Se plantea la construcción de un aeródromo en una zona de suelta de linces
La principal causa de muertes de lince ibérico en España es el atropello. El año pasado fueron aproximadamente unos 23-24 ejemplares (casi todos en Andalucía) los que murieron en estas circunstancias en España. En Castilla-La Mancha las actividades del hombre (caza y trampeo) son las principales causas de la muerte de estos animales que se encuentran en peligro de extinción y que se está tratando de introducir en la comunidad con el programa Life+Iberlince, financiado con varios millones de euros por la Unión Europea.
En plena zona de suelta de los animales, al lado de Torre de Juan Abad, la localidad donde se han realizado las sueltas, y dentro de la finca 'La Caminera' de Torrenueva (Ciudad Real), se ha proyectado la construcción de un aeródromo de 1.620 metros de longitud y 80 metros de ancho con superficie de hormigón anexa a las otras construcciones que tienen los promotores de esa finca, que son un hotel y un campo de golf. El hotel cumple toda la legislación vigente mientras que el campo de golf no, con dos resoluciones de impacto ambiental presentadas y ambas negativas.
A pesar de no tener los permisos ambientales necesarios ello no fue impedimento para que este campo de golf se abriera e incluso fuese promocionado por la Junta de Comunidades en Fitur 2014, estando además dentro de los planes de turismo de la propia Junta aunque el complejo no contase con los permisos medioambientales necesarios. Un recinto que a día de hoy sigue abierto aunque no tenga esos permisos ejerciendo la actividad.
Es una zona declarada de especial protección especialmente de aves y por ello requiere de unos permisos especiales. La zona también es cuna, aparte de la reintroducción del lince, de otras especies en peligro como el águila imperial blanca. Esas situaciones hacen que la Consejería de Agricultura haya ordenado realizar un estudio de impacto ambiental previo para analizar si la construcción del aeródromo es plausible y compatible con el medio natural.
Tanto el hotel como el campo de golf sin los permisos necesarios y esta pista para aeronaves son propiedad de la misma empresa, en un proyecto global que lleva en pie desde 2007 en dicha localidad ciudadrealeña. El campo de golf tiene en trámite su tercer expediente de estudio de impacto ambiental, a la espera de que esta vez sí sea positivo pero abierto mientras tanto (rechazado en 2007 y el siguiente en 2008).
Las denuncias hechas por SEO/Birdlife y los antecedentes por la zona de especial protección natural que es, en el BOE publicado se señala que “por la elevada sensibilidad ambiental y limitada capacidad de carga el proyecto debe someterse a una evaluación de impacto ambiental ordinaria por tener efectos significativos sobre el medio ambiente”.