El Gobierno de Castilla-La Mancha va a iniciar una nueva cruzada contra el mercado del juego y las apuestas. Si hace casi dos años entró en vigor la nueva Ley del Juego que establecía toda una batería de limitaciones en el sector, ahora ha decidido paralizar durante cuatro años la creación de nuestros establecimientos de este tipo. De hecho, no es la primera vez que lo hace. De manera previa a la aprobación de la nueva normativa regional, ya paralizó en 2019 la concesión de nuevas licencias ante la proliferación de locales en toda la comunidad autónoma.
El anuncio de este “parón absoluto” lo ha hecho el presidente autonómico, Emiliano García-Page. Ha detallado que será el próximo martes, día 19 de diciembre, cuando el Consejo de Gobierno apruebe esta nueva medida. Fuentes del Gobierno han detallado a elDiarioclm.es que será en forma de reglamento y no de proyecto de ley, por lo que no necesitará tramitación parlamentaria y su aplicación será prácticamente inmediata.
En esa medida incluirá también la limitación de autorizaciones para nuevas máquinas tragaperras: un máximo de cien al año. El presidente ha precisado que como anualmente suelen aprobarse unas 300 licencias, el objetivo es reducirlas en 200 por año.
“Hace unos años adoptamos una decisión en relación con un problema social creciente y preocupante: la influencia de las salas de juego y las apuestas on line en la población más joven, un mercado que se disparó en España y al que le pusimos coto”, ha dicho García-Page a este respecto y en relación a la ley que se aprobó hace dos años. Según ha recalcado, desde entonces se han reducido en un 14,5% los establecimientos dedicados al mercado del juego.
La medida se une a la entrada en vigor de la nueva Ley regional del Juego de 2022
Esta decisión viena completar la nueva Ley del Régimen Administrativo y Fiscal del Juego de Castilla-La Mancha, que entró en vigor en enero de 2022, seis meses después de su aprobación. Incorporó numerosas novedades como la prohibición de locales de juego y apuestas a menos de 300 metros de institutos y colegios, o la autorización a los ayuntamientos para declarar “zonas saturadas de juego”.
Fue la tercera ley para regular el juego privado en Castilla-La Mancha. Hasta entonces estuvo vigente la de 2013, aprobada durante el Gobierno de María Dolores de Cospedal, y que según el Ejecutivo de Page, favoreció la proliferación de locales de juego y apuestas.
Otra de sus novedades fue la prohibición de la publicidad del juego tanto en los medios de comunicación como en los propios establecimientos, pero, tal y como adelantó elDiarioclm.es, hubo algunas excepciones: se permite, con restricciones, en el interior de los locales y en las revistas especializadas.
Respecto a las medidas de ubicación física, la ley permite precisamente un periodo transitorio de adaptación de los establecimientos de juego de hasta cuatro años, por si tuvieran que cambiar de local. La Junta reconoció entonces que, puesto que las licencias se otorgan por un periodo de diez años y las primeras decaerán en 2024, hasta 2028 no habría un desarrollo pleno de la ley en cuanto a las distancias.
Ahora, el Gobierno castellanomanchego ha decidido decretar el “parón absoluto” de nuevas licencias con la intención de seguir batallando contra el mercado del juego y las denominadas “zonas saturadas”.