¿Cuáles son las claves del “inusual éxito” del Plan de Retorno del Talento joven?
Raúl Gil no es ajeno a la situación de los inmigrantes españoles, que tuvieron que abandonar el país para buscar mejores posibilidades en su carrera laboral. Todo lo contrario. El cofundador de la plataforma Volvemos.org vivió 4 años en Berlín, donde trabajó en La Red, una asociación para ayudar a los jóvenes españoles inmigrantes en Alemania. Sus compañeros de la asociación encargada de crear la plataforma digital a través de la que funciona el Plan de Retorno Juvenil de Castilla-La Mancha también son expertos en la asesoría a inmigrantes con herramientas como trabajar-en-alemania.com, portal fundado por Sebastien Sanz y Diego Ruiz del Árbol, que también son parte del equipo de Volvemos.
Más de 100 son los jóvenes que han vuelto a Castilla-La Mancha desde la puesta en marcha del Plan del Retorno del Talento Juvenil, impulsado por la consejería de Economía, Empresas y Empleo. Se trata de una cifra que muestra un “éxito inusual”, en palabras de Gil, debido a la complejidad que supone el proceso de retorno. “Es un número increíble, y nosotros trabajamos siempre sin jugar con las expectativas. Incluso con el retraso del nuevo decreto, que ha mejorado mucho la situación”. Y es que el resto de las cifras de programas de retorno han sido “malas”, con excepciones muy puntuales como el iniciado por el Ayuntamiento de Valladolid con el que volvieron unos 17 inmigrantes. Raúl recuerda el caso de Andalucía: “invirtieron unos 8 millones de euros en un programa que finalmente nadie conoce”.
¿Cuáles son entonces las claves del éxito que ha logrado el programa castellano-manchego? “Es cierto que nos perjudicaba el hecho de que ya hubiese iniciativas en marcha que eran un fracaso porque generaba la idea de que los inmigrantes no querían volver. Pero no era eso. Era que no se estaba gestionando bien”, explica Raúl Gil. En este sentido, uno de los puntos más importantes que han detectado desde Volvemos.org es que “todo” el Gobierno castellano-manchego estaba investido en el proyecto. “Es fundamental. Desde el presidente Emiliano García-Page hasta los directores provinciales de Empleo. Todos están implicados, todos se sienten orgullosos y también en parte responsable por la marcha de tantos jóvenes”, explica.
En este sentido, señala que desde las administraciones supone incluso “un alivio” la perspectiva de poder revertir la pérdida de talento debido a la crisis, pero también a las políticas de recortes que se llevaron a cabo. “Estos programas sirven para recuperar la confianza de la gente que se tuvo que ir y también para crear un vínculo entre la administración y el inmigrante que no ha existido hasta ahora y es fundamental para que quieran volver”. Por eso, defiende que el perfil de Volvemos.org fue muy útil a la hora de contactar con quienes se fueron, “mejor que la administración”.
Actualmente son más de 260 los registrados en la plataforma digital, personas de todo el mundo que cuentan en la misma con un mediador y también un gestor. “Muchas veces somos injustos con los empleados públicos. Pero aquí tenemos un equipo que se ha atrevido a trasgredir y avanzar. Al principio no tenían ni acceso a Skype, pero se han empeñado en ir más allá. Es algo emocionante”, recalca Gil Benito. Los funcionarios, señala, incluso trabajan desde casa para poder contactar con los inmigrantes en el mejor horario posible.
Carencias que se han ido salvando
“La Junta de Castilla-La Mancha ha sido consciente desde el principio de las carencias que tenían: no había contacto con quienes se habían ido, no se sabía quiénes eran o dónde estaban o qué pensaban. Por eso acudieron a nosotros”, explica Raúl Gil. En la base de datos de Volvemos.org había unos 200 inscritos antes de la puesta en marcha, menos de los que están ahora registrados en la plataforma digital. “Así hemos podido hacer hincapié en conocer las necesidades de los que se fueron, no en las de la administración. Fue el Gobierno el que tuvo que adaptarse a ellas, no al revés. Nosotros pudimos hacer pedagogía y también reducir el rechazo que provoca la administración pública”.
Por otro lado, se pusieron a disposición de la iniciativa los recursos humanos necesarios, ya que de otra manera “hubiera sido imposible”. “Nuestro conocimiento de las políticas de inmigración y retorno, que conocemos mejor que nadie, les ha sido muy útil para diseñar este plan de acuerdo a las necesidades de los usuarios”. A esto se une la plataforma digital, creada por Diego Ruiz, programador con una larga experiencia, y pensada para ser intuitiva y también atractiva visualmente y siempre manteniendo la marca de la Junta castellano-manchega. Gil defiende que es similar a las redes sociales y al ser una herramienta “muy sencilla” también se aleja de los prejuicios que existen alrededor de la burocracia.
Papel de los mediadores
La Junta ha calificado a los mediadores del Plan de Retorno como los “ángeles de la guarda” de los jóvenes que quieren volver y también participan dentro de la herramienta virtual. “Dentro de la plataforma está toda la gestión, con la excepción de las llamadas a través de Skype y los correos electrónicos”, explica Raúl. Este es otro de los puntos fuertes con los que cuenta el Plan, ya que permite cumplir el compromiso de las 48 horas que se firma con los inmigrantes. “Así ya se sabe que van en serio y que no es un invento”, puntualiza Gil Benito. Los profesionales están especializados según el territorio, el sector empresarial, o el autoempleo, entre otros factores, y así se van asignando a los distintos registrados. Están encargados no sólo del seguimiento de las ofertas, sino también de manejar las expectativas, describir la situación laboral y también lidiar con las exigencias.
“Quienes quieren volver ahora, tienen las ideas claras. Saben que no van a volver a las mismas condiciones, pero quieren hacer el esfuerzo por razones personales. Por eso es necesario este vínculo. Para los funcionarios también es un reto porque supone trabajar con gente muy empoderada, proactiva y que tiene altas posibilidades de trabajo. Por eso para ellos es un desafío estar a la altura”, explica Raúl. Y es que, resalta, que el papel de estos funcionarios llega a ser “mucho más” importante que las ayudas con las que cuenta el plan, “pero es genial que también haya”.
Retos que todavía hay que subsanar
Raúl recuerda el caso del Plan de Retorno que se puso en marcha en el País Vasco: fueron unos dos millones de euros en ayudas a la contratación y “nadie asistió”. “Si no se trabaja con la comunidad, y las empresas no se enteran, pues no funciona. Hablamos de algo fundamental”, asegura Gil. Por eso, explica que uno de los pasos que se deben dar es hacer un esfuerzo más grande para sensibilizar a las empresas castellano-manchegos para conseguir más ofertas de empleo para el portal.
“La labor de comunicación que se hace es grande, pero debe mejorar”, recalca. Y no sólo de cara a las empresas, sino también de cara a quienes quieren volver, porque el plan todavía sigue sin conocerse en toda su dimensión. Para ello, desde volvemos.org proponen que se haga encuentros con inmigrantes en el extranjero, en ciudades como Berlín o Londres, lugares donde se sabe que hay más inmigrantes.
“Es fundamental hacerlo más cercano, no podemos depender de los padres y madres”, asegura. Finalmente, recalca que la solución ideal sería un Plan de este tipo a nivel estatal, sin limitaciones territoriales. “Hasta ahora el Gobierno ha sido bastante nocivo, porque no han querido escuchar a las asociaciones de inmigrantes, tenemos esperanza de que ahora se haga algo, porque no cuesta nada. Castilla-La Mancha es un ejemplo de cómo hacer las cosas”, remata.
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