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¿Ha sobrevivido la cultura a la crisis?: esta es nuestra radiografía en música, lectura y ocio

Una selección de los resultados más relevantes del ámbito cultural, elaborada a partir de múltiples fuentes estadísticas componen el Anuario de Estadísticas Culturales que cada año publica el Gobierno de España. Desde eldiarioclm.es hemos realizado un repaso de los parámetros referidos a Castilla-La Mancha para esbozar una radiografía de la cultura en la región en base al empleo cultural, los hábitos de consumo, y el gasto por hogar y por persona. Además, a este informe hemos añadido el hecho público recientemente por la Federación de Gremios de Editores de España sobre Hábitos de Lectura y Compra de Libros, para ofrecer una visión sociológico-cultural más completa. La conclusión es que la cultura ha sobrevivido a la crisis pero con consecuencias difíciles de reparar.

La decimotercera edición del Anuario de Estadísticas Culturales ofrece los principales indicadores del quinquenio 2012-2016 comenzando por el empleo medio cultural por comunidades autónomas. En este sentido, aunque el número de ocupados en el sector sube de 14.600 a 17.800 personas hasta 2016, Castilla-La Mancha representa de los porcentajes más bajos (un 2,5%) junto con Extremadura, Murcia, Andalucía y Galicia. No ha variado sin embargo el número de empresas culturales, que se mantiene entre las 3.100 y las 3.200.

Con este contexto, uno de los indicadores más importantes es el referido a la financiación y gasto público en cultura. En Castilla-La Mancha, el gasto liquidado por el Gobierno prácticamente se ‘derrumbó' desde los 89,6 millones (un 6%) en 2011 hasta los 24,7 millones (un 2,4%) en 2014, con el Ejecutivo anterior del PP. Solo en el ejercicio siguiente, en 2015, volvió a subir hasta los 30 millones de euros (2,8%).  El proceso es muy similar atendiendo a los valores medios del gasto cultural por habitante: este se desploma desde los 42,7 euros por persona en 2011 hasta los 11,9 euros en 2014, y vuelve a subir en 2015 hasta los 14,5 euros.

Dentro del total de gasto para cultura liquidado por el Gobierno castellano-manchego, en todas las áreas como servicios culturales, artes plásticas y escénicas, o libros, las cifras ofrecen igualmente descensos de más del 60% entre 2011 y 2012, y después ligeros ascensos en 2015, aunque sin recuperar los niveles anteriores.

Pero si hay un parámetro que hace visible el análisis de ese quinquenio es el del gasto de los ciudadanos en cultura, ocio y tiempo libre. Que la crisis ha pasado factura es una de las principales conclusiones y también que fue durante la legislatura anterior cuando se impusieron las mayores restricciones. Asimismo, la Estadística desvela, en cuanto al gasto de consumo cultural, que los castellano-manchegos dedican un 19,4% de ese presupuesto a libros y periódicos, un 14,8% a equipos y accesorios audiovisuales, un 14,7% a cuotas de televisión, y hasta un 51% solo a gastos de Internet.

En este mismo apartado, el gasto medio por hogar es de 669 euros anuales: 129 euros para libros y periódicos, 99 euros para servicios culturales, 98,5 euros para sector audiovisual, y hasta 341 euros para cuotas de televisión e Internet. En el gasto medio por hogar, Castilla-La Mancha ocupa la antepenúltima posición. Solo se encuentra por encima de Extremadura (605 euros) y Galicia (640 euros). Por persona, la situación es muy similar. El gasto medio en 2016 fue de 260,7 euros anuales, en la misma posición superando tan solo a las dos mismas comunidades autónomas.

El Gobierno regional realiza una interpretación directa de estas cifras. El viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, nos explica que la conciencia del ciudadano hacia la gratuidad de la cultura y el hecho de no ser considerada un elemento primordial en el orden de prioridades, ha generado que en momentos de dificultad el consumo cultural  haya caído de forma vertiginosa, marcando una tendencia a la baja muy dañina para el sector, “máxime si le sumamos un política central que gravó a la misma con subidas de tipo en el  impuesto al valor añadido al sector cultural  que anteriormente no existían”.

