Ya está en manos de la justicia el destino de la treintena de trabajadores del Museo del Ejército de Toledo que fueron despedidos por la contrata Proman tras adjudicarse esta última el servicio de conserjerías, dependiente del Ministerio de Defensa. Hoy se ha celebrado el juicio por este conflicto laboral, una lucha de este colectivo desde hace más de diez meses por recuperar sus puestos de trabajo y por su inclusión en un convenio colectivo del que carecen, por no aparecer en los pliegos de la contrata. “No queremos dinero, solo que se declaren nulos nuestros despidos y poder volver a hacer nuestro trabajo. Combatir esta injusticia y que esto no vuelva a suceder”, explica Carlos Calvo, delegado sindical de CCOO.
Los hechos se remontan a principios de año, cuando tras adjudicarse Proman el servicio, despidió a la mitad de la plantilla. Después los despidos se sucedieron “uno a uno” al negarse los trabajadores de manera sucesiva a firmar nuevas condiciones laborales en contratos donde “desaparecían todos los derechos laborales” y donde se incluían festivos, pluses y horas extraordinarias en un sueldo de 600 euros mensuales.
Los conserjes del Museo del Ejército pertenecen al denominado Lote 2 de los Auxiliares de Servicio y Control de Defensa a nivel nacional, pero en los pliegos que se firmaron por la nueva contrata no aparecía ningún convenio colectivo que les amparara y además “desapareció” la subrogación, es decir, la obligación de la empresa de mantener el personal de la adjudicataria anterior. Al no haber convenio ni subrogación, se ha podido echar a los trabajadores, explican los afectados.
En todos estos meses desde el inicio del conflicto, dos de esas subrogaciones se han ganado en los tribunales, pero el juicio celebrado este jueves ha buscado “ir más allá”: los trabajadores no solo piden la nulidad del despido sino que se les incluya en un convenio colectivo. “De esta forma se acabaría con la corrupción en ese campo y cada empresa que vaya a pujar sabe que ahí los derechos laborales están garantizados”.
No les ha faltado tampoco un gran apoyo político en las fuerzas políticas de la ciudad. La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón (PSOE), quien ya se reunió con ellos hace unos días, les ha llamado también esta mañana para animarles de cara al juicio. También han recibido el apoyo expreso de Javier Mateo (Ganemos) y de Esteban Paños (Ciudadanos). Solamente el PP ha dado la callada por respuesta.
Desde el principio, los trabajadores han denunciado la “prepotencia” con la que ha actuado la empresa adjudicataria, “como si tuvieran cubiertas las espaldas”. La explicación la han encontrado en el caso de corrupción del pasado mes de abril por el que fueron detenidos dos tenientes coroneles por supuesto cohecho en adjudicación de servicios del Ministerio de Defensa. Entre esas empresas se encuentra Proman. “La misión de estos tenientes era asesorar en la condición de los pliegos de la contrata y no poner pegas a la hora de que les llegaran quejas. Es decir, en la empresa lo tenían todo cubierto y ha podido campar a sus anchas”, argumenta Carlos Calvo. Ahora, confían en que la juez contemple todo lo expuesto en el juicio y puedan volver cuanto antes a su trabajo.