El trabajo de los “ángeles de la guarda” encargados de asesorar al talento que quiere volver a Castilla-La Mancha
- La formación, explican desde el servicio de Intermediación de la Junta, ha sido exhaustiva y se han tenido que ir ajustando las medidas entre los dos decretos relacionados con el Plan de Retorno del Talento
Los últimos datos del Plan de Retorno del Talento puesto en marcha hace menos de un año señalan que ya oficialmente son más de 100 los retornados, con contrato temporal, fijo o autoempleo, así como dentro de la bolsa de trabajo del Sistema de Salud de Castilla-La Mancha. Augusto Ruiz, es jefe de Servicio de Intermediación de la Consejería de Empresas, Economía y Empleo de Castilla-La Mancha y es el encargado de supervisar el trabajo de más de 30 mediadores que acompañan a los futuros retornados en todo el proceso.
La figura de los mediadores es fundamental dentro del proceso. La misma consejera de Empresas, Economía y Empleo, Patricia Franco, los ha llamado los “ángeles de la guarda” de las personas que quieren volver a la región para trabajar, y no es para menos. El trabajo, explica Ruiz, comenzó prácticamente un año antes de poner en marcha el Plan, y ha supuesto intensa formación y una selección cuidadosa entre los profesionales de las más de 40 Oficinas de Empleo que existen a lo largo de la región. El primer paso, explica, fue conocer el perfil de la gente que ha decidido irse.
“Se iban solos, y en condiciones muy duras. Analizamos la experiencia de otras comunidades autónomas, como Andalucía y País Vasco, que se limitaron a dar ayudas públicas con relativo poco éxito”, explica Augusto. Así, hace dos años, se incorporan los mediadores con un proceso de formación “muy exigente” en lo profesional para lograr un proceso de acompañamiento “más dulce” a los que se han tenido que ir. Los perfiles que se buscaban eran aquellos con experiencia en la Red EURES y también con un perfil más orientado a promocionar el autoempleo.
“Fue un reto para ellos, especialmente a nivel internacional, y eso nos permitió formarlos con competencia digital”, explica Ruiz. Esto supone, por ejemplo, acceso a Skype que antes no tenían, o con el portal creado con ayuda de Volvemos.org. Éste les permite que a las 24 horas de crearse un perfil, se asigne un mediador, que estará encargado de acercarlo al mercado laboral, al proceso de retorno, a lo largo de todo el camino del 'matching' entre empresa y trabajador.
“Ése es el valor que nos está ayudando al éxito, porque nuestras ayudas son menores que en otros programas, pero gestionamos más porque se facilita la conexión con los emigrantes”, explica Augusto. No ha sido un proceso sin inconvenientes, y muchos ajustes se han tenido que llevar a cabo. De hecho, los cambios que se han vivido de un decreto a otro, muchos han sido sugeridos por los mismos mediadores, como el límite de edad o la posibilidad de financiar la vuelta de la pareja del emigrante.
“Perfil interesante” para los mediadores
Pablo Garijo del Cura y Elena Lujan Díez son dos de estos mediadores, ambos de oficinas en la provincia de Albacete. “Tenemos la suerte de tener la base de trabajar en la Oficina de Empleo y trabajar con gente que necesitaba mucha ayuda, con pocos recursos. En este caso, es un perfil interesante, porque están muy cualificados y eso nos facilita el trabajo. Lo principal es observar sus necesidades, saber por qué vuelven y por eso lo primero es mostrar cercanía”, explica Pablo. En este sentido, recalcan que es “fundamental” que puedan ver la cara del mediador con el que trabajan, a través de Skype, porque “no es una llamada, sino que es una cara la que te atiende”.
“Ver nuestra foto les ayuda, saben que es una persona, no sólo una administración, que estamos nosotros para responder, es esta la idea de proximidad y cercanía la que queremos dar”, añade Elena. En este sentido, recalcan que muchos de los que vuelven también van a la oficina a seguir trabajando con ellos, el proceso no acaba cuando vuelven a la región. Que se sientan acompañados es una parte clave: “Tomar la decisión de querer retornar supone una toma de decisiones importantes que hay que valorar”, explica Elena, a lo que Pablo añade que “muchas veces están muy alejados de la realidad del mercado laboral y así servimos como punto de referencia”.
Ambos celebran las cifras alcanzadas, que consideran “muy satisfactorias”. Saben que tienen que trabajar contra un posible “rechazo” a iniciativas nacidas desde la administración pública y por eso se involucran aún más. “Nunca los dejamos tirados, siempre nos preocupamos y si vemos que llevan mucho sin contactar, les mandamos un correo y estamos detrás de ellos. Es la diferencia con otros sistemas”, afirma Pablo. “La gente se sorprende, porque ven que funciona y eso es justamente lo que buscamos”, continúa Elena. Por ejemplo, si trabajan con alguien que está en China o Hong Kong, lo que hacen es llegar antes a la oficina para adecuarse a sus horarios.
Desde el Servicio de Intermediación se han preocupado, además, de que ninguno de los mediadores tenga a más de cinco retornados a su cargo, para poder cuidar la calidad del servicio que se presta, ya que no se dedican exclusivamente al Plan de Retorno del Talento. Además, buscan que los beneficios que se han conseguido del programa se puedan insertar también dentro de Castilla-La Mancha, para que las Oficinas de Empleo estén abiertas para todos y que las personas no tengan que desplazarse a la más cercana. “Es utilizar los beneficios del programa dentro del país, aprovechar las energías y el margen que tenemos para crecer”, concluye Augusto Ruiz.