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Sobre este blog

Este blog es un espacio de colaboración entre elDiario.es de Castilla-La Mancha (elDiarioclm.es) y el Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla-La Mancha para abordar diversas cuestiones sociales desde la reflexión, el entendimiento y el análisis.

¿Y por qué tú no?

Participación

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Confesaré que he dudado mucho sobre el tema del artículo de opinión al que me enfrento, pues no quería cometer el error de emplear la plataforma que me brinda mi Colegio y elDiario.es de Castilla-La Mancha para hacer ningún tipo de consideración política que pudiera interpretarse como partidista. No sería justo para con mis colegas, que con tanto acierto bordan sus maravillosos artículos, ni para el lector, que puede acceder a mi opinión sobre la actualidad política por múltiples plataformas y no merece encontrarse aquí con discursos mas propios de una tribuna de oradores.

Siendo esto como les cuento, me atrevo a realizar una reflexión sobre por qué considero fundamental que todos participemos de la vida pública, referenciando como máximo exponente de mi argumentación a los que hacen una labor política y de vocación de servicio impagable (algo literal en la mayoría de los casos pues les cuesta dinero ejercerla). Como todos se imaginarán me estoy refiriendo a quienes tienen la inmensa fortuna de dedicarse a la política municipal.

Vaya por delante que considero fundamental que nuestros convecinos se involucren en política, cada uno desde el partido y la ideología que más le represente, pero que participen. Pocas cosas pueden ser tan satisfactorias como darte a los demás a través de la ayuda abnegada, de la entrega absoluta, de la plena dedicación a mejorar la vida de los tuyos, de aquellos que viven en comunidad contigo y forman término contigo.

Ya los clásicos nos indicaban el camino, no hay más que leer a Aristóteles, que en su obra cumbre “Política”, arranca en su libro 1, capitulo 1 diciendo: “Ya que vemos que cualquier ciudad es una cierta comunidad, también que toda comunidad está constituida con miras a algún bien (por algo, pues, que les parece bueno obran todos en todos los actos) es evidente. Asi que todas las comunidades pretenden como fin a algún bien superior la que es superior y comprende a las demás. Esta es la que llamamos ciudad y comunidad cívica”. Aristóteles se erige como defensor de la “polis” y frente al individualismo reivindica el carácter social del hombre y su convivencia en la ciudad. Y lógicamente esa ciudad debe ser gobernada.

Y ahí es justo donde yo quiero incidir, en el primer eslabón de la gestión. En los Ayuntamientos. Las corporaciones locales representan sin ningún género de duda el eslabón más importante de la cadena política. Primero, por número; segundo por cercanía y tercero por complicidad y apoyo para con su comunidad. Son ellos, los concejales de los municipios, independientemente del tamaño y por supuesto de la formación política a la que representan, quienes dan sentido a la política. Y por ello, aquí y ahora, mi agradecimiento a todos y mi ánimo a que muchos otros participen de dicha vocación.

Pero, ¿por qué digo esto?

En numerosas ocasiones tendemos a confundir la acción política con el marketing político, que si bien es cierto que está directamente ligado a la primera, no es menos cierto que cobra especial protagonismo cuando hablamos de niveles políticos de cierta enjundia y que son desarrollados por equipos especializados que arropan  al político de turno para mejorar su imagen y la de su acción política. En otras ocasiones nos enzarzamos en discusiones competenciales, sobre si esta u otra acción corresponde a esta u otra administración, más veces simplemente por escurrir el bulto de una política mal ejecutada o por emplear dicha acción para ahondar en el manido debate de la financiación. Pero cuando se trata de la política local, de la cercanía, créanme, todo esto pasa a un segundo plano.

Cuando uno forma parte de una corporación municipal tiene la fortuna de acceder a un contacto directo, permanente, sincero y cercano con la comunidad donde vive

Porque cuando uno forma parte de una corporación municipal, no solo es un gestor político, que analiza, proyecta, implementa y evalúa políticas públicas para su municipio en base a unos criterios legales y presupuestarios -o bien fiscaliza dicha acción si se encuentra en la oposición-, cuando uno forma parte de una corporación municipal tiene la fortuna de acceder a un contacto directo, permanente, sincero y cercano con la comunidad donde vive. Conoce sus preocupaciones, sus sueños, sus desvelos y tiene en su mano darles formas para mejorar la vida de la “polis”.

En el manual de Ciencía Política editado por Rafael del Águila encontramos una definición de la política muy ajustada a la realidad: “La política es la actividad a través de la cual los grupos humanos toman decisiones colectivas” (Hague et al, 1994). Tomando como base dicha definición, puedo afirmar sin miedo a equivocarme que la política municipal es el lugar donde las decisiones se toman con mayor conocimiento de causa, con mayor sapiencia de las consecuencias que tendrá y con una mayor capacidad y celeridad de analizar el resultado tras su evaluación.

Pero cuando uno asume responsabilidades políticas en lo local asume mucho más que un mero acta de concejal. Es mucho más que representar a tu localidad, es mucho más que gestionar expedientes o fiscalizarlos, es ser parte viva de la trasformación de nuestra sociedad, es ser protagonista de su evolución. Y todos deberíamos tener la inmensa fortuna de vivir dicha experiencia, porque te otorga una conciencia política diferente que te permite afrontar el futuro de la sociedad con una mirada distinta.

Porque ser concejal es mucho más. Porque cuando uno se dedica a la vida publica local, especialmente si el municipio tiene un tamaño mediano o pequeño,  como son la mayoría de nuestras localidad en Castilla-La  Mancha  (de los 919 municipios de la región, 642 tienen menos de 1.000 habitantes) es mucho más que un político. Porque entra en las casas de sus vecinos para construir de su mano la comunidad, porque siente sus problemas como suyos, porque comparte sus alegrías, porque sufre  y festeja de la mano de su gente. Porque hace un servicio impagable a la sociedad.

Creo en la política y creo en la cercanía. Creo en el municipalismo como herramienta transformadora de la sociedad. Y creo que te toca ahora a ti participar de ella. ¿Por qué tú no?           

Sobre este blog

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