Más allá de esto, en la Junta consideran que la propia Administración regional tuvo su responsabilidad pues “redujo los niveles de inversión en estos momentos de dificultad de forma brutal causando un daño casi irreversible para muchos”. En referencia a la legislatura anterior, subraya que fue un ciclo económico y político marcado por la crisis y “de total abandono de la inversión  en el sector cultural”, con  “drásticos recortes que han marcado un periodo y que durante mucho tiempo dejará una nefasta huella a largo plazo en el panorama cultural de nuestra región”. “Los efectos de las nocivas políticas practicadas en la pasada legislatura,  lamentablemente, se dejarán sentir en las generaciones futuras, a pesar de los esfuerzos actuales por revertirlas”, considera. 

Mejores cifras en turismo cultural

En otro orden de cosas, el turismo cultural se recoge en el informe conforme al bienio 2015-2016. Tanto en los viajes de residentes en España con destino Castilla-La Mancha como en el gasto que realizaron en la región, las cifras se incrementan entre ambos años. En el primer caso, el número de visitantes pasó de 514.000 a 555.000, y en el segundo, el gasto aumentó desde los 109 millones de euros hasta los 139 millones. En este sentido, el viceconsejero de Cultura destaca que durante 2016 y 2017 se ha reactivado con gran fuerza el sector del turismo alcanzando “cotas récord de visitantes”. Se pregunta si estos hitos hubieran sido posibles “sin una reactivación paralela de la inversión en el sector cultural, recuperando con ello  y conservando nuestro patrimonio”. “Los datos y también la lógica nos apuntan a que sin una cosa la otra no sería posible”.

Al hilo de ello, ¿cómo son los hábitos y prácticas culturales en esta región? El espectro sobre esta cuestión abarca desde el año 2007 hasta 2015. Las personas que visitaron museos descendieron notablemente hasta 2011, del 25,4% al 16,8%, aunque volvieron a subir en 2015 hasta el 19,3%. Lo mismo sucedió en las visitas a exposiciones y galerías de arte: una primera bajada y después incremento en el ejercicio 2015. Ha subido asimismo el número de ciudadanos que acude a las bibliotecas (del 23,5% al 25,4%); los que acceden a Internet (del 3,7% al 6,6%); los que acuden al teatro (del 20,4% al 22,6%); y en mucha menor medida los que van a la ópera, a la zarzuela o a ver danza.

No ha sucedido así en otros indicadores más específicos. En cuanto a las personas que suelen escuchar música el porcentaje baja del 81% al 78,4%; en los que asistieron a conciertos de música actual, también desciende, del 29% al 23%; y en los que fueron al cine, pasa del 47,1% al 44,9%. Además, en este último caso, Castilla-La Mancha ocupa la penúltima posición.

La Estadística Cultural del Gobierno incluye también los denominados “asuntos taurinos”. Según el informe, Castilla-La Mancha tenía en 2016 cuatro escuelas taurinas menos que cinco años antes, y han descendido todos los festejos taurinos desde 2015, pasando de 398 a 363. Dentro de este total, las corridas de toros han pasado de 54 a 64, el rejoneo con novillos de 34 a 27, las novilladas con picadores, de 30 a 23, y las becerradas de 60 a 54.

Por último, el otro informe mencionado es el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2017, elaborado para la Federación de Gremios de Editores. En cuanto a lectores en tiempo libre, desvela que Castilla-La Mancha se encuentra entre los regiones que obtienen los niveles más bajos (un 57,8% de lectores frente a la media nacional del 59,7%), si bien se ha incrementado el número notablemente. Sobre la compra de libros no de texto en el último año, también esta comunidad autónoma está entre las que registran porcentajes más bajos de compradores.

Mejor posición obtiene Castilla-La Mancha en cuanto a la valoración global de sus bibliotecas, al encontrarse entre las primera: los ciudadanos de la región dan un 8,3 de nota a estos centros, mejorando en cinco décimas la nota de hace cinco años. En general, este estudio apunta que las mujeres leen más libros, revistas y redes sociales, mientras que los hombres leen más prensa, cómics, webs, blogs y foros online. En el caso de los libros, la diferencia en la lectura entre hombres y mujeres es especialmente acusada entre los 35 y los 55 años.