La Junta compara defender el tren convencional de Cuenca con seguir “yendo en carro por calzadas romanas”
“No veo en el futuro un tren que tarda siete horas de Madrid a Valencia o de Valencia a Madrid y que en su tramo más concurrido lleva 37 pasajeros al día, con un coste de 10 millones de euros al año”. Esta es una de las reflexiones que ha realizado el consejero de Fomento, Nacho Hernando, con motivo del cierre de esa línea de ferrocarril, donde está incluida Cuenca y que hoy se clausura definitivamente con gran rechazo social y político en la ciudad y la provincia. Defender la permanencia de este trazado, ha dicho, es “similar a decir que sigamos yendo en carro por calzadas romanas”.
Según ha señalado Hernando, el objetivo de la Junta es mejorar la movilidad de la gente mediante nuevos modelos, y por eso ha defendido las alternativas que ofrece el Plan X Cuenca: nuevas líneas ASTRA de autobuses, el transporte sensible a la demanda, los servicios regulares en la provincia o la recuperación del AVANT “madrugador” desde Albacete a Madrid, que pasará por Cuenca y llegará a Toledo.
“Eso es plantear mejoras, y no podemos anclarnos en viejos modos de movilidad. Para luchar contra la despoblación hay que ofrecer mejores servicios, rapidez y buenos precios, y eso no lo ofrece un tren que tarda siete horas en llegar de una parte de España a otra”, ha reiterado.
En cuanto a las protestas que ha generado el cierre de esta línea de ferrocarril, el consejero las ha enmarcado en los sindicatos, por un lado; y en una vertiente “política” con “plataformas similares a las que existen en Teruel”, por otro. Ha dicho además que existe una posición “partidista” del PP, con la “incoherencia” de que cuando gobernaban en las instituciones de Cuenca “estaban dispuestos a que se cerrara esa línea y sin ninguna otra alternativa”.
El consejero también ha recordado que el Plan X Cuenca contempla medidas para zonas aledañas a la vía, para futuros espacios de ocio destinados a la ciudadanía conquense, además de las acciones para atraer más turismo. “Si fuera real que el tren convencional fuera determinante, se habrían espantado posibles inversiones empresariales y es el caso contrario”.
“Esto es arreglar problemas del reto demográfico. Además de todo lo que hemos puesto en marcha, en octubre vamos a ver un nuevo abanico de cuestiones y vamos a ver mejoras, porque seguimos con reuniones en el Ministerio”, ha apostillado. En cuanto a la intención de varios municipios de recurrir a la justicia para evitar supresión del tren, el consejero ha respetado su decisión, aunque destacando que los tribunales “no están para debates políticos ni partidistas”.
1