El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado hoy durante la celebración del Día de la Región que va solicitar al Consejo Consultivo de esta comunidad autónoma un informe para estudiar la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional la Ley de Amnistía, tal y como ya ha anunciado su homóloga en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
“España entera estaba ayer pendiente de una decisión. Mi discrepancia no es solo constitucional sino que es de fondo. El perdón no se contrata, se da o no se da, pero no se hace a cambio de nada y menos a cambio de un chantaje”, ha declarado en su discurso en el acto institucional celebrado en Toledo, donde ha indicado que entiende que “debería ser el deseo de la mayoría que esa duda que se puede tener -sobre si la ley es constitucional- quede despejada”.
En este sentido, ha aseverado que su “discrepancia seguirá adelante independientemente de la acción de la justicia”, en referencia a la aplicación que vaya a realizarse tras la aprobación de esta ley. “Tengo la obligación como presidente [de Castilla-La Mancha] de velar por los intereses de esta región. Para mí eso está por encima de cualquier otra circunstancia”, ha aseverado.
“Ese es el encargo que tengo de las instituciones regionales y de las Cortes: velar claramente por si cualquier norma, la que sea en España de otras autonomías o del propio Gobierno de España o del Parlamento o del Senado, del Congreso o del Senado, si cualquier disposición afecta a los intereses de esta región y particularmente a nuestros intereses directos y a nuestras competencias”, ha agregado en este sentido.
“Una agresión al concepto de igualdad”
Así, ha explicado que esta semana van a solicitar al Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha el informe preceptivo para que “se indague con claridad, independencia y normalidad constitucional cuales son las posibilidades de que esta región se defienda de lo que consideramos una agresión al concepto de igualdad”, y “que lo haga ante el Tribunal Constitucional”.
García-Page había comenzado su intervención con un mensaje conciliador horas después de que el Congreso hubiera aprobado la Ley de Amnistía. “El idioma está para entendernos”, decía el presidente de Castilla-La Mancha para citar la gran obra de Miguel de Cervantes. “En la segunda parte de El Quijote, en Barcelona, perdió su segunda batalla, recuperó la cordura y volvió a su tierra; no es mal mensaje para algunos”.
Sin embargo, tras haber hecho varias referencias al “diálogo” y a la Constitución del 78 durante el discurso que ha ofrecido durante media hora, el presidente regional ha introducido esta novedad en su discurso para dar a conocer su intención de recurrir una ley aprobada en el Congreso de los Diputados, donde la registró su propia formación en solitario y a la que se ha mostrado contrario desde que comenzó a debatirse.
“He jurado defender los intereses de esta tierra”
“Por si alguien puede tener alguna duda sobre si me importa más mi organización política o me importa más cualquier otro tipo de interés electoral o político, yo he jurado defender los intereses de esta tierra y para mí ese juramento no es protocolario. Lo he hecho con el firme propósito de acatar las normas y cumplir con mi compromiso. Ojalá lo pudiera hacer todo el mundo en nuestro país”, ha subrayado.
García-Page, que ha rematado esta referencia a la nueva ley señalando que “la convivencia es lo contrario a cualquier tipo de chantaje”, ha afirmado que es “muy conocida” su opinión “personal y política sobre el proceso de la amnistía”. “Más allá de las discusiones constitucionales, que son enormemente importantes, yo tengo una oposición de fondo sabiendo que además en democracia hay que aceptarlo. Aunque discrepes hay que aceptar lo que se diga. Hay que acatarlo incluido dentro de las organizaciones políticas. Pero mi discrepancia no es constitucional solo. Es de fondo”.