La A-40: la autovía prometida hace 30 años que esquiva Madrid

Alba Camazón

5 de diciembre de 2021 21:27 h

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La Autovía de la Meseta Sur, la A-40, pretendía esquivar Madrid para descongestionar las autovías de la capital. Iba a salir de Ávila y atravesar Castilla-La Mancha y subir hasta llegar a Teruel. Casi 30 años después del Plan Director de Infraestructuras, todavía no está terminada: faltan los tramos de Ávila a Madrid y de Cuenca a Teruel, entre otros.

En el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) 2005-2020 la A-40 era “prioritaria”, pero en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI) 2012-2024 se rebajó a “en estudio”. La exministra de Fomento Ana Pastor fijó en 2024 un horizonte para ejecutar, entre otros, el tramo entre Ávila y Maqueda (Toledo), una infraestructura cuyo estudio informativo data de 1995. Sin embargo, en los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) las partidas presupuestarias no superaban los 100.000 euros, una cuantía que ha provocado el reproche de los políticos abulenses.

Todavía están pendientes los estudios de impacto ambiental de los tramos Adanero (A-6)-Ávila y Ávila-Maqueda, que debe realizar el Ministerio para la Transición Ecológica. Y después faltarían muchos años hasta que estuviera terminado.

Las Cortes de Castilla y León instaron el año pasado a la Junta para que instara al gobierno central que pusiera en marcha “con la máxima urgencia” la autovía de la Meseta Sur. Fue la formación Por Ávila la que promovió esta Proposición No de Ley, apoyada de forma unánime. Pero no ha tenido mucha repercusión pública, más allá.

El Ministerio de Transportes obtuvo hace un mes la declaración de impacto ambiental (DIA) favorable para el estudio informativo Autovía entre Ávila (A-50) y la Autovía del Noroeste (A-6). Esta DIA no afecta en ningún sentido a la A-40, de la que los abulenses siguen sin saber.

El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, calificaba la A-40 de ser la “autovía deseada” en una entrevista a este periódico. En sus declaraciones, Sánchez Cabrera consideró a esta autovía una infraestructura “para el Estado”, “estratégica” para la provincia abulense. “Sería muy importante la conexión con la A-6 en Adanero y podríamos conectar Maqueda con la autovía de los viñedos”, apuntaba. El Ayuntamiento de Cebreros también pidió a los diputados y senadores socialistas para que enmendaran los Presupuestos Generales e incrementaran las cuantías para la autovía de la Meseta Sur.

En junio el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) aprobó provisionalmente e incoó el expediente de información pública del tramo Toledo-Ocaña con cuatro posibles actuaciones. Este es el único tramo pendiente de construcción en Castilla-La Mancha, según la última actualización pública del Ministerio de Transportes.

La solución inicialmente seleccionada por considerarse más favorable para el interés general fue la alternativa basada en el corredor de la carretera CM-4001: cubrirá 25 kilómetros y el presupuesto estimado para las obras ascenderá a 198,7 millones de euros.

Manuel Gimeno lleva más de una década luchando por el tramo Cuenca-Teruel, un tramo por el que es “un castigo” ir por la actual carretera. “No ha habido interés político ni del Gobierno Central ni de Castilla-La Mancha”, reprocha Gimeno, uno de los fundadores de Teruel Existe.

Gimeno, médico rural durante años, alude a las dificultades que hay en varios tramos como el de la carretera nacional de Ademuz-Teruel. “No hay arcenes, se la conoce como 'la rompe retrovisores'. Lleva así desde antes del año 73, que yo trabajaba por allí, y no se ha hecho nada salvo dos curvas”, remarca.

El turolense apuesta por una estructura “mallada” para “descongestionar” el tráfico y que no sea necesario pasar por Madrid para bajar al levante, Extremadura o subir a Aragón. El portavoz de Teruel Existe destaca la importancia del futuro tramo Reus-Alcañiz que la formación 'rascó' al Gobierno en sus Presupuestos Generales: la prolongación de la A-40 hasta Reus y la redacción del estudio informativo.

Gimeno acusa a las administraciones públicas de “utilizar” el Medio Ambiente -las declaraciones de impacto ambiental- como “arma política” para no ejecutar una infraestructura. En 2008 se emitió una Declaración de Impacto Ambiental negativa que caducó diez años después. Ecologistas en Acción también protestó en su momento por el tramo Maqueda-Ávila, que consideraban un “disparate ambiental” porque atravesaría 16 espacios naturales protegidos.

Mientras continúan los trámites administrativos; las partidas presupuestarias se reparten en otras infraestructuras. La A-40 continúa incompleta, y no es previsible que esté terminada en los próximos años.