- El portavoz del Gobierno regional niega conversaciones con la formación morada pese al artículo del diputado regional, David Llorente
La relación entre Gobierno de Castilla-La Mancha y Podemos sigue bloqueada. Y eso a pesar del artículo de opinión lanzado esta semana por el diputado regional de Podemos, David Llorente, en el que cuestionaba “en algunos aspectos importantes” el procedimiento seguido por su propia formación que terminó en el rechazo de los Presupuestos de la región para 2017.
Pese a lo que algunos han interpretado como un intento de suavizar las relaciones entre PSOE-Podemos, el portavoz de la Junta castellano-manchega, Nacho Hernando, ha confirmado que siguen sin producirse conversaciones. De hecho, ha ratificado lo que dijera hace ya una semana: no se hablará de presupuestos con ninguna formación política hasta concluir la ronda de contactos con más de 200 colectivos de la región, tras la no aprobación de las cuentas regionales a causa del voto en contra de Podemos y del Partido Popular.
“No sé con qué Podemos tenemos que hablar y mucho menos sabemos si es un Podemos fiable”, decía Hernando. La puerta a las conversaciones permanece cerrada mientras el Gobierno regional sigue con su particular “hoja de ruta” para decidir sobre las prioridades en los Presupuestos para este año.
Nacho Hernando volvía a insistir en que todas las hipótesis siguen abiertas. Desde prorrogar las cuentas de 2016, elaborar unas nuevas o convocar Elecciones Autonómicas. Una postura que ayer le costaba las críticas del Partido Popular, que sostiene que tanto PSOE como Podemos intentan ganar tiempo para terminar con sus procesos internos de primarias.
De hecho, el portavoz regional del PP, Lorenzo Robisco, aseguraba que hay un “pacto oculto” entre el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y uno de los dos diputados de Podemos, David Llorente, en relación a las cuentas públicas.
“Si realmente el Gobierno lo quisiera vincular el calendario presupuestario al calendario político no habríamos presentado las cuentas el 23 de enero para su aprobación”. En su opinión, “los hechos no dan validez a esa teoría del Partido Popular” y añadía que eso es algo que “no puede ser excusa para condicionar la política en Castilla-La Mancha”.
Lo cierto es que, en la práctica, la vida política y económica regional sí ha quedado condicionada. O al menos es el mensaje que la Junta repite desde el Pleno en las Cortes que terminó sin presupuestos. El propio Nacho Hernando volvía a insistir este miércoles en este punto. Se refería en concreto al análisis que ha realizado el Consejo de Gobierno de esta semana y que se centraba, en particular, en la mejora de la tecnología sanitaria de la región.
“En el aire” el Plan de Renovación Tecnológica
Hernando dijo que la postura de Podemos con los presupuestos “pone en duda” el Plan de Renovación de Tecnología Sanitaria previsto y que los más de cinco millones de euros que este año se destinaban a este fin quedan “en el aire”. Lo que parece que no se tocará es la oferta de empleo público para el sector sanitario prevista para este año. “Seguramente no se verá afectada”, dijo. Tampoco el Programa de Cribado de Cáncer de Cérvix del que “no se va a prescindir”.
El portavoz regional aseguraba que desde Podemos “han demostrado ser insensibles a los problemas de la gente, también para la salud” y les ha afeado que hayan votado “en contra de una atención sanitaria de aún más calidad. No podemos depender del arrebato, de las envidias, la soberbia o cuestiones internas de partido”, decía.
El “no a la salud de todos los castellano-manchegos”, incidía impedirá la adquisición de resonancias magnéticas, arcos quirúrgicos y TAC, entre otros equipamientos, con los que iban a contar este año distintos centros sanitarios de la región: más de 2,5 millones de euros en diversos hospitales públicos de la provincia de Ciudad Real (Puertollano, Alcázar, Valdepeñas y Ciudad Real capital); 1,5 millones en los hospitales de Albacete y Hellín, casi 800.0000 euros en el Hospital de Cuenca, 760.000 en el Hospital de Guadalajara y 667.000 en los hospitales de Toledo y Talavera de la Reina.