2016 no ha sido una excepción. Ecologistas en Acción ha vuelto a denunciar que en la provincia de Toledo, al igual que en gran parte de la región, se incumple el valor “objetivo” para la protección de la salud de los vecinos del ozono troposférico. Se trata de valores establecidos tanto por las autoridades españolas como europeas. Así lo demuestran los valores de ozono registrados por las estaciones de control de la contaminación situadas en los municipios de Illescas, San Pablo de los Montes y Toledo, según aseguran desde Ecologistas.
De este modo, la organización ha organizado una exposición que se inicia este martes 23 de agosto en el Centro Social del barrio de Santa María de Benquerencia en Toledo y que incluirá una charla informativa el próximo 1 de septiembre. La iniciativa ya ha pasado por Illescas, donde también contó con la participación de la Plataforma 'Toledo Aire Limpio', encargados de exponer la contaminación de la zona de La Sagra, debido a la incineración de residuos en las cementeras de los alrededores.
Los valores objetivos de ozono se han establecido en 120 microgramos por metro cúbico de aire, y esto se mide en periodo de ocho horas y no deberá superarse más de 25 días al año, en tres años. Sin embargo, la organización señala que medidos en periodos de 8 horas, y no deberá superarse más de 25 días al año, como media de 3 años seguidos. En el trienio 2014-2016, “a falta de más de un mes para finalizar el verano, considerado por su elevada insolación el periodo con más riesgo de formación del ozono”, explican desde Ecologistas, en la estación de control de la contaminación de Illescas se ha registrado una media de 34 días de superación al año, 32 días en la estación de Toledo y 44 en la de San Pablo de los Montes.
El principal problema es la falta de información
Roberto Oliveros, portavoz de Ecologistas en Acción Toledo, señala que es cierto que la situación no depende de la Junta de Comunidades, pero sí la falta de datos disponibles a la ciudadanía que se sufre actualmente. El ozono 'malo', explica, se debe diferenciar de la natural, que es la que protege al planeta de la radiación ultravioleta del sol. “Tiene una función medioambiental imprescindible”, señala.
La molécula de ozono en el caso del 'malo' es la misma, pero esta se forma como resultado de una serie de reacciones químicas de una “serie de contaminantes” que se generan en los entornos industriales, es decir, en las zonas donde existe mucha emisión de gases. Estos se pueden producir por el transporte o por la combustión de combustibles fósiles en torno a las grandes áreas metropolitanas. En el caso de Toledo, el origen está asociado al área metropolitana de Madrid. El efecto de formación del ozono es “diferente” en el espacio que llega a las comunidades limítrofes del origen, señala Olivero, que se va dispersando con las corrientes de aire, entre otras.
En situaciones especiales, como los días en que las temperaturas son elevadas, se potencian dichas reacciones y se genera ozono de los contaminantes como “reacción secundaria”. Los niveles se notan de manera “especial” en zonas como Toledo, pero también Alcalá de Henares y los efectos en los ciudadnos pueden variar. Lo que quiere impulsar la organización, asegura Roberto, es que se informe tal como ocurre con las altertas de calor, riesgos de incendio o de tormenta.
“Entendemos que el ozono también debería comunicarse en los paartes metereológicos de manera mucho más ordinaria”, explica. Proponen así que los partes incluyan un posible perjuicio para la salud, en el momento en que los medidores detecten una presencia de ozono 'malo' “excesiva” para que la población sepa lo que no tiene que hacer. Por ejemplo, señala, el deporte puede ser arriegado si se lleva a cabo en altas mediciones de ozono. “Afecta especialemente a personas con estado precario de salud o la población infantil”, concluye.
El gran desconocido
La contaminación del aire por ozono troposférico es una “gran desconocida” para muchas personas, pero causa cada año 17.000 muertes prematuras en Europa, 1.800 de ellas en España, según explica Ecologistas en Acción. Además, la organización afirma que dos terceras partes de los cultivos y buena parte de los bosques y espacios naturales españoles soportan niveles de ozono que dañan la vegetación.
Ecologistas en Acción ha asegurado que la Junta de Castilla-La Mancha acumula una década de retraso en la redacción del preceptivo Plan de Mejora de la Calidad del Aire para reducir los niveles de ozono, un plan que es obligatorio desde el año 2004, por lo que exige al Gobierno que “cumpla con sus obligaciones legales” y que elabore y aplique el Plan de Mejora, eso sí, tras someterlo a información pública. Esta denuncia se trasladó el mes pasado a la Comisión Europea, junto a la de otras 11 comunidades autónomas.