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En primer lugar, para entender la función del trabajador social en el equipo de geriatría tenemos que partir desde este punto: la disciplina de trabajo social busca principalmente promover el cambio, involucrar a las personas y su entorno para hacer frente a los desafíos de la vida y aumentar el bienestar.
Asimismo, la geriatría es la rama de la medicina que se ocupa de estudiar la vejez y todos los trastornos que la misma conlleva:
Son dos conceptos que hemos de enlazarlos, unirlos, para entender la intervención del trabajador social en este ámbito de actuación.
Los cambios en la vejez son biológicos, psicológicos y sociales. Por ello para una completa intervención con los trastornos en las personas mayores hemos de intervenir desde este enfoque bio-psicosocial. “La salud es un estado de perfecto (completo) bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad” según la definición de la OMS.
No tiene ningún sentido intervenir solamente en las áreas que requieren atención médica si desatendemos o no valoramos su entorno más próximo, sus capacidades y las necesidades que requiere para un completo éxito.
Ejemplo de ello es que de nada sirve si a una persona mayor con demencia se le pauta un tratamiento farmacológico y no tiene supervisión para una adecuada ingesta de las dosis indicadas por el especialista. Lógicamente esa intervención sanitaria fracasará si no se hace un estudio integral, un estudio de su entorno, se interviene para que tenga supervisión, y cubrir las necesidades que se detecten en la persona mayor.
De igual manera el paciente que hasta edad avanzada han estado totalmente autónomo, pero por una caída, una enfermedad sobrevenida o accidente, se queda sin esperarlo totalmente dependiente, no solo tendremos que paliar su dolor y tratar la enfermedad, sino tratar el entorno social, familiar, comunitario, y tratar las posibilidades de autocuidado en domicilio, estudiar cómo va ha ser su vida después de esta situación clínica y qué calidad asistencial podrá tener.... Un estudio e intervención social para que dentro de su dependencia tenga bienestar, y buscarlo tras un proceso de incapacitación temporal o crónico, lo cual los hace mucho mas vulnerables.
Investigaremos una serie de factores antes de su vuelta al domicilio, en el caso de una hospitalización o desde consultas externas. Algunos de estos factores son apoyos sociales y familiares con los que cuenta, si sufre aislamiento, muy importante en qué condiciones vuelve a su domicilio y en ocasiones si es posible su vuelta a domicilio. Siempre -y digo siempre- respetando la autodeterminación de la persona mayor, cuando esta tenga la capacidad mental para tomar decisiones.
Por tanto la intervención de la trabajadora social en geriatría es buscar el bienestar, promover los cambios sociales necesarios para garantizar la atención necesaria y proteger a la persona mayor con trastornos asociados a la vejez.
Durante los diez años que llevo trabajando en geriatría puedo decir que he vivido la vulnerabilidad, la fragilidad de las personas mayores. Algunas características comunes que me he encontrado han sido aislamiento social, falta de cuidados personales, falta de higiene, mala atención, distancia emocional de los hijos, soledad, desprotección, sentimientos de tristeza por ser una “carga” para los suyos... Asimismo, en los familiares también he encontrado miedos, inseguridades en cuanto al cuidado, sobrecarga, 'burnout', situaciones límite en cuanto al estado físico y emocional, sentimiento de culpa, e impotencia por no poder atender a sus mayores.
Por todo ello el profesional del trabajo social en geriatría es un profesional objetivo, que es mediador entre la persona mayor y su entorno, social, familiar y comunitario, que buscar la protección del anciano, la calidad de vida en situaciones vulnerables. Dar seguridad a una persona mayor en situación de fragilidad es una de nuestras principales intervenciones, por encima de los recursos sociales públicos o privados que se puedan tramitar. El transmitir que no esta solo, que la trabajadora social va a estar a su lado, acompañándole en este proceso, es nuestra principal labor dentro de la intervención con mayores: dar seguridad, tranquilidad, es escuchar, es entender sus necesidades, tender puentes y de alguna manera hacerle ver que nosotros como profesionales estamos a su lado, tanto para la persona mayor como para la familia.
Sin duda el trabajador social en el equipo de geriatría es una pieza fundamental para la atención integral las personas mayores.
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