Cinabrio Qijano (Albacete, 1947) es un artista multidisciplinar conocido por sus pinturas y grabados, pero también por sus libros. Vive en Bogarra y esta semana ha denunciado ante la Guardia Civil de esta localidad haber sido víctima de una agresión homófoba que le dejó inconsciente, con una fractura en la cadera y diversas abrasiones en el cuerpo, según el informe de Urgencias del Complejo Hospitalario de Albacete al que ha tenido acceso elDiarioclm.es.
Tras ser hospitalizado, ha pasado casi todo el mes de junio ingresado en una residencia para mayores. “No tenía a nadie en casa para cuidarme”, explica en conversación telefónica. Allí estuvo, hasta que el 28 de junio volvió a su domicilio.
Según la denuncia, los hechos ocurrieron el pasado 1 de junio, a eso de las 13.15 horas en la localidad albaceteña. “Fui agredido por la espalda al salir de mi domicilio y a causa de ello perdí el conocimiento”, apunta. Apenas fue consciente de lo ocurrido: “Según algunos testigos fui pateado en el suelo”.
Dice saber quién es el autor de la agresión y, salvo en una ocasión en la que coincidieron en un bar del pueblo, niega haber tenido contacto alguno con él. “Y menos me he peleado con él”, detalla en la denuncia el artista de 77 años.
Sucedió, explica, cuando se encontraba en el exterior de su vivienda, de la que “apenas” sale, después de haber estado conversando “con algunas señoras mayores sobre un trabajo relacionado con las canciones populares”. “Estábamos sentados en un banco bajo una pancarta que hay en la pared de mi casa”, además de con otras personas que se acercaron hasta el lugar, relata.
“Querían conocer mis trabajos y preguntaron por la pancarta que condena las agresiones sionistas en Palestina y también por la bandera republicana que ondea en el tejado. A alguien no le debió gustar. Ni tampoco que hable tan claramente de las cosas”. Perdió el conocimiento y no recuerda nada hasta que al despertar vio a la persona de la ambulancia que le llevó al hospital.
Pese a no recordar bien lo que pasó, explica que recibió también “gritos de odio y homófobos” con expresiones tales como “maricón”, “sobras aquí”, “te voy a matar” o “rojo de mierda”. “Ahora estoy con amigos que me atienden” y dice encontrarse “bien” en lo físico, aunque con pesadillas nocturnas. “Cuando estoy despierto, estoy tranquilo, me muevo por la casa en silla de ruedas, pero después tengo unas pesadillas horribles”.
“He estado un mes fuera y no podía denunciar. Me han dicho que tengo que hacerlo personalmente” y por eso acaba de formalizarlo. “Creo que es importante contar lo que ha pasado”.
Qijano es “un artista de reputado prestigio y dilatada trayectoria” con un “incansable compromiso social”. Así le presentaba la UNED antes de celebrarse un encuentro en Albacete en 2023 con este pintor, escritor y escultor, que sufrió la censura durante la dictadura franquista y al que definieron como “existencialmente investigador y por lo mismo casi autodidacta y un incansable colaborador de cualquier acto solidario o programa que intente mejorar la condición humana y su relación con el entorno”.
La misma biografía habla de sus contactos con las academias de Bellas Artes de San Fernando y San Carlos para especializarse después en grabado en la Fundación Rodríguez Acosta, con José Fontana Puente en Granada y posteriormente en el taller de la catedral en La Habana. También se formó en serigrafía con Andrés Perdices, en Madrid, y en los talleres del pintor René Portocarrero, en la Habana o en fotografía con José Luis de Pablos, en Madrid, además de adentrarse en otras disciplinas. Sus obras se recogen en una cincuentena de libros y carpetas en numerosos catálogos y películas y también en museos y colecciones públicas y privadas.
Como consecuencia de la agresión lamenta haber tenido que suspender la presentación de varios libros y una exposición prevista en Orihuela (Alicante) relacionada con Miguel Hernández.