Los archivos

Celebramos el domingo 9 de junio el Día Internacional de los Archivos y, como siempre, es mucho el camino que nos queda por andar en este ámbito. 

Tenemos la fortuna de tener una región con una enorme memoria a través de los archivos. Archivos nacionales, como los de la Nobleza, el Archivo Naval en el Viso del Marqués o el militar de Guadalajara -sería deseable una apertura pública del archivo de la Academia Militar toledana-. Archivos regionales, como el regional o los provinciales que gestiona la administración autonómica. Archivos municipales, alguno de ellos con fondos de indudable interés, los archivos religiosos -catedralicios, diocesanos o parroquiales- o los archivos particulares.

La Ley 19/2002 de 24 de octubre, de Archivos Públicos de Castilla-La Mancha, sigue sin desarrollarse, al menos en lo que se refiere al “deber de información y transparencia”. No se nos dice quién forma el Consejo de Archivos de Castilla-La Mancha y cuál ha sido su actuación en estos años -el portal de transparencia nos dice que “actualmente no hay contenido clasificado con este término”-, ni sabemos los archivos particulares que forman parte de la red de Archivos de Castilla-La Mancha, 

Los Archivos gestionados desde la Consejería de Educación, Cultura y Deporte no cuentan con un plan de gestión uniforme y pareciera que solamente actúan a petición de terceros, como cuando se requiere la reproducción fotográfica libre y gratuita, por fin conseguida. No hemos avanzado mucho con respecto a lo dicho el pasado año sobre la digitalización de nuestros archivos provinciales. Pareciera que han heredado del pasado sus distintas bases de datos. El investigador debe anclarse a aparatos de alguna generación pasada para acceder a las bases de datos sin poderlo hacer en red.

No hay publicados inventarios actualizados -salvo los fotográficos, y no todo-, y se carece de bases de datos con motores de búsqueda universales (siguen funcionando con las bases de Excel y Access). Los portales compartidos, como el Portal de Archivos Españoles (Pares), decíamos, es el ejemplo a seguir.

Tenemos la fortuna de tener una región con una enorme memoria a través de los archivos

Destacar, como lo hemos hecho otras veces, la labor del Archivo de Guadalajara con su convocatoria anual, esta vez las XVI Jornadas, bajo el título “El deber de la memoria” centradas en la Guerra Civil, aunque, y volvemos a la falta de coordinación, se solapen con las celebradas por la Diputación de esa provincia y la UNED sobre “Brihuega y Guadalajara en la Guerra Civil”, que se celebraron en marzo.

En el otro lado de la balanza, incluir al edificio del Archivo Histórico Provincial de Toledo que tiene la mitad del inmueble sin terminar de rehabilitar, dependencias que podrían dotarle de espacios para el almacenaje, la administración o para realizar más actividades para la investigación y la ciudadanía.

O del Ayuntamiento de Toledo, que de nuevo vuelve a mostrar su actualidad con actividades de difusión, que incluye exposiciones virtuales e interacciones con los vecinos y vecinas de la ciudad, publicaciones de su Archivo Secreto o actividades de restauración y conservación de sus fondos.

No nos cansamos de indicar la necesidad de la creación de un Archivo Regional de la memoria oral y de la música [fonoteca], o un Archivo y centro de estudios de la fotografía y cinematografía regional. No podemos seguir cubriendo el “expediente” a través de un archivo virtual de “la imagen y la palabra”, sino que se tiene que enmarcar en verdaderos centros de investigación y estudio, conservación y difusión del rico legado del patrimonio inmaterial que atesora nuestra región. 

Urge, por último, que la Consejería de Educación, Cultura y Deporte realice un plan sistemático de acopio de base de datos de la memoria de aquellas personas que han vivido o actuado en nuestra región y que están hoy en fondos documentales dispersos. Nos referimos a aquellos documentos que el devenir de la historia o los expolios han sacado de nuestra tierra y, al menos, digitalmente pueden ser consultados por los/as investigadores para reconstruir nuestro pasado, especialmente a aquellos fondos documentales que atañen a la memoria democrática sobre la guerra civil y postguerra.