Los sindicatos CCOO, CSIF, STAS y UGT han registrad la convocatoria de cuatro días de huelga en la Biblioteca de Castilla-La Mancha ubicada en el Alcázar de Toledo, los sábados 20 y 27 de octubre, y 3 y 10 de noviembre. La convocatoria se produce a instancias de la propia plantilla de la Biblioteca, unas 50 personas, que la semana pasada decidieron en asamblea ir a la huelga y reclamar el apoyo “sindical y legal” de los sindicatos de la Función Pública.
Así lo han subrayado los portavoces de los cuatro sindicatos, que han ofrecido una rueda de prensa conjunta a las puertas de esta institución rodeados de trabajadores y trabajadoras con carteles anunciadores de la huelga. Los sindicalistas han respaldado los motivos que han llevado al “hartazgo” a los trabajadores y trabajadoras, y también han advertido de que la plantilla “determinada” a ir a una huelga indefinida si la consejería de Educación sigue sin atender sus “reivindicaciones históricas”.
Además, han subrayado que los problemas laborales de la Biblioteca regional se reproducen en toda la red regional de bibliotecas, y han anunciado que movilizarán también a las plantillas de las bibliotecas públicas del Gobierno castellano-manchego en Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara.
“Aquí se da una tríada mortal” de problemas laborales, ha resumido Ramón González, de CCOO. “Carencia patente de personal e incumplimiento por parte del Gobierno regional de sus compromisos de cobertura de vacantes y bajas; incapacidad de las consejerías de Educación y de Hacienda y Administraciones Públicas para resolver los problemas en materia de horarios; y ausencia total de posibilidades de promoción.”
Respecto a las carencias de personal, los trabajadores denuncian que llevan años sin cubrirse puestos vacantes en la actual Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que además consideran insuficiente y que cuya revisión y ampliación sigue pendiente. Tampoco se cubren, han denunciado, las bajas por IT u otros motivos, lo que incrementa la carga de trabajo para poder prestar el servicio público. La plantilla destaca también que, dados los horarios de apertura al público de la biblioteca, se ven obligados a rotar turnos de mañana y tarde y a trabajar también en las mañanas de un sábado de cada tres.
El cómputo anual de los sábados
“La distribución de las horas de trabajo en un horario de estas características se ha ajustado a costa de hacernos trabajar de 13 a 15 días más cada año, ya que los sábados que trabajamos no nos son compensados con el argumento de que no cumplimos las horas en cómputo anual”. Esto conlleva “una penosidad remanente, consistente en la imposibilidad o dificultad de ejercer el derecho a la conciliación de la vida laboral con la vida familiar”. Por otro lado, los trabajadores hablan asimismo de “ausencia de posibilidades de promoción, de carrera profesional”.
“Son trabajadores y trabajadoras profundamente preparados para ejercer sus funciones, en la mayoría de los casos sobrecualificados, que ven cómo el puesto de trabajo en el que entran en el año 80 es el mismo puesto en el que están llamados a jubilarse en 2020 o 2025, y eso se viene produciendo de manera sistemática”, ha explicado González.
La determinación de las trabajadoras y de los trabajadores es “incontestable”. “Los sindicatos estamos acompañándolos en sus movilizaciones y dándoles el respaldo legal y sindical en la convocatoria de una huelga que, si esto no se soluciona, pasará a ser indefinida probablemente”, ha concluido.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Castilla-La Mancha, Ángel Felpeto, ha indicado que hoy mismo se va a poner en contacto con las direcciones de las bibliotecas de Castilla-La Mancha y con los representantes sindicales de los bibliotecarios para “conocer de cerca” su reivindicación. Ha señalado que “a día de hoy” desconoce el motivo concreto de esta reivindicación y que ha tenido conocimiento de la misma a través de las organizaciones sindicales. Finalmente, ha apuntado que hace “pocos días” tuvo la reunión periódica de gestión con los directores de bibliotecas de la región, quienes “no tenían noticias” sobre la huelga de los bibliotecarios.