El Consejo de Gobierno ha aprobado el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales para el 2020, que contarán con un total de 10.505,1 millones de euros, y un incremento del 6,3% en relación a los prorrogados del 2018. El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha incidido en que se pone a disposición “más de 483 millones de euros” más a los ciudadanos y que los ingresos se basan en previsiones de crecimiento “muy prudentes”.
“Hemos sido conservadores, porque en esta medida [la previsión de crecimiento] también lo seremos en cuanto a las estimaciones de ingresos”, señaló, a la vez que apuntaba que se trata de estimaciones que cuentan con el aval de AiREF. Ruiz Molina concedió que la economía está “en situación de desaceleración”, pero que en ningún caso esto supone hablar de “recesión”. De hecho, en cuanto a la región, se estima una tasa de crecimiento en torno al 2%, “por encima” de España. “En este contexto hemos propuesto nuestros ingresos”, recalcó.
Eso sí, sin contar con la comunicación anual habitual del Ministerio de Hacienda, debido a la falta de Gobierno. Sin embargo, Ruiz Molina ha enfatizado que “nos ha ido bien en estos cuatro años” y por tanto “debemos incidir en los objetivos de los próximos años”. “Nos ha ido bien desde el punto de vista económico y social”, aseguró, recalcando que ha bajado la tasa de riesgo de pobreza, se han incrementado los beneficiarios del sistema de Dependencia y hay 5.000 empleados públicos nuevos.
Objetivos
“Los objetivos son generar riqueza, incentivando el crecimiento económico, cambiar el modelo productivo desde la innovación y el conocimiento tecnológico, aumentando la capacidad de innovación y digitalización. Conseguir que la administración sea prestador de servicios y motor fundamental del desarrollo de la región”, indicó el consejero. También incidió en la necesidad de “mejorar la situación socioeconómica de la mujer” y también cumplir con los compromisos adquiridos con los ciudadanos.
Para ello, se ha preparado un presupuesto “expansivo en lo social, austero, inversor y responsable”, ya que “garantiza el cumplimiento” de dichos compromisos. Desde el punto financiero es “riguroso, solvente y equilibrado”, porque los ingresos están “en función de lo que se puede recaudar y, además, es el ”tercer presupuesto que genera ahorro“, además ”por primera vez el déficit tendrá que ser cero porque no se incrementará el endeudamiento“.
Gasto
En cuanto a las políticas de gasto, Ruiz Molina destacó que más del 70% se destina a gasto social, entre sanidad, educación y servicios sociales que crecen en un 8%. De hecho, desde el Gobierno señalan que se destinarán unos 15,3 millones de euros más al día en políticas sociales. En este sentido, el Servicio regional de Salud, SESCAM, es la partida que más gasto tendrá, con un presupuesto de casi 3.000 millones de euros, creciendo en 219,4 en relación a los anteriores. El pago de deuda pública se lleva la segunda partida más abultada, con 2.605 millones de euros, y casi 800 más que en 2018. Educación, Cultura y Deportes tendrá un gasto de 1.849,6 millones de euros, 134,4 más que en 2018, seguida por Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, que tendrá un gasto de 1.291 millones de euros.
Ruiz Molina destacó que se destinará un total de 122,9 millones de euros a inversiones de infraestructuras con carácter social, un 32,6% más que en 2018, así como unos 120 millones de euros en I+D+i y nuevas tecnologías. La proyección para las inversiones reales, por otra parte, es de una partida de 226,6 millones de euros, un 15,7% más que en los últimos presupuestos. Desde la consejería también se pretende duplicar el ahorro, llegando hasta los 252 millones de euros, un 119% más que en las últimas cuentas.