VÍDEO

“Terrible” encierro en Torija (Guadalajara): un toro cornea varias veces a un caballo sin protección

Nuevo episodio de “salvajismo” en un festejo taurino de la provincia de Guadalajara, que vuelve a ser noticia por el “abominable maltrato animal” organizado durante los encierros por el campo que son tradicionales en algunas zonas. En esta ocasión ha sido en el municipio de Torija. Guadalajara Antitaurina ha hecho público un vídeo que califica de “terrible” en el que, además de presenciar a menores de edad corriendo delante de los toros, puede verse cómo el astado embiste en varias ocasiones contra un caballo sin ningún tipo de arnés de protección.

“Son animales que, aterrorizados, huyen de una muchedumbre que los acosa, los persigue y los tortura hasta la muerte”, detalla este colectivo, denunciando que sea el Ayuntamiento quien paga con dinero público estos festejos, “que asume toda la ciudadanía”.

El vídeo lo ha enviado a Guadalajara Antitaurina un vecino anónimo de la localidad. Puede verse cómo un caballo sin el arnés de protección es alcanzado por un toro. El caballista cae al suelo, pero el equino es embestido repetidas veces por el astado a la altura del vientre. El jinete consigue huir, pero el caballo es perforado en varias ocasiones, “eviscerando a su paso los intestinos mientras cocea duramente al bóvido en la cabeza”. El público trata de evitarlo, pero al final del vídeo se oye una frase que muestra que “lo asumen al momento”: “Ya está muerto, ya da igual, por desgracia”, en referencia al caballo.

Según este colectivo, en la provincia de Guadalajara se suceden además los encierros motorizados por el campo. “En estos demenciales festejos, en los que cualquiera que desee asistir, puede acorralar, violentar, agredir e incluso atropellar a los animales. Sin matizar con eufemismos estas vergüenzas, nos llegan a diario vídeos y fotografías aberrantes. En los propios foros tauricidas podemos leer cómo se vulnera la integridad, dignidad y protección de los animales utilizados para saciar los más bajos sadismos”.

Explica que a los toros les lanzan petardos, les acosan con picas, les empujan a zanjas, les atropellan con todoterrenos. Y menciona localidades como Brihuega, Loranca de Tajuña y Torija. “Siempre financiado con dinero público que pagan los ayuntamientos, la Diputación y el mimo y subvenciones de la Junta de Comunidades de Castilla -La Mancha”.

“Apurando al máximo” los 'tauricidios' que se autorizan

En Guadalajara Antitaurina opinan que estas administraciones están “apurando al máximo los pocos 'tauricidios' que se autorizan”, ya que debido a la pandemia, más de un 80% se han cancelado. “Las cuentas no les salen a los ganaderos. ¿Cómo remontarán estos dos años de pandemia sin los cuantiosísimos ingresos que percibían? ¿Esperan que el erario público se haga cargo de tan enormes pérdidas?”.

“Parece que el PSOE de nuestra región, liderado por Emiliano Garcia-Page está convencido de poder sufragarlo. ¿Cuántas áreas que vemos recortadas en Castilla-La Mancha podrían verse beneficiadas con estos ingresos?”, añaden.

Tras recalcar que “son los propios 'taurópatas' quienes se señalan entre sí, acusándose unos a otros de sobrepasarse en la violencia contra los animales y afirmando que con tan bochornosas imágenes, son ellos mismos los que se están cavando la tumba”, esta asociación hace un llamamiento a todas las vecinas y vecinos de Guadalajara, y de Castilla-La Mancha en su conjunto, que “hartos de presenciar cómo miles y miles de euros se despilfarran en organizar estas matanzas mientras no tienen asistencia médica, biblioteca o carreteras decentes, desean pararle los pies a quienes hacen negocio con la tortura animal”.

“Es el momento de cambiar el paradigma social, e indudablemente que las instituciones asuman que estas prácticas tienen los días contados. Es inadmisible que mientras el mundo entero se organiza para frenar la crisis climática, los municipios de nuestra región encuentren en la tauromaquia la única vía de ocio y divertimento, cómo si desangrar, disparar o arrollar toros les deleitase”, concluye.