que sostiene que “la merma de facultades cognitivas que producen las drogas o el alcohol dificulta la identificación correcta de la fauna cinegética, más aún en movimiento, y puede dar lugar (y, de hecho, dan lugar) a graves e incluso mortales accidentes”.
Denuncia también que se mantenga la rebaja en la cuantía de las sanciones por infracciones que introdujo Cospedal y se sigue bonificando hasta en un 50%, entre otras, las sanciones referidas a la falta de colaboración con los agentes de la autoridad, la negativa a identificarse, la obstrucción a la labor inspectora… “En consecuencia, el infractor tendrá pocos reparos en negarse a identificarse, someterse a un registro, aceptar un decomiso… porque le saldrá más barato infringir la ley que cumplirla”.
Además, el borrador deja al criterio de cada dirección provincial aplicar medidas complementarias a la sanción, como la retirada o no de las licencias de caza a infractores con sanciones firmes por infracciones graves o muy graves. Tampoco hay un registro de infractores que permita a los agentes saber de antemano si la persona a la que han identificado y tienen que sancionar es reincidente o tiene con antecedentes por violencia o agresiones a agentes de autoridad.
CCOO pedirá reuniones con los grupos parlamentarios de las Cortes regionales para explicarles sus propuestas para mejorar el borrador propuesto por Francisco Martínez Arroyo y solicitarles que presenten las correspondientes enmiendas durante el trámite parlamentario de aprobación de la futura Ley.