La crisis sanitaria que está generando el coronavirus ha provocado el cierre de muchas empresas, al menos de manera temporal, que no han podido seguir desarrollando su actividad tras el decreto del estado de alarma y la necesidad de confirnarnos en nuestros hogares. Sin embargo, a su vez, ha abierto también otras oportunidades para desarrollar iniciativas a través de las nuevas tecnologías. Un ejemplo de ello lo encontramos en EGA Toledo, una academia de idiomas que ha adaptado una aplicación para continuar desde casa las clases que realizan en el centro.
El pasado jueves se decretó en Castilla-La Mancha la suspensión de la actividad docente de manera presencial en todos los centros educativos de la región. También, buena parte de las academias de idiomas avisaban de que cancelaban sus clases, alrededor de “un 90%” de ellas en la capital regional según calcula Juan Carlos Roldán, gerente, junto a su hermana María Jesús, de EGA Toledo. En esta academia, por el contrario, han puesto en marcha una plataforma online para dar continuidad a los cursos, que incluso les ha permitido contratar a profesionales que habían perdido durante estos días sus empleos.
“Hace 15 días que lo veíamos venir, no es algo que hayamos hecho en tres días”, explica Juan Carlos, también profesor de informática, sobre el trabajo que han abordado para adaptar, desde que tenían conocimiento de las situaciones que ya se habían generado en países como China o Italia, una aplicación de software libre a las necesidades de los profesores y el alumnado con el objetivo de continuar con las clases. Con ello, recalcan, de los 300 usuarios con los que cuentan, solamente dos de ellos se han dado de baja por las complicaciones que ha generado el COVID-19.
Así, tras un proceso de formación y el lógico período de adaptación para manejarse en esta modalidad educativa, la academia continúa la formación en inglés, alemán o las clases de apoyo y nuevas tecnologías que imparte gracias a esta herramienta. Para usarla, solo requiere de una conexión a Internet y acceder con un usuario y clave en la página web donde se aloja la plataforma y las aulas virtuales, que funcionan de manera simultanea. Lo pueden hacer a través de un ordenador, una tablet o también de smartphones, lo que supone una ventaja para las familias en la que no cada integrante de la misma dispone de un ordenador.
Mediante videollamada, audio o mensajes escritos, los profesores interactúan con los alumnos, con quienes comparten una pizarra digital con las mismas características que las instaladas en los centros escolares, y en la que trabajan los contenidos que abordan durante las clases. El profesorado puede personalizar la comunicación con cada alumno, subir presentaciones, compartir vídeos de Youtube mientras hacen un 'listening' o un 'reading', escribirles por privado o en grupo o incluso moderar sus intervenciones abriendo o cerrando sus micrófonos para que participen en las actividades.
“Tienes muchas herramientas y 'feedback'. Se asemeja a una clase presencial, con la diferencia de que cada uno está en su casa. De las que conozco, es la más completa”, resalta Roldán, que apunta que la “impresión -del alumnado, del profesorado y de las familias- es satisfactoria” y que esta modalidad que han impulsado supone “una gran experiencia”, también para los propios responsables de la empresa que da algo de aliento en esta cuarentena.
Software libre
Esta aplicación, denominada 'Big Blue Button', está basada en un servidor de Linux y no requiere de licencias ni de grandes recursos para poderse aplicar en cualquier tipo de enseñanza en línea, explica el gerente, que precisa que sí necesita, entre otras cosas, de un servidor al que se conectan todos los usuarios y que almacena los archivos o las bases de datos que utilizan. Destaca como otro aspecto positivo que, al ser software libre, se puede modificar su código fuente para personalizarla -tal y como han hecho-, al contrario que las de software privativo.
“Es una alternativa que tenemos que dar. Es un test -la situación actual- de nuevas tecnologías para todas las personas. Una de las ventajas que vamos a sacar es que se imponga este tipo de formación. Estoy seguro que muchos alumnos la van a demandar, les ha encantado”, afirma el gerente y profesor de EGA.
“En una semana, con expertos, tienes montado este tipo de servicio en cada ayuntamiento”
Cuestionado por la experiencia que también está viviendo como padre, pues tiene tres hijos, con las alternativas a la educación presencial que está ofreciendo la Administración pública desde la cancelación de las clases, considera que el uso de Papas, la plataforma que se utiliza en los centros escolares de la región y que lleva varios días dando problemas a los usuarios para trabajar con agilidad, o los canales de comunicación vía correo electrónico son medidas que están “bien, pero como algo puntual”.
En este sentido, cree que la Administración tiene “medios y personal para poder haberse anticipado a esto” y que, por ejemplo, pudieran haber habilitado una aplicación con antelación para la continuidad, en la medida de lo posible y dependiendo de cada asignatura, de las clases que tienen diariamente en los centros. “Se podría hacer a través de servidores de ayuntamientos. En una semana, con expertos, se puede montar, pero hay que trabajar”, asevera Roldán sobre el uso de la enseñanza en línea -'e-learning'- y una posible utilidad en la educación pública de la aplicación con la que trabajan.