Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
“Quien con monstruos lucha, cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.”
Friedrich Nietzsche
El día 13 de octubre Netflix estrenó a nivel mundial ‘MINDHUNTER’ y en tan solo unos pocos días se ha convertido en una serie candidata a todos los premios posibles. Diez episodios que han servido para descubrir una de las joyas de este 2017. Un thriller psicológico que versa sobre los inicios de la utilización de una nueva metodología que apoya la labor policial a la hora de entender ciertos fenómenos criminales.
John E. Douglas y Mark Olshaker son los autores de ‘Mind Hunter: Inside the FBI’s Elite Serial Crime Unit’, libro en el que se basa Joe Penhall (‘La Carretera’), el creador y guionista principal de ‘MINDHUNTER’. Douglas sirvió como agente del FBI durante los años 70 y fue uno de los precursores en la elaboración de perfiles científicos a través de la investigación de conductas, motivaciones y personalidades de diferentes asesinos. De hecho, él mismo entrevistó a Charles Manson o al Estrangulador de Boston. El incremento de los crímenes en serie en EEUU durante los años 60 forjó la necesidad de cambiar los métodos antes conocidos para adaptarse a un nuevo tipo de criminal: el asesino múltiple. Fue a finales de los años 70 cuando se formalizaron los primeros programas de perfiles psicológicos, siendo cruciales estos nuevos procedimientos a la hora de anticiparse a los próximos movimientos del 'serial killer'.
David Fincher, uno de los productores ‘MINDHUNTER’ y director de películas como ‘Zodiac’, ‘El Club de la Lucha’ o ‘Seven’, regresa a Netflix tras su periplo en ‘House of Cards’. El director estadounidense se hace cargo de los dos primeros y de los dos últimos episodios de esta primera temporada. Suficiente para volver a llevar al espectador a aquellos ambientes sórdidos de las tres cintas citadas anteriormente. Esta vez los protagonistas se intentarán sumergir en la mente de los más atroces y retorcidos asesinos para llegar a comprenderles y su viaje les llevará por las cárceles más truculentas y sombrías.
La historia de ‘MINDHUNTER’ se contextualiza a finales de los años 70, cuando los métodos del FBI se estaban quedando obsoletos. Una época con gran proliferación de asesinos en serie -todavía no existe esa definición para ellos- como Charles Manson, Ted Bundy, Herbert Mullin o David Berkowitz. Para ello el departamento crea en 1972 la unidad de Ciencias del Comportamiento. Esta elaborará perfiles psicológicos a través de entrevistas realizadas a 'serials killers' que se encuentran actualmente encarcelados.
En esta labor ciertamente peligrosa entran Holden Ford (Jonathan Groff), que trabaja como profesor en Quantico, y el agente Bill Tench (Holt McCallany), especialista en conducta criminal. Ellos, junto con Wendy Carr (Anna Torv) como jefa del departamento, empezarán un camino nada sencillo para forjar unos nuevos procedimientos, además de la formalización de nuevo vocabulario que abrirá nuevas vías de anticipación e investigación.
El primer paso o experimentación la obtiene Holden en una entrevista con Edmund Kemper, interpretado brillantemente por Cameron Britton -huele a Emmy-, un asesino en serie que mató a varias colegialas a principios de los años 70 en EEUU. Este testimonio es clave para entender lo importante que es comprender y estudiar a este tipo de criminales, ya que se convierte en una excelente herramienta a un nivel experimental, estadístico y por lo tanto científico, con la finalidad de asesorar a otros departamentos policiales.
El esquema narrativo de ‘MINDHUNTER’ puede sorprender a quienes busquen una serie procedimental e incluso a aquellos que piensen encontrarse algo parecido a ‘True Detective’ o ‘The Killing’ ya que la ficción de Netflix juega a algo distinto y, por lo tanto, puede llegar a extrañar. Su mecánica será la de ir avanzando a través de las diferentes entrevistas a estos asesinos para elaborar unos principios básicos que ayuden a fundar lo que hoy en día se conoce como psicología criminal. Y en esto reside la verdadera complejidad de la serie, en la dificultad de analizar un mundo tan retorcido y truculento: el de navegar a través de las mentes más desalmadas del planeta para averiguar modelos de conductas y motivaciones.
Evidentemente estos mundos tan sórdidos, reflejados fielmente en la pantalla, llevarán adherido un coste personal muy alto para Holden Ford y Bill Tench y les afectará tanto a nivel emocional como sentimental. Todos los vínculos afectivos de ambos protagonistas se verán afectados progresivamente de una manera negativa; pero incluso esta degeneración les afectará a nivel profesional ya que según avanza la temporada serán mayores los conflictos morales y éticos, sobre todo para Holden que le llevará a tomar decisiones profesionales erróneas que de alguna manera afectarán a otros personajes. Todo con el fin de llevar adelante un proyecto que cambiará el FBI.
El verdadero combustible de ‘MINDHUNTER’ es la catarata de entrevistas que se producen con Ed Kemper (Cameron Britton), Monte Rissell (Sam Strike), Jerry Brudos (Happy Anderson) y Richard Speck (Jack Erdie). Ellos son la gasolina que hace a la serie avanzar y que abre un terrible pero, a la vez, apasionante mundo de los asesinos en serie. El espectador se sitúa en los albores de una ciencia que necesita definirse y formarse incluso a nivel léxico. Toda simplificación sería un error.
Si en ‘Homicidio: Life on the Street’, serie creada Paul Attanasio, disfruté como un enano de sus interrogatorios, en ‘MINDHUNTER’ las entrevistas me han resultado igualmente atractivas. Es interesante cómo todo gira alrededor de ellas y que, a través de esas complicadas y comprometidas “relaciones”, intervendrán de una manera relevante en el devenir de los protagonistas y de la historia. Estos diálogos están construidos tanto textualmente como audiovisualmente de una forma muy inteligente, buscando sacar el máximo partido tanto al subtexto como a la puesta en escena. Todo es relevante en cada secuencia dialogal: la importancia de la palabra, el lenguaje no verbal y la disposición de cada uno. La fuerza reside en esta mezcla tan perfecta en la que se nota la mano de David Fincher.
Cerca de las claves que suscita 'MINDHUNTER' la más importante, aparte de la de fundar una nueva metodología, es la de despejar la incógnita: ¿un asesino nace o se hace? Algo que años antes ni se llegaba a cuestionar ya que se obviaba todo lo relativo a componentes psicológicos o sociales del individuo.
Como era de esperar ‘MINDHUNTER’ también es una delicia en lo visual y en esto,se nota la mano de Fincher y sus paisajes tan sórdidos como magnéticos. Él sabe poner la base para retratar un mundo que le resulta tan sumamente familiar. El espectador no tardará en sentirse atraído por esa fotografía embaucadora, sucia y llena de matices. Todo ello aderezado con una banda sonora con matices setenteros.
La producción de Fincher, en la que también se encuentra Charlize Theron (‘Atómica’) y Ceán Chaffin (‘El Club de la Lucha’), se convierte un aporte especial al género 'noir'. Una serie a fuego lento que sabe atrapar al espectador y que me parece una de las grandes recomendaciones de este 2017. Porque es una ficción sobria y compleja hasta el final y porque tiene la gran virtud de tratar al espectador de una forma inteligente.
“Quien con monstruos lucha, cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.”
Friedrich Nietzsche