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Falta de ambición de Talavera

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Recientemente se ha inaugurado la exposición “Hércules en Talavera de la Reina. El retorno de un héroe” en el Museo Ruiz de Luna. Muestra que continuará abierta hasta el día 2 de julio. La pieza estrella es el Hércules del siglo II, descubierto en 1996 entre la calle de San Clemente, Entretorres y la Ronda Sur. Completan la exposición 125 piezas que estaban depositadas en el museo provincial procedentes de diversos yacimientos de la comarca y de la ciudad de la cerámica.

La muestra de mármoles y pavimentos; monedas, objetos metálicos, cerámicas y objetos de adorno personal, representando a varios yacimientos de la comarca y la ciudad de Talavera se convierte en un itinerario explicativo de lo que fue la Caesarobriga romana,dando, como es preceptivo, un tratamiento de género montando un apartado especial a la mujer romana.

Sin entrar a valorar la calidad de la exposición, que por otra parte es correcta en el montaje y diseño, nos llama la atención que las autoridades municipales talabricenses se contenten con este pequeño triunfo que llena las aspiraciones vindicativas sobre la autonomía de la ciudad frente a la capital de provincia (objetivo cubierto, por cierto, por decenas de muestras que otros ayuntamientos han montado en otros tantos museos locales), y no sean capaces de conseguir abrir un Museo de la ciudad y su Tierra para un núcleo urbano que por su categoría demográfica y protagonismo geográfico, por su rica histórica y nutrido patrimonio cultural, debe tener.

La falta de un Museo Nacional de Cerámica

Esa misma falta de ambición hace que, una ciudad que ha conseguido distinguirse -gracias a la iniciativa social de una Asociación Cultural (Tierras de Cerámica)- por la distinción de su cerámica como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, no tenga un “Museo Nacional de Cerámica” que, por no entrar en contradicción con el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí de Valencia, podría tener dos sedes (no sería el primero, pues ya las tiene -en Alcobendas y en La Coruña- el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, MUNCYT), sumándose así a la política descentralizadora que promociona el Ministerio de Cultura.

Ya apostamos por que la colección de Vicente Carranza, adquirida por la Junta de Comunidades y una de las más importantes de España, con casi medio millar de piezas de azulejería, objetos de vajilla, botes de farmacia y otras piezas, pasase a formar parte del fondo museográfico del Ruiz de Luna. La falta de espacio hace que el museo se deba plantear una ampliación necesaria para que sea una institución museística con todas las dependencias necesarias para una óptima gestión a la vez que generador de actividad cultural y social para una ciudad que verdaderamente así lo reclama.

La dependencia del Ministerio de Cultura podría solucionar esta carencia de medios que le impide tanto su papel museístico como la identidad que merece. El Museo Ruiz de Luna podría insertarse así en la red de museos que, sobre la cerámica, existen en el mundo, ya que en la situación actual resulta un híbrido que le impide cumplir el objetivo de “museo de la ciudad” o llegar a ser un verdadero museo monográfico sobre la cerámica talabricense.

Recientemente se ha inaugurado la exposición “Hércules en Talavera de la Reina. El retorno de un héroe” en el Museo Ruiz de Luna. Muestra que continuará abierta hasta el día 2 de julio. La pieza estrella es el Hércules del siglo II, descubierto en 1996 entre la calle de San Clemente, Entretorres y la Ronda Sur. Completan la exposición 125 piezas que estaban depositadas en el museo provincial procedentes de diversos yacimientos de la comarca y de la ciudad de la cerámica.

La muestra de mármoles y pavimentos; monedas, objetos metálicos, cerámicas y objetos de adorno personal, representando a varios yacimientos de la comarca y la ciudad de Talavera se convierte en un itinerario explicativo de lo que fue la Caesarobriga romana,dando, como es preceptivo, un tratamiento de género montando un apartado especial a la mujer romana.