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Esta entrada comienza a gestarse el domingo 28 de mayo, jornada electoral. Sobre las 11.30 salgo de casa para ir a ejercer mi derecho a voto, normalmente no me gusta prestar mucha atención al periodo anterior de precampaña... Creo que los políticos y las políticas deberían estar los cuatro años precedentes así, en clave de elecciones, ya que muchas veces como ciudadana tengo la sensación de que cuando se consigue estar en el poder se olvida lo humano. En precampaña paseas por las calles del barrio, de la ciudad, del pueblo y todo son obras, se respira movimiento electoral, arreglado de aceras, parques, pavimentado, asfaltado, limpieza, iluminación y promesas, más promesas.
Aunque me defino como pasional nunca creo que he perdido por ello cierta dosis de racionalidad. Y en esta ocasión he ido a votar con mucha dosis de racionalidad, al menos de mi racionalidad, porque en esto, como para todo lo demás, para gustos los colores.
Justo al volver de votar (reconozco que tardé más de lo normal ya que vi a más gente amiga/conocida votando que cuando voy a por el pan), leí que había fallecido Antonio Gala, y empecé a bucear entre sus frases más conocidas. Algunas de ellas me hicieron reflexionar. “A la política se dedican quienes no sirven para otra cosa”; “Todo progreso que no sea humano, no es progreso”; “No soy pesimista. Soy un optimista bien informado”.
A lo largo de estos últimos meses justo he pensado que ahora cualquiera crea un partido. De hecho, para crear un partido político solamente se necesitaría ser una persona física, mayor de edad, sin delitos penales, y estar apoyado por otras dos personas más. Así sin más. Pero ¿cualquier persona que cubra estas simples características vale para dedicarse a la política? Hay otras características que son esenciales, no sé qué pensáis, además de la preparación académica, estaría sin duda la capacidad de comunicación, liderazgo, autocrítica, compromiso, análisis, consistencia, transparencia, honestidad, credibilidad, coherencia, entusiasmo, empatía, estrategia, y seguro muchas otras.
A todo esto, la participación en Castilla-La Mancha era a las 14:00 del 41,05%, subiendo un 3,34% con respecto a las elecciones de 2019. Y viendo, ya pasadas las 00:00 horas, como la victoria de uno (PSOE) u otro (PP) partido se dirimiría por muy pocos votos, desde luego fue una noche de infarto para todos. La política es muy apasionante y desagradecida a la vez pensaba en esos momentos, intentando entender qué pasaría si el PSOE no conseguía la mayoría absoluta o si el PP ganaba con acuerdos y alucinando con el comportamiento de voto hacia Vox.
Ahora que ya sabemos que en Castilla-La Mancha vuelve a gobernar el PSOE, y con mayoría absoluta, es momento de devolver a la ciudadanía la misma confianza que esta ha depositado en ellos, el PSOE tiene durante estos próximos cuatro años la gran oportunidad de demostrar que Castilla-La Mancha es más social que nunca y que lo humano no pierde batalla ante el poder que se ostenta. Que como decía el gran Gala, “todo progreso que no sea humano, no es progreso”.
"Las obras y más obras están muy bien pero que hay otras 'obras' que no pueden esperar más como la tasa de desempleo que supera el 15%; el paro juvenil, que en Castilla-La Mancha se situaba en el primer trimestre de 2023 en un 32,81%
Que las obras y más obras están muy bien pero que hay otras “obras” que no pueden esperar más como la tasa de desempleo que supera el 15%; el paro juvenil, que en Castilla-La Mancha se situaba en el primer trimestre de 2023 en un 32,81%; las listas de espera para intervenciones quirúrgicas, la inclusión educativa de los niños y niñas con discapacidad, la mejora de la conexión entre capitales de provincias y entre estas y muchos pueblos, etc. No nos creamos que las elecciones se ganan en Twitter solamente.
Y finalmente, el poder de la información. Decidir ser optimistas pero informados. Nos encontramos cada vez más ante una sociedad desinformada (o sobreinformada) y sobre todo carente o deficitaria en capacidad de análisis crítico, que no todo es “el Sálvame de Tele 5” que, por cierto, por fin desaparece de la parrilla de la programación de esta cadena después de 14 largos años de emisión, de gritos, insultos, peleas y demás espectáculo en busca de aumentar la audiencia.
No digo que el sentido crítico mejore gracias a los medios de comunicación, pero sin duda es cierto que éstos tienen mucha influencia en los comportamientos de los ciudadanos y las ciudadanas. Por lo que no nos queda otra que cultivar la autocrítica, el pensamiento propio, adquirido por convicción, y como vengo diciendo, la reflexión, para ser intelectualmente libres.
A primera hora de la mañana del lunes 29, el presidente del Gobierno de España comparecía comunicando el adelanto de las elecciones generales, nada más y nada menos que al 23 de julio, con la caló (si el cambio climático lo permite) y haciéndose viral el gesto de Àngels Barceló.
Y ahora, ¿qué toca? Ahora toca esperar… Pero recuerden, con reflexión, pensamiento propio y sentido crítico.
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