El reconocimiento del Alto Turia como Reserva de la Biosfera tendrá también su impacto en la provincia de Cuenca que está representada en el recién constituido Consejo Rector de la Reserva de la Biosfera del Alto Turia.
Un total de 14 instituciones integran este órgano, entre ellas la Junta de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Cuenca y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Moya.
Rodrigo Molina es delegado provincial de Desarrollo Sostenible y ocupará una de las vocalías del Consejo Rector que presidirá el alcalde de Titaguas (Valencia), Ramiro Rivera.
Explica que la gestión y el desarrollo de esta zona partirá de la experiencia adquirida en el Valle del Cabriel, que cuenta también desde hace un año con la declaración de Reserva de la Biosfera, además de su condición de parque natural que acaba de cumplir 25 años.
“Quiero destacar la importancia de poner de acuerdo a 14 instituciones de dos comunidades autónomas y el nexo de unión que ha supuesto la iniciativa para buscar esta protección natural por parte de la UNESCO”, señala.
Dice que “es una oportunidad y también un reto” y que “permitirá conservar lo que nos han ido dejando nuestros antepasados, una zona natural virgen, y además impulsar su desarrollo”.
Fue en junio de 2019 cuando la zona fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, tras diez años de trabajo. Ahora sus gestores deberán impulsar la investigación, la educación y el intercambio de experiencias en la relación entre el humano y su medio.
La constitución del Consejo Rector es solo el primer paso “para el futuro desarrollo social, cultural y económico”. Ahora la intención es avanzar en la presentación de proyectos comunes al territorio que puedan aprovechar los fondos europeos. “Hay que concretarlos y buscar financiación”.
El Alto Turia cuenta con una superficie de unas 65.000 hectáreas y en su territorio viven unas 5.000 personas. Lo integran siete municipios valencianos, Chelva, Tuéjar, Benagéber, Aras de los Olmos, Titaguas, Casas Bajas y Casas Altas y el conquense Santa Cruz de Moya.
Se trata de un municipio al límite con la Comunitat Valenciana y Aragón y dominando el Valle del Turia con poco más de 200 habitantes. En su territorio se incluyen las aldeas de Las Higueruelas, La Olmeda y Las Rinconadas con una fértil huerta en una zona que produce aceite de oliva ecológico.
“Su gran valor es que es ambientalmente virgen”, señala el delegado provincial.