El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha y número dos del PSOE regional, Jesús Fernández Vaquero, ha sido el protagonista de un desayuno informativo organizado en Toledo por encastillalamancha.es en el que ha hablado del partido, de la incierta situación de las cuentas regionales para 2017 tras la ruptura del pacto PSOE-Podemos y también del nuevo cargo de Dolores de Cospedal como ministra de Defensa.
Sobre la que fuera presidenta regional, Fernández Vaquero ha dicho que, ya en su nuevo papel, será recibida en Castilla-La Mancha “educadamente”, al tiempo que le ha pedido que “no se preocupe”, ya que “ya no va a necesitar escolta”.
También ha vaticinado que Cospedal no volverá a presentarse para presidir la región. “Por su vida y por su ambiente, ella se siente más a gusto en Madrid”. En este sentido ha mencionado la compatibilidad de sus cargos orgánicos en el PP (actualmente es presidenta del PP en Castilla-La Mancha y secretaria del partido a nivel nacional) con su puesto de ministra. Hay “discrepancias”, decía Fernández Vaquero, en el seno del PP. “Creo que Maíllo quiere ser secretario general y en Castilla-La Mancha tampoco están muy de acuerdo. Tiene una función muy importante en Defensa”, ha aseverado.
Los presupuestos regionales, para febrero
El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha también hablaba de los presupuestos regionales para 2017 para mostrarse confiado en que los dos diputados de Podemos en el Parlamento regional apoyarán el Proyecto de Ley de Presupuestos. En su opinión, para el mes de febrero “deberían estar aprobados”.
Fernández Vaquero dice que las cuentas regionales son “necesarias” para “desarrollar el pacto con empresarios, el pacto con sindicatos, para dotar a los centros de más profesores o para que haya más especialistas y ha dejado un mensaje a la formación morada al asegurar que el secretario general de Podemos y vicepresidente de las Cortes, José García Molina, es ”correctísimo“ y que ”es posible dialogar con él“. En contraposición, sobre el otro diputado regional de Podemos, David Llorente, señaló que ”es más radical“, aunque, matizaba, en ambos casos son ”muy educados“.
Ante la pregunta de qué le dijo al líder de Podemos tras anunciar que rompía el pacto de investidura con el Gobierno autonómico, ha contestado que le pidió que “se dejara de postureo”. “No se lo creía ni él”.
La situación del PSOE nacional
Fernández Vaquero se ha referido también a los pasos dados en el PSOE nacional que terminaron con la caída del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. En su opinión, el partido “atinó” al no aceptar formar un Gobierno encabezado por Sánchez con el apoyo de “nacionalistas e independentistas”, y mucho más “después de ver cómo se comportaron algunos de esos compañeros de viaje” como Gabriel Rufián, en el debate de investidura de Mariano Rajoy. “Con él, y con muchos como él, ni a comprar el pan”.
“No se puede ser socio de Gobierno con los que quieren romper España”, defendiendo que “la cuestión catalana” no se soluciona “reconociendo su carácter de nación”. “Sería un paso peligroso y con ello hablaríamos del fin de España tal y como hoy la conocemos”, ha enfatizado.
También habla de la mayoritaria abstención de los diputados socialistas en el Congreso que permitió un nuevo Gobierno de Rajoy. Cree que, aunque habilitar un Gobierno del PP en la Moncloa ha producido “desgarros traumáticos” en el PSOE, la decisión del partido ha sido “atinada”.
Sostiene que en la coyuntura política actual “da la impresión” de que el PSOE está “entre dos fuegos”, el del adversario, que es “lógico”, y uno que teme aún más, como es “el fuego amigo”.
Fernández Vaquero ha definido la situación del partido asegurando que “por un lado, está en el campo de batalla y le disparan los de enfrente”. “Pero también a veces nos disparan los que están en retaguardia, y son proyectiles que más daño nos hacen como organización para consolidarnos como una alternativa potente que este país necesita”.
Sobre la actitud de Podemos, ha hablado de la formación morada indicando que “han entrado en política de manera virulenta, como si quisieran vivir no solo la época actual, sino también la revolución industrial y la revolución rusa de 1917”.