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Caso Sara: El jurado considera que la madre de la niña y su exnovio son los responsables de su asesinato

Roberto H.H, autor material de la muerte de Sara.

Laura Cornejo

El jurado del caso Sara, la pequeña de 4 años violada y asesinada por la pareja de su madre en agosto de 2017 en Valladolid, ha emitido su veredicto este sábado. Según el mismo, considera que Roberto H.H y Davinia M.G, son responsables de su asesinato, el primero como autor material y la segunda por comisión por omisión. Sin embargo, el jurado ha considerado no acreditada la responsabilidad de la madre en la agresión sexual previa a la paliza que acabo matándola. 

Después de deliberar durante tres días y responder a las 138 preguntas del objeto del veredicto, el jurado popular ha entendido que el asesinato de Sara se produjo con las agravantes de delito de odio y ensañamiento. Las cuatro mujeres y cinco hombres han determinado que Roberto H.H que mantenía una relación de mes y medio con la madre de la pequeña, es autor, además del asesinato, de un delito de agresión sexual, cuatro delitos de maltrato con lesión y de otro de maltrato habitual. Sin embargo, el jurado ha descartado que fuese autor de otros dos delitos de lesiones de que los que se le acusaba inicialmente. 

Sin unanimidad en la responsabilidad de la madre en la agresión sexual

La madre de Sara, además de haber sido considerada responsable del asesinato de su hija en la modalidad de comisión por omisión (no hizo nada por evitarlo), será condenada por tres delitos de maltrato con lesión y de otro de maltrato habitual, también por omisión. Sin embargo el jurado considera que hay dos circunstancias atenuantes: la obcecación y la confesión, y  también que ella no es responsable de la agresión sexual. Esta fue una de las decisiones más controvertidas para el jurado ya que la decisión no se tomó por unanimidad sino por un ajustado resultado de 4 votos a favor y 5 en contra. Davinia también es responsable un delito de abandono y tres de maltrato con lesión. El tribunal popular también se ha pronunciado en contra de aplicar beneficios penitenciarios o el indulto para ambos, si bien esta decisión no es vinculante.

Una vez conocido el veredicto, las partes (Ministerio Fiscal, acusaciones particulares y populares y defensas) han modificado sus calificaciones finales. Así, tanto la fiscal, como la acusación particular que representa al padre de la víctima, y las populares Clara Campoamor y Adavasymt han mantenido su petición de prisión permanente revisable para Roberto H.H así como las peticiones de pena que oscilan entre los 22 y los 24 años de prisión. También han pedido medidas de alejamiento así como indemnizaciones para el padre y la hermana de Sara.

Sobre las peticiones para la madre, las acusaciones populares han ratificado su petición inicial de prisión permanente revisable por el asesinato de la pequeña, además de penas prisión que oscilan entre los 21 y 22 años por el resto de delitos.

La fiscal, que inicialmente también había pedido prisión permanente revisable ha renunciado y solicitado penas que suman 27 años de cárcel. También ha modificado su calificación de delito continuado de agresión sexual al no haberse considerado acreditada la violación anal, tan sólo la vaginal. También explicó que debía renunciar a la agravante de parentesco en el caso de Davinia puesto que la jurisprudencia del Tribunal Supremo considera incompatible esta en delitos por comisión por omisión y ha citado el principio jurídico non bis ídem, que prohíbe que un mismo hecho se sancione dos veces.

Atenuante de confesión “poco clara”

La representante del Ministerio Público se mostró en desacuerdo con la atenuante de confesión apreciada por el jurado. “Es una atenuante no demasiado clara, si se entiende que confesó porque fue colaboradora con la Policía, pero Davinia M.G ofreció declaraciones sesgadas”, afirmó.

El abogado de la acusación popular, la Asociación Clara Campoamor, también hizo referencia a las atenuantes con las que tampoco estaba de acuerdo. Sobre la de obcecación explicó que debía tener un componente de instantaneidad y que no es el caso, puesto que la pequeña fue maltratada a lo largo de un mes y medio antes de ser asesinada. Tampoco cree que exista confesión, ya que “en ningún momento se hizo responsable de nada”. Además, el abogado pidió que se le retirase a Davinia M.G patria potestad de su hija mayor.

Una vez emitido el veredicto la sala tendrá que dictar sentencia en las próximas semanas. El caso ha sido el más largo celebrado en Valladolid por un jurado. El juicio arrancó el pasado 25 de abril con importantes medidas restrictivas para los medios y el público, debido a la crudeza del crimen. Los medios de comunicación han seguido el juicio en una sala habililitada a tal fin y con un circuito cerrado de televisión. Aún así, no se facilitó el acceso a ninguna imagen de la pequeña, ni siquiera cuando los forenses explicaron las lesiones detectadas en la niña.

Sara falleció el 3 de agosto, 22 días después de que dos médicos de un hospital privado activasen el protocolo por malos tratos cuando la madre llevó a la niña a urgencias. El pediatra examinó a la niña porque tenía una importante inflamación en la boca y enseguida detectó otras lesiones que no cuadraban con caídas accidentales. Tras consultar con otra compañera que había ejercido como forense, decidieron llamar a la Policía. Según explicaron en el juicio, la niña estaba sucia, tenía una importante falta de higiene dental y una infección en toda la boca y hematomas por todo el cuero, especialmente en las nalgas. “Estaba cosida a golpes”, llegó a explicar la doctora.

El caso se instruyó como violencia de género cuando la madre de la niña atribuyó los golpes a su exmarido. A partir de ese momento, el protocolo se ralentizó. No se decretó ninguna medida cautelar de protección para la niña, los servicios sociales la vieron 15 días después de activarse el protocolo y a partir de ahí, Davinia esquivó hasta dos visitas domiciliarias sin que se optase por alguna medida policial o judicial.  El 2 de agosto, la pequeña, que había seguido sufriendo maltratos, ingresó en el Hospital Clínico en muerte cerebral. El acusado dijo al 112 y a la Policía que se ha había “encontrado en la cama” sin respiración. La niña tenía golpes en la cara y en la cabeza, le faltaban uñas y había sido violada. Falleció al día siguiente.

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