Fomento da los primeros pasos para el recrecimiento del pantano de Camarillas
La maquinaria para ejecutar el recrecimiento de la presa de Camarillas, en Hellín, ya se ha puesto en marcha. Hace unos días la Comunidad de Regantes de La Horca-Agramón, recibió una misiva de la empresa Acuamed, que llevará a cabo estas obras, solicitando a estos regantes que confirmen “su interés en el desarrollo de la actuación”.
Las obras de la presa, que están contempladas en los Presupuestos Generales del Estado de 2016, suponen una inversión de 36 millones de euros, forman parte del Plan del Segura y del Júcar y servirán para ampliar el embalse de Camarillas para que pueda almacenar 300 hectómetros cúbicos más de agua. El problema es que ese recrecimiento se hará a costa de inundar 650 hectáreas de superficie de tierras de la provincia de Albacete, la mayoría de ellas de la pedanía hellinera de Agramón.
Además, todo ello supone que el beneficio no se quedará en la provincia sino que es para seguir dotando de recursos hídricos a la vecina región de Murcia y a sus agricultores. En cambio, las tierras que quedarán inundadas hoy en día tienen uso agrícola y son el motor económico de la zona este de Albacete.
Acuamed espera, por tanto una respuesta de estos regantes, pero esta nunca llegará. “Vamos a ignorar a la empresa”, asegura el presidente de los regantes de La Horca- Agramón, José Manzanedo, que insiste en que la comunicación no debe ser con la empresa sino entre administraciones. En cuanto a su posición, dice Manzanedo, es la de oponerse a esta obra que “terminará haciéndose sí o sí porque el gobierno ya lo tiene decidido”.
Hellín, el término municipal perjudicado
Desde que se conociera la intención de aumentar la presa, las administraciones afectadas -Ayuntamiento de Hellín, Diputación de Albacete y Gobierno de Castilla-La Mancha- se han mostrado abiertamente contrarias. Tras hacerse pública la llegada de esta misiva a los regantes de La Horca-Agramón, el alcalde de Hellín ha asegurado a esta redacción que el Consistorio no ha recibido comunicación alguna ni de Acuamed ni del Ministerio o la Confederación del Segura sobre el tema, lo que supone, dice Ramón García, “ignorar no sólo al Ayuntamiento sino a los 30.000 habitantes de la localidad”.
Cree que con esta manera de proceder “no se están dando los pasos adecuados” e insiste en que cuenta con el apoyo, no sólo del resto de las administraciones anteriores sino de todos los grupos políticos que conforman el Consistorio de Hellín para hacer frente a las intenciones de llevar a término el recrecimiento.
Las pedanías de Agramón y Las Minas serán las grandes damnificadas por el aumento de la presa, dejando a sus propietarios sin terreno. Pero además, el agua que almacenará la presa, una vez ampliada, cubrirá el yacimiento arqueológico de El Tesorico.
Un ultimátum a los regantes
Para el delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, la carta con la que el Estado, a través de Acuamed, avisa a los regantes de La Horca-Agramón, tiene tiene un claro objetivo: “dar un ultimátum a los regantes de las Minas y Agramón, concienciarles de que no hay marcha atrás, anunciando que sus cultivos van a ser anegados, a cambio de una indemnización, y eliminando para siempre su forma de vida”.
Según los plazos propuestos por Fomento, el recrecimiento estaría finalizado para el próximo 2018. Hasta entonces, y con los dos Planes Hidrológicos que los sustentan, el del Júcar y el Segura, recurridos por el Ejecutivo Autonómico, las administraciones implicadas intentarán defender los intereses de Albacete. Por el momento el Ayuntamiento de Hellín sigue a la espera, tal y como asegura su alcalde, de recibir respuesta del Ministerio de Fomento al que “remitimos una carta mostrando nuestra negativa a las obras para ampliar la presa de Camarillas y pidiendo una cita”.
A sabiendas de que el agua que almacenará el embalse será para uso y disfrute de la Región de Murcia y no repercutirá en beneficio de agricultores de la zona, la negativa desde Albacete se hace lógica. Tanto así que el presidente de los regantes de La Horca-Agramón, José Manzanedo, ha apelado a la creación de un Plan Nacional de Riegos para que dote de la cuenca del Segura de agua y evitar así la escasez y sequía impuestas desde la Confederación. De hecho, Manzanedo insiste en las contradicciones en las que entran tanto el Gobierno de España y la CHS, que por un lado “declaran nuestros acuíferos sobreexplotados” mientras que por otro quieren recrecer la presa para dotar de más caudal a los regantes murcianos.
Una historia que ya conocen
“Cuando se construyó la presa de Camarillas nos prometieron compensaciones y nunca llegaron”, explica el presidente de la comunidad de regantes de la pedanía, José Manzanedo, que recuerda que el agua corriente, “la de uso de boca” era una de esas compensaciones prometidas para paliar los daños que la construcción de Camarillas dejó en la pedanía hellinera de Agramón,, “pero el agua no llegó hasta que los vecinos la trajeron”. Ahora, dice, la historia se repite. “Nos prometerán compensaciones que nunca llegarán”.