Salen a la luz en Masegosa restos de la primera consolidación del poder musulmán en La Serranía
Los trabajos del equipo de ARES Arqueología han sacado a luz en Masegosa importantes hallazgos de una época de la historia de la que existía un vacío total como es la primera consolidación del poder musulmán en la provincia de Cuenca, que transcurrió entre finales del siglo VIII y principios del IX.
Estos vestigios han sido hallados en los yacimientos de El Castillejo y Cabeza de la Torre, situados a dos kilómetros al norte y sur del municipio conquense y divididos por el paso de una cañada real.
Los resultados de esta primera campaña, que ha sido financiada por la Diputación y el Ayuntamiento de Masegosa, han sido presentados este viernes en el Palacio Provincial por los arqueológos, Santiago Domínguez y Michel Muñoz, que han estado acompañados por el presidente de la Institución, Benjamín Prieto, y la alcaldesa, Sandra Crespo.
Los restos y estructuras identificados “llenan una página importantísima de nuestra historia”, ha subrayado Muñoz, y ponen de manifiesto la relevancia que tuvo esta zona dentro de Al Andalus entre el 791 y 814, con un sistema de fortificaciones que fue clave para el dominio territorial de los emires de Córdoba durante esos años: Abderramán I, Hisham I y Alhakén I. Cualquiera de ellos pudo ser la “cabeza pensante” de este sistema para controlar el paso hacia la capital cordobesa que también está presente en Beteta, Huélamo o Vega del Codorno, ha dicho el investigador.
Entre las piezas más destacadas han aparecido una escama de una cota árabe empleada por los guerreros musulmanes, mucha cerámica común, restos de fauna o clavos y un fragmento de un ataifor, plato hondo representativo de la vajilla andalusí donde comían en común las familias.
Nuevo recurso
Como ha explicado Santiago Domínguez, esta primera intervención ha servido para reconocer los yacimientos, se han hechos prospecciones, pequeños sondeos, recogida de material en superficie, dibujos de las estructuras, y las pruebas de Carbono 14.
“Cuando Joaquín Esteban Cava, oriundo de Masegosa y que tenía localizados los yacimientos nos llevó hasta ellos pensamos desde un primer momento que encontraríamos Prehistoria, pero con el Carbono 14 saltó la gran sorpresa”, ha señalado.
Ahora seguirán buscando financiación y medios para seguir trabajando, especialmente en el yacimiento de El Castillejo que, aunque más pequeño, es el mejor conservado, con el fin de poder abrirlo en área y dejar estructuras visibles, ya que en la actualidad es poco visitable.
En este sentido, el equipo arqueológico, el Ayuntamiento de Masegosa y la Diputación están barajando diferentes ideas para ver no solo cómo se sigue estudiando, sino cómo convertirlo en un recurso cultural y un nuevo atractivo que ayude a este pueblo de La Serranía a crear empleo y frenar la despoblación.
Además, el hallazgo se publicará en el libro que está preparando la Asociación Española de Arqueología Medieval en homenaje a Juan Zozaya, el padre de la arqueología de Al Andalus fallecido en 2017.