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Hoy, parodiando la entrega de los Premios Naranja y Limón, nos toca hablar del premio dulce, de las buenas prácticas que se realizan en la gestión de nuestro Patrimonio Cultural. Y lo hacemos con cuatro entidades radicadas en Guadalajara: la biblioteca, el archivo, el instituto y el museo provincial. Cuatro entidades 'periféricas' que cumplen con creces la labor que la administración les encomienda.
La Biblioteca Provincial de Guadalajara, además de contar con una Asociación de Amigos, ha tenido a lo largo de su historia excelentes directoras y directores que han sabido iniciar y mantener unas convocatorias que han hecho del Palacio Dávalos un lugar vivo y participativo, A la anterior bibliotecaria, la reconocida Blanca Calvo Alonso-Cortés, le ha sustituido su actual director Jorge Gómez González. Colaboradora del ya internacionalmente conocido certamen de cuentacuentos o 'maratón de cuentos' organizado por el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, o jornadas temáticas, como la actual sobre 'el pan nuestro', o el papel activo de autores de la provincia en la presentación de libros, charlas, conciertos, exposiciones, realización de mesas redondas y talleres, etc. Hay que pensar que la Biblioteca Regional del Alcázar, que tiene también esta panoplia de actividades, cuenta con mayores fondos, presupuestos, infraestructura y recursos humanos, por lo que el mérito de la biblioteca alcarreña es aún mayor.
Por su parte, el Archivo Histórico Provincial, no le queda a la zaga. Dirigido por el veterano archivero y gestor cultural Rafael de Lucas, y con una Asociación de Amigos, realiza exposiciones, conferencias, visitas guiadas, etc. y, sobre todo unas jornadas que, aunque se titulen “de Castilla-La Mancha de investigación en archivos”, reciben la atención nacional por el interés que despiertan sus propuestas y calidad. Por su XV edición, este año el tema escogido es 'Enfermedades y Muerte' y durante las mismas se han realizado interesantes conferencias, ponencias, exposiciones monográficas y concierto.
Al Instituto de Enseñanza Secundaria Brianda de Mendoza lo titulamos como 'provincial' pues así se ha denominado históricamente uno de los considerados más antiguos de los de su clase, reconocido ahora 'Instituto Histórico de Castilla-La Mancha'. Su moderna y funcional ubicación actual se debe al traslado desde su anterior sede en el actual Instituto (también Histórico por el edificio que lo alberga) Caracense. Posee el Instituto un archivo y biblioteca con fondos antiguos, y una espléndida colección museográfica en parte heredada de la universidad seguntina, desarrollando una intensa labor de investigación, conservación y divulgación de sus fondos, o haciendo préstamos para que sus pares (museo, biblioteca y archivo provincial) realicen exposiciones temporales.
Por último, el Museo de Guadalajara (antes Museo Histórico Provincial), el más antiguo de España de los de su clase, fue también uno de los primeros del país en montar los fondos permanentes de un modo ahora muy extendido: por puntos o elementos temáticos. Aunque constreñido por las limitaciones que impone su espacio expositivo dentro del emblemático Palacio de los Duques del Infantado y su estado de conservación. Fernando Aguado ha sabido tomar el testigo de su antecesor, el reconocido arqueólogo Dimas Fernández-Galiano, realizando con su equipo interesantes exposiciones temporales, jornadas y conferencias, convocatoria de talleres y visitas específicas para niños y jóvenes, aparte de lo que la propia Asociación de Amigos del Museo realiza.
Los cuatro centros tienen en común, además de su antigüedad, el haber desarrollado durante la pandemia una 'realidad virtual' que ha prolongado su actividad más allá de sus puertas y ha modernizado la gestión cultural en la provincia alcarreña. Y los cuatro destacan por dinamizar culturalmente la capital y provincia a la que deben sus servicios. Lo cual nos hace reclamar la autonomía de gestión –a pesar de contar con magros recursos-, y la audacia en los objetivos, en el diseño y realización de actividades culturales que redundan en el incremento de investigación y en la excelente divulgación de sus fondos museísticos, archivísticos y bibliográficos.
Hoy, parodiando la entrega de los Premios Naranja y Limón, nos toca hablar del premio dulce, de las buenas prácticas que se realizan en la gestión de nuestro Patrimonio Cultural. Y lo hacemos con cuatro entidades radicadas en Guadalajara: la biblioteca, el archivo, el instituto y el museo provincial. Cuatro entidades 'periféricas' que cumplen con creces la labor que la administración les encomienda.
La Biblioteca Provincial de Guadalajara, además de contar con una Asociación de Amigos, ha tenido a lo largo de su historia excelentes directoras y directores que han sabido iniciar y mantener unas convocatorias que han hecho del Palacio Dávalos un lugar vivo y participativo, A la anterior bibliotecaria, la reconocida Blanca Calvo Alonso-Cortés, le ha sustituido su actual director Jorge Gómez González. Colaboradora del ya internacionalmente conocido certamen de cuentacuentos o 'maratón de cuentos' organizado por el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, o jornadas temáticas, como la actual sobre 'el pan nuestro', o el papel activo de autores de la provincia en la presentación de libros, charlas, conciertos, exposiciones, realización de mesas redondas y talleres, etc. Hay que pensar que la Biblioteca Regional del Alcázar, que tiene también esta panoplia de actividades, cuenta con mayores fondos, presupuestos, infraestructura y recursos humanos, por lo que el mérito de la biblioteca alcarreña es aún mayor.