La intensa presión sindical, social y política contra los cierres de Siemens Gamesa en As Somozas y Cuenca no ha conseguido aún abrir brecha en la multinacional, que exhibe beneficios millonarios mientras sigue avanzando como un panzer en la mesa de negociación de los ERE con los que pretende despedir a 266 trabajadores y largarse a Portugal.
Hay que cambiar de escenario. Abrir otra mesa donde además de la empresa y los trabajadores esté el Gobierno de España y estén los gobiernos de Galicia y de CLM. Para que digan ahí lo que están dispuestos a hacer; para que dejen claro a la empresa lo que hay en juego; para materializar con hechos concretos su compromiso con los trabajadores, con la defensa del empleo y de la actividad industria en un sector, el de las energías renovables, al que no se le puede negar protagonismo ni apoyo. Y para que Siemens Gamesa diga también lo que está dispuesta a poner de su parte, además del cazo de megawatios y contratos.
Los representantes de los trabajadores de las plantas eólicas de Siemens Gamesa en As Somozas (A Coruña) y Cuenca y sus sindicatos, CCOO-Industria y FICA-UGT, siguen congregando aliados en la defensa de la actividad industrial y de los puestos de trabajo de ambas factorías, que la empresa quiere cerrar para trasladarse a Portugal.
La práctica totalidad de los partidos políticos españoles se han alineado contra la deslocalización que Siemens Gamesa pretende llevar a cabo. En las localidades, provincias y comunidades autónomas afectadas; en el Congreso de los Diputados, en la Comisión en y el Parlamento Europeo, se han aprobado o hay en marcha diversas iniciativas cuestionando la decisión de Siemens Gamesa y exigiendo a la multinacional que rectifique. La última, de esta misma mañana, es una “Proposición No de Ley sobre medidas alternativas al cierre” presentada por Unidas Podemos para su debate en la Comisión de Industria del Congreso, donde contará previsiblemente con el respaldo de todos los grupos parlamentarios.
A petición de los comités de empresa de las factorías de As Somozas y Cuenca, que se han reunido hoy presencialmente en el Congreso con diputados de UP, PSOE y Vox (el resto de los grupos han expresado su apoyo por teléfono o medios telemáticos), la PNL comienza instando al Gobierno de España a “emplazar a Siemens Gamesa, a la representación de las y los trabajadores y a las administraciones públicas a buscar soluciones”.
Hoy hace justo un mes, tras anunciar Siemens Gamesa su decisión de cerrar las dos plantas, el Gobierno de España y los dos gobiernos autonómicos afectados, el de Galicia y el de Castilla-La Mancha, emitieron un comunicado conjunto rechazando la decisión de la empresa y expresando su “compromiso para buscar soluciones que garanticen el mantenimiento de los puestos de trabajo”.
Ayer, los comités de empresa y los sindicatos recordaron al Gobierno que este compromiso debe sustanciarse, y con urgencia. El periodo de consultas de los ERE para despedir a los 215 trabajadores de As Somozas y los 51 de Cuenca concluye el próximo jueves, 18 de febrero.
En las cuatro reuniones mantenidas hasta ahora en esa mesa de negociación, Siemens Gamesa no se ha movido ni un ápice, pese a la intensa presión sindical y política y pese a que en este mismo periodo el fabricante de aerogeneradores presentó sus brillantes cuentas del primer trimestre del ejercicio fiscal 2021 (que va de octubre a diciembre de 2020), en el que obtuvo un beneficio de 11 millones de euros.
Pese a todo ello, pese a lo impresentable de su posición, pese al rotundo rechazo sindical, político y social, la determinación de Siemens Gamesa de cerrar sus plantas españolas, donde la multinacional mantiene otros múltiples intereses -y lucrativos contratos y negocios- se mantiene inamovible.
Queda una carta: abrir de inmediato la mesa de diálogo en la que todas las partes -la empresa, los representantes de sus trabajadores y los gobiernos implicados- dicen estar dispuestas a sentarse, y cuya convocatoria corresponde al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Siemens Gamesa tiene que dar la cara también ahí; dar explicaciones; escuchar propuestas, explicar qué está dispuesta a poner de su parte -además del cazo de megawatios y contratos.
Los Gobiernos de España, de Galicia y de Castilla-La Mancha también tienen que decir ahí lo que están dispuestos a hacer; dejar claro a la empresa lo que hay en juego; materializar con hechos concretos su compromiso con los trabajadores, con la defensa del empleo y de la actividad industria en un sector, el de las energías renovables, al que no se le puede negar protagonismo ni apoyo. Por lo que a la fábrica de Cuenca respecta, nos consta que el Gobierno de CLM trabaja en la búsqueda de alternativas; que el Ayuntamiento de Cuenca ha brindado reiteradamente su disposición a facilitar lo que esté en su mano. Que toda la ciudad está pendiente del futuro de la factoría de Siemens Gamesa, una sus poquísimas industrias.