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Un promedio de 28 personas mueren cada año en España en incidentes con armas de fuego durante la práctica de la caza [1] y Castilla-La Mancha lidera el ranking entre las comunidades autónomas acumulando cerca del 30% de todos los incidentes, según datos oficiales [2]. Esta elevada siniestralidad, que no es proporcional al número de licencias o a la extensión territorial de nuestra región, se explica en gran medida por la Ley de Caza de Cospedal, que fomenta a toda costa y con el menor control la caza intensiva y comercial, incluyendo modalidades de alto riesgo.
Por esta y otras razones, en las Cortes de Castilla-La Mancha se encuentra en tramitación un proyecto de ley de modificación de la Ley de Caza que ha incorporado ya en su elaboración previa importantes avances en aspectos como la defensa del uso público del monte, la conservación de la naturaleza y la protección del bienestar animal. Con el propósito de profundizar estos avances, desde el Grupo Parlamentario de Podemos hemos presentado varias enmiendas que serán debatidas y votadas próximamente en las Cortes regionales. Entre las diversas cuestiones planteadas, una de ellas en particular está suscitando un vivo debate social: la propuesta de aumentar a 16 años la edad mínima para cazar, en lugar de los 14 años que establece la Ley de Caza de Cospedal.
Por un lado, la Plataforma contra la Ley de Caza, integrada por más de 40 entidades sociales de todo tipo, ha pedido a PSOE y Podemos un último esfuerzo para acordar un aumento de la edad mínima para cazar, con independencia de lo que establezca el obsoleto reglamento de armas estatal, apuntando incluso que lo lógico es que no se pueda cazar sin tener la mayoría de edad. Por otro lado, algunas asociaciones del poderoso lobby cinegético, que no representan a todo el sector, han manifestado su radical oposición a esta propuesta porque supone, en su opinión, cortar el relevo generacional para intentar acabar con la caza [3].
Conviene aclarar de partida que el declive del sector cinegético se viene produciendo desde hace décadas y no depende de la edad mínima para cazar, sino que responde a cambios sociales, económicos y culturales amplios que comprenden desde la creciente sensibilidad social contra el maltrato animal hasta la propia transformación del medio rural, donde han ganado importancia diversas actividades económicas y de ocio alternativas, que se ven afectadas negativamente por la caza. Quienes legislamos tenemos la responsabilidad de acompañar estos cambios con actualizaciones normativas a favor de la mayoría social.
En España la edad mínima para trabajar, para contraer matrimonio o de consentimiento sexual es de 16 años. Con 14 años no se puede ni siquiera conducir una motocicleta de la menor cilindrada, desde que en 2010 se elevó también la edad mínima para ello. Por debajo de los 16 años hablamos prácticamente de niños y niñas y un arma de caza no es un juguete. Tanto por una consideración de seguridad como de protección de los derechos de la infancia y del resto de personas que disfrutan el medio natural es necesario equiparar la edad mínima para cazar a al menos aquella en la que, en términos generales, el conjunto de la sociedad actual considera que una persona es mínimamente responsable.
Por otra parte, el reglamento de armas estatal no impide en absoluto que las leyes de caza autonómicas incrementen la edad mínima para cazar. Que este obsoleto reglamento mantenga todavía a día de hoy los 14 años como edad mínima para manejar armas indica, en todo caso, la necesidad de actualizarlo también. Comunidades autónomas como Canarias o Galicia ya han dado el paso de aumentar la edad mínima para cazar, en este último caso, siguiendo la recomendación del Defensor del Pueblo gallego y con el apoyo del PP de Núñez Feijóo [4].
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la enmienda de Podemos para aumentar a 16 años la edad mínima para cazar en Castilla-La Mancha aparece como una propuesta prudente, responsable y sensata que permite al menos avanzar en la dirección adecuada. La posibilidad de que esta enmienda se apruebe y se incorpore finalmente a la ley dependerá del voto del PSOE, que hasta ahora ha defendido, como el PP, la posición extremista y desfasada del lobby cinegético de mantener como edad mínima los 14 años de la Ley de Caza de Cospedal. ¿De verdad va a ser el PSOE de Page más conservador aún que el PP de Núñez Feijóo? Lo comprobaremos en las Cortes regionales en estas próximas semanas.
[1] https://www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf/info-verdades-caza.pdf
[2] https://www.ecologistasenaccion.org/article34057.html
[3] http://www.eldiario.es/clm/minima-cazar-enfrentamiento-cazadores-ecologistas_0_735626812.html
Un promedio de 28 personas mueren cada año en España en incidentes con armas de fuego durante la práctica de la caza [1] y Castilla-La Mancha lidera el ranking entre las comunidades autónomas acumulando cerca del 30% de todos los incidentes, según datos oficiales [2]. Esta elevada siniestralidad, que no es proporcional al número de licencias o a la extensión territorial de nuestra región, se explica en gran medida por la Ley de Caza de Cospedal, que fomenta a toda costa y con el menor control la caza intensiva y comercial, incluyendo modalidades de alto riesgo.
Por esta y otras razones, en las Cortes de Castilla-La Mancha se encuentra en tramitación un proyecto de ley de modificación de la Ley de Caza que ha incorporado ya en su elaboración previa importantes avances en aspectos como la defensa del uso público del monte, la conservación de la naturaleza y la protección del bienestar animal. Con el propósito de profundizar estos avances, desde el Grupo Parlamentario de Podemos hemos presentado varias enmiendas que serán debatidas y votadas próximamente en las Cortes regionales. Entre las diversas cuestiones planteadas, una de ellas en particular está suscitando un vivo debate social: la propuesta de aumentar a 16 años la edad mínima para cazar, en lugar de los 14 años que establece la Ley de Caza de Cospedal.