La ecología es uno de nuestros principales intereses y es el centro de este blog: cambio climático, medio natural, desarrollo sostenible, gestión de residuos, flora y fauna, contaminación y consumo responsable, desde el punto de vista de periodistas, expertos, investigadores, especialistas y cargos públicos. También editamos la revista 'Castilla-La Mancha Ecológica'.
Las energías renovables, un antídoto (y algunos 'peros') para un mundo mejor
En la actualidad, y ante la gravedad de la situación sobre el deterioro sin fin que sufre el medio ambiente, las nuevas generaciones se empiezan a concienciar y preocupar por el cuidado de la naturaleza y se empieza a asimilar que esto no durará toda la vida. Hay que poner una solución. Sabemos que aún estamos a tiempo, pero ante ello y sin la paralización actual de los medios de energía necesarios para la vida que nos hemos pre-escrito, tímidamente se han dado soluciones marginales y no optimizadas aun sabiendo que eran los primeros pasos para lo que a futuro se maceraba.
Se empezó por ciclos combinados, los cuales vertían ingentes cantidades de CO2 y NOx a la atmósfera; el biodiésel, con el que su materia prima podría alimentar a millones de personas con hambre; las cogeneraciones, algo menos dañinas pero también con aportaciones a la atmosfera; las placas térmicas, con fluidos muy contaminantes... Todos ellos no eran del todo eficientes con el equilibrio del medio ambiente pero sirvieron como piedra angular para lo que vendría a continuación: el refinamiento de todas las soluciones a futuro, donde a día de hoy, ya son cada vez más efectivas y no tan dañinas como las iniciales.
Las nuevas generaciones de paneles fotovoltaicos y térmicos en vacío, ambos mucho más efectivos que los iniciales; la geotermia, la aerotermia, la eólica, la hidráulica, son ejemplos de energías que realmente multiplican su efectividad con la drástica reducción de residuos por no decir la práctica eliminación de estos al medio ambiente.
La cuestión de los coches eléctricos
Realmente decir que las soluciones actuales sobre energías renovables prácticamente no contaminan es una verdad a medias. A día de hoy nos hablan a bombo y platillo sobre los coches eléctricos, los cuales si hablamos a futuro suena bien, pero en la actualidad están en formato muy beta, y decimos esto porque realmente nadie se atreve a hablar con determinación sobre las infraestructuras necesarias que esto conlleva, ni existe la forma de alimentarlas en su globalidad. Hoy por hoy la acumulación de energía es cara y muy contaminante, y nadie se conciencia de lo que realmente contamina la fabricación de las baterías de acumulación que portan estos vehículos, así como su reciclaje en su retirada.
No obstante, el avance de la ciencia aporta la gran cantidad de avances científico-técnicos actuales, los cuales contribuyen a soluciones cada vez más eficientes.
Con los actuales estudios, se han descubierto nuevas formas de obtener energía. Por ejemplo, los científicos de Berkeley han creado unos paneles solares capaces de crear oxígeno e hidrógeno, algo que nos hace plantearnos la diversa cantidad de infraestructuras que podrían llevarse a cabo para optar cada vez más por las energías libres de contaminación para el medio ambiente.
Si bien se avanza a marchas forzadas sobre las nuevas formas de energía, queda mucho camino que recorrer, se necesita mucha más concienciación por parte de los legisladores, los cuales tienen la llave para potenciar inversión y financiación del I+D+I para que estos avances sean rápidos, seguros y más eficientes.
En la actualidad, y ante la gravedad de la situación sobre el deterioro sin fin que sufre el medio ambiente, las nuevas generaciones se empiezan a concienciar y preocupar por el cuidado de la naturaleza y se empieza a asimilar que esto no durará toda la vida. Hay que poner una solución. Sabemos que aún estamos a tiempo, pero ante ello y sin la paralización actual de los medios de energía necesarios para la vida que nos hemos pre-escrito, tímidamente se han dado soluciones marginales y no optimizadas aun sabiendo que eran los primeros pasos para lo que a futuro se maceraba.
Se empezó por ciclos combinados, los cuales vertían ingentes cantidades de CO2 y NOx a la atmósfera; el biodiésel, con el que su materia prima podría alimentar a millones de personas con hambre; las cogeneraciones, algo menos dañinas pero también con aportaciones a la atmosfera; las placas térmicas, con fluidos muy contaminantes... Todos ellos no eran del todo eficientes con el equilibrio del medio ambiente pero sirvieron como piedra angular para lo que vendría a continuación: el refinamiento de todas las soluciones a futuro, donde a día de hoy, ya son cada vez más efectivas y no tan dañinas como las iniciales.