La portada de mañana
Acceder
Aldama zarandea al PSOE a las puertas de su congreso más descafeinado
Corazonadas en la consulta: “Ves entrar a un paciente y sabes si está bien o mal”
OPINIÓN | Días de ruido y furia, por Enric González

Castilla-La Mancha planea dos proyectos de ocio en la cabecera del Tajo cuyo estudio previo alerta de “sequía extrema”

Las comunidades autónomas afectadas por el trasvase Tajo-Segura siguen a la espera de las nuevas normas de explotación de este acueducto y que debe aprobar el Gobierno. Castilla-La Mancha, región cedente del agua en este trasvase y enfrentada desde hace décadas a la Comunitat Valenciana y a Murcia como receptoras, ha hecho de esta cuestión una de sus banderas políticas y lleva meses apremiando a la aprobación de unas nuevas reglas que reduzcan los niveles del agua trasvasada.

Una de las medidas que el Gobierno castellanomanchego siempre ha defendido ha sido impulsar el desarrollo socioeconómico de los pueblos ribereños del entorno de la cabecera del Tajo, desde donde parte el trasvase y que se han visto afectados por grandes sequías. Son 22 municipios agrupados en la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, dentro de la comarca natural de la Alcarria.

Con este fin, la Agencia del Agua (organismo autónomo del Gobierno regional) ha planteado poner en marcha dos proyectos de ocio en esta zona. El problema: en el estudio previo de viabilidad se reconoce como amenaza la posible “sequía extrema” de la zona. Esta cuestión no ha pasado desapercibida para los ecologistas, que ya han puesto el grito en el cielo por considerar estos planes “insostenibles y fantasiosos”.

Pero, ¿de qué estamos hablando? Se trata de un parque multiaventura en Cañaveruelas y una embarcación para cruceros fluviales en Sacedón, dos proyectos cuyo estudio de viabilidad ya ha pasado por el trámite de información pública.

Ambas iniciativas están detalladas en ese documento previo que realizó a finales de febrero la Agencia del Agua para analizar la viabilidad de un contrato mixto de proyecto y obra, y de un posterior contrato de concesión, con actuaciones aportadas por la empresa Soluciones Sostenibles de Ocio y Turismo S.L.

Dos proyectos por 4,8 millones de euros

El primer proyecto (Buendía 3 / Cañaveruelas) incluye un parque multiaventura en bosque con torre de multiactividad y tirolinas gigantes, dos centros de interpretación, un embarcadero fluvial, kayaks, una zona de servicios y cafetería con terraza mirador, 14 alojamientos turísticos en contenedores adaptados a su uso como alojamientos turísticos innovadores y un albergue juvenil de 140 plazas. El presupuesto estimado es de unos tres millones de euros.

El segundo proyecto (Entrepeñas 3 / Sacedón) incluye una embarcación para cruceros fluviales de 120 plazas, un centro de interpretación y una zona de servicios. El presupuesto estimado de este segundo proyecto asciende a 1,8 millones de euros. Así, en total, serían 4,8 millones de euros.

Precisa el documento que las inversiones serán aportadas por fondos públicos procedentes de la subvención otorgada a la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha en virtud del Real Decreto de 2020 por el que se regula la concesión directa de una subvención a este organismo autónomo para la ejecución de diversas obras y actuaciones de mejora del entorno socioeconómico de los núcleos colindantes con los embalses de Entrepeñas y Buendía.

Este estudio previo de viabilidad recoge al detalle todas las ventajas de estas iniciativas para el desarrollo de la zona, pero también sus amenazas. Y entre ellas identifica “la sequía extrema y los riesgos de incendios”.  

Sobre los incendios y la falta de mantenimiento del entorno, propone como “contramedida” la exigencia a la empresa adjudicataria de “un plan de mantenimiento del entorno donde se implante el proyecto”.

Como sugerencia, por parte de la empresa explotadora u operadora del proyecto, se contemplan actividades de limpieza dentro de los programas de formación. “Por ejemplo, en el contenido de las actividades del albergue se ha de contemplar la concienciación y la formación sobre el cuidado de la naturaleza y su conservación, así como la actuación práctica de los participantes de dichas actividades”.

 En el caso del agua, precisa que la amenaza de sequía extrema y la reducción excesiva del nivel de las aguas en los embalses implicados, es “sin duda muy preocupante para las actividades del proyecto”.

“Sería preocupante si el nivel de aguas bajase”

 “La más preocupante sería la que afectase (en Entrepeñas) al barco fluvial propuesto debido a su calado y necesidades de embarque para los clientes. Aunque el estudio de viabilidad técnica del barco fluvial es muy favorable con las condiciones actuales, sería preocupante si el nivel de las aguas bajase a los niveles mínimos vistos en el pasado (…) Si se implantase todo el proyecto esto sería improbable pero no deja de ser una amenaza a la cuenta de resultados”, agrega.

Ecologistas en Acción ya ha puesto el foco en esta cuestión. Considera “insostenibles y fantasiosos” los nuevos proyectos y ha solicitado su desestimación. Afirma esta asociación que la Agencia del Agua no tiene en cuenta “la grave situación de emergencia climática y las recurrentes sequías”. “De realizarse, se despilfarrarían 4,8 millones de euros de fondos europeos que deberían utilizarse precisamente a contrarrestar el cambio climático”, subraya.

Avisa así de que es una “quimera” destinar fondos europeos a nuevos “megaproyectos de ocio” en Entrepeñas y Buendía, puesto que la buena situación hidrológica de este año “no garantiza que esta situación vaya a ser la habitual”.

Los ecologistas recuerdan que hace 12 años que no se alcanzaban los cerca de 1.200 hectómetros cúbicos embalsados. “Eso sin tener en cuenta la variada oferta de ocio náutico que ya existe, sobre todo en Entrepeñas, y que durante más de una década se ha reducido prácticamente a la nada por el bajísimo nivel de agua. Los nuevos proyectos significarían caer una y otra vez en el mismo error”.

Los proyectos de ocio conllevarían un crecimiento turístico que finalmente se traduciría en “un mayor gasto de los escasos recursos hídricos que los hace insostenibles”. Apuntan así que se obvian los perjuicios que supondrán para estos espacios, protegidos por la Red Natura 2000 el incremento de la frecuentación humana, la construcción de las nuevas infraestructuras y el peligro de vertidos contaminantes. “Tampoco se toman en cuenta las actuales reglas del trasvase Tajo-Segura, que supondrán el desvío hacia Levante de unos 200 metros cúbicos de agua en los próximos meses”, avisan desde este colectivo.

Por todo ello, piden al Gobierno autonómico que “abandone estos proyectos fantasiosos” y que destine los fondos de la Agencia del Agua a la conservación de estas masas de agua y a asegurar el abastecimiento en épocas de escasez. Recomienda medidas así como sistemas de depuración de las aguas residuales que permitan su reutilización, la reducción de los regadíos y el planeamiento de alternativas sostenibles, la mejora de los “castigados caudales” del río Tajo y el fomento del uso responsable por parte de agricultores, ganaderos, industrias y particulares.

En el estudio previo de viabilidad aparecen, por el contrario, numerosas “fortalezas” de los dos proyectos como una localización “muy favorable” por su cercanía a Madrid, la diversidad y dimensión de los atractivos naturales y culturales de la comarca, la “abundancia de recurso turístico basa en agua, algo muy escaso en la zona centro de la península” o el hecho de que sea un área no saturada y “sin grandes problemas ni impactos ambientales”.