Un total de 1.723 personas han muerto en Castilla-La Mancha mientras esperaban su prestación por dependencia, según afirman desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, lo que supone unas 200 personas más que en el último recuento del organismo, hecho a medidados de noviembre. En España, son 4.339 personas las fallecidas en noviembre y 51.540 las fallecidas en lo que va de año, entre las 31.976 dependientes con derecho y 19.564 pendientes de valorar. “Cada nueve minutos fallece una persona en el laberinto burocrático de la ley”, lamentan desde la asociación, que asegura que se está “abandonando” a más de 380.000 personas.
En cuanto al “limbo de la dependencia”, en la región son 953 las personas fallecidas, mientras que pendientes de ser evaluados, hay un total de 770.
Los datos vienen del sistema MoMo elaborado por el Ministerio de Derechos Sociales en el que se analiza la mortalidad de las personas del Sistema de Atención a la Dependencia y teniendo en cuenta los datos hasta el mes de noviembre de este año en el SAAD, se obtienen estos resultados. El “exceso de mortalidad” que se sigue observando es de 39.160 personas en el Sistema de Atención a la Dependencia -SAAD- afectando al 2,3 % del total de solicitantes. Además, explican que el 82% de los fallecidos tenía más de 80 años y el 37% de los casos se corresponde con un caso de tercer grado de dependencia.
Impacto “muy elevado” en las residencias
Por otro lado, desde la asociación advierten de que se observa un impacto “muy elevado” en la llamada mortalidad excesiva en personas atendidas en residencia. El total es de 51.204, con un exceso de fallecimiento de 21.513 personas (8,6% del total de personas dependientes atendidas en residencias). La tasa de dependientes fallecidos en residencia fue de 219 por cada 1.000, y Castilla-La Mancha se encuentra entre las regiones con mayores tasas, 281 fallecidos por cada 1.000 residentes, sólo detrás de Madrid.
De enero a noviembre de este año, 41.494 dependientes fallecieron con prestación de atención residencial. De marzo a junio de este año el número de dependientes fallecidos en residencias ha sido de 22.095. Se trata de 10.702 personas más que en el mismo periodo del año pasado, con un exceso en la tasa de mortalidad del 94%. De julio a noviembre, si en comparación con el año pasado, el exceso ha sido del 6%, con 708 fallecidos más que el año pasado.
En octubre el comportamiento “fue contrario al resto del año”, ya que el exceso de mortalidad en personas con atención en residencia fue inferior que en apoyo en el domicilio. Entre personas dependientes con servicios de proximidad se ha registrado un exceso de mortalidad de 10.497. “El impacto del COVID-19 en el Sistema de atención a la Dependencia ha sido catastrófico, retrocediendo en los indicadores importantes y generando mucho dolor, sufrimiento y muerte a miles de personas en situación de dependencia y sus familias”, lamentan.
“Nos acercamos al primer aniversario del nuevo gobierno y a los 14 años de la Ley de Dependencia. Conocido el proyecto de ley de presupuestos donde se revierten los recortes del Sistema, hay que felicitar al Gobierno de coalición por ello, pero, al mismo tiempo, es necesario insistir en que urge lograr los acuerdos necesarios en el Consejo Territorial para poder implementar de manera inmediata el reparto del nivel acordado y la asignación del nivel mínimo”, aseguran.