Casi dos horas se ha alargado el discurso de investidura de Emiliano García-Page como candidato socialista a presidir Castilla-La Mancha. Un bloque de decenas de medidas, anuncios, compromisos y llamamientos en los que el líder del PSOE regional ha resumido lo que será su programa político para los próximos cuatro años. Se trata de la primera sesión del Debate de Investidura, que proseguirá mañana con la intervención del líder de Podemos, José García Molina, y de la responsable regional del PP, María Dolores de Cospedal. Si se cumple lo previsto, García-Page será investido presidente este miércoles 1 de julio gracias al respaldo de los dos diputados de la formación morada, y en virtud del acuerdo entre ambos partidos, rubricado ayer mismo ante notario.
De hecho, los guiños a Podemos han sido constantes al inicio del discurso del socialista. Ha mostrado su agradecimiento a este partido hasta en tres ocasiones, aunque avanzando que presentaría el programa político de su partido, del que han salido los “puntos en común” con Podemos. Es más, la importancia dada a este programa la ha querido dejar patente haciendo entrega del mismo, junto con su Declaración de la Renta, a la Presidencia de la Cámara. Ligado a esta cuestión ha llegado su primer anuncio: la reforma de la Ley Electoral que obligará a los partidos políticos a presentar en público sus programas electorales antes de que empiece la campaña electoral. Ha hecho con ello referencia implícita a Cospedal, que hizo público su programa electoral a poco de terminar la campaña electoral.
Dicho esto, la llamada al diálogo ha sido constante, adelantando que el consenso “presidirá los próximos cuatro años”, algo que debería ser así incluso con gobiernos que tienen mayoría absoluta, para “no crearse su propia burbuja y aislarse de la sociedad”. Se trata de un momento, ha dicho, que “exige humildad política”, y eso le ha llevado a arremeter contra “quienes van a tener la tentación de asustar a la ciudadanía”. Y además ha querido destacar que no se dejará llevar “solamente por los titulares de los medios de comunicación que salen de los despachos”.
Tras esta introducción, García-Page ha nombrado los tres pactos que buscará antes de fin de año como “ejes vertebradores” del casi centenar de medidas que ha anunciado para la región: recuperación económica junto a empresarios y sindicatos; la recuperación social de los servicios públicos, esencialmente en educación y sanidad; y la recuperación política. Tras afirmar que se ha “roto por completo” el equilibrio institucional y “se ha despreciado el diálogo con todo el mundo”, ha adelantado que nada más tomar posesión convocará a empresarios y sindicatos para iniciar la ronda de contactos que lleven a la recuperación económica.
En este punto es cuando el líder socialista se ha dirigido personalmente a Cospedal: “en el momento que tome posesión la invitaré a venir a mi despacho para hablar del futuro de estos próximos cuatro años, de cómo podemos abordar la difícil situación económica e institucional de estos cuatro años”.
La reforma de la Constitución Española, transparencia política y rigor presupuestario
Su siguiente reflexión ha sido en torno a la validez de la Constitución Española, si bien añadiendo que “siendo la mejor, es mejorable”. Pide por ello un debate sobre su revisión con el consenso institucional necesario, porque “si no, mejor que no sea”. “No se puede negar la Constitución, pero sí mejorarla”. Ese cambio debe estar encaminado a blindar la sanidad y la publicación pública, para que dejen de ser “derechos vacíos”. El PSOE tramitará iniciativas legislativas para promover ese debate, y además, así quedará también reflejado en la futura reforma –ya anunciada- del Estatuto de Autonomía.
Tras criticar la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera del próximo 2 de julio, con algunos gobiernos autonómicos aún sin constituir, el candidato socialista ha anunciado antes de agosto un pleno monográfico para establecer la radiografía financiera de la región en el cambio de legislatura. También un grupo de expertos, ha dicho directamente al rector de la UCLM, se encargará de realizar un planteamiento exigente para “mejorar” la financiación de la comunidad autónoma, “sabiendo que se hace mucha falacia política con el juego de las balanzas fiscales”.
Este argumento le ha servido para pasar a hablar de transparencia y política. “La renovación de la política pasa porque la clase política deje de serlo, que no sea clase, y los cambios tienen que ver con ampliar la transparencia y la gestión pública”. Ha lanzado así un mensaje a los trabajadores públicos de la región, dejando claro que tendrá “el teléfono abierto si alguien quiere denunciar o criticar a cualquier alto cargo que le haya maltratado”. Una nueva oficina dependiente de la Presidencia velará además por la transparencia pública y el rigor presupuestario, y rendirá cuentas ante las Cortes. Otro anuncio ha sido que serán inhabilitados los que difaman, “los que se inventan escándalos que después se quedan a nada”.
García-Page ha pasado después a desgranar los diez ejes vertebradores de su programa político, siendo el primero de ellos su intención de llevar a cabo un “gobierno moderado”. “Actitud para gobernar en A, que no haya actitud en B”, ha destacado. Después, el rescate del estado del bienestar ha centrado buena parte de su alocución, con un “salto de la caridad a los derechos”, y anunciando que el primer objetivo del consejero de Educación será que no haya casos de malnutrición “ni en verano ni en invierno”.