Soria espera que las reducciones en las cotizaciones empresariales atraigan a más inversiones y población

Soria, Teruel y Cuenca suman cerca de 418.00 vecinos, apenas un 0,88% del total de la población de España. Si se junta el aporte que sus empresas al conjunto del PIB nacional también representan el 0,8% del total. Una cifra escasa si se compara con la gran extensión de terreno que ocupan: un 8,4% del país. La baja de densidad de habitantes es un problema para la supervivencia de estas zonas. Aquí están tres de los puntos que más población han perdido años en los últimos años -junto con Zamora o León-, que forman la España (más) Vaciada.

Es por eso que para frenar la sangría poblacional, el Gobierno ha decidido poner en marcha beneficios fiscales para revertir las desventajas de las que se aqueja el tejido empresarial de Soria, Teruel y Cuenca. Esta diferenciación ha sido recibida de “manera positiva” por la patronal soriana aunque piden conocer más detalles de cómo les va a afectar ya que se quejan de falta de concreción en aspectos claves.

Sobre el anuncio del Gobierno, el presidente Sánchez adelantó este jueves en el Congreso una serie de ayudas que “permitirán una reducción de las cotizaciones empresariales en los contratos indefinidos ya existentes y en los nuevos contratos indefinidos que se firmen”. Según el Ejecutivo, se va a reducir el 5% de la cotización por contingencias comunes de los negocios en todos los contratos indefinidos existentes en el ámbito provincial y se bajará el 15% en el caso de los nuevos contratos indefinidos. Además, en los municipios de menos de mil habitantes, esta reducción será del 20%.

Según María Ángeles Fernández Vicente, directora general de la patronal soriana FOES, lo que se ha conocido les genera dudas: “No entendemos si se refiere a la reducción del importe que sale íntegro de la cotización contingencias comunes o del tipo”. Es decir, si se da el primer caso, según sus cuentas, se reducirían los costes un 0,8%, lo que se traduce en 255 euros por trabajado al año. “Una cantidad ridícula”, reconoce. Si la reducción es de los tipos, el ahorro sería de unos 1.080 euros por trabajador y año. “Un 3,6%-3,75 no es mucho, pero hablamos de otra cantidad”, apunta.

“A partir de ahí se pueden hacer cálculos”, aclara. Según lo que disponga el Gobierno, el conjunto de empresas sorianas se guardarían de “6-7 millones” y en la otra opción “estaríamos hablando de cerca 24 millones”, detalla.

Pese a la falta de concreción, la patronal también valora de forma positiva el gesto de Sánchez: “Es un hito muy importante y positivo, que, por parte de un presidente de España, en el Congreso se hable de un elemento diferencial de tres provincias donde las empresas necesitan ayudas porque su situación es diferente”.

Fernández Vicente entiende que “lo que dice el presidente fue una declaración” pero a partir de ahí “cuesta saber por dónde ha querido ir”. A las primeras dudas también se suman que están pendientes de ver qué sectores están incluidos, si el Gobierno limita a alguno, o también si incluyen a los autónomos, que para la patronal sí que debería estar al ser “considerada empresa”. “Hay tener cautela porque la información es poca. Por ejemplo, mientras que el presidente dijo algo, desde la nota de prensa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, había matices, ya que parece que se da entender que no se diferencia entre negocios nuevos y los existentes en el territorio. Así que toda la cautela”.

Para el empresario soriano Jesús Izquierdo esta medida debería ser el comienzo de otras soluciones, aunque también está pendiente de las cifras finales: “Ahora echa andar una rueda que es difícil parar, pero no hay que quedarse en estos porcentajes, si no en más”, asegura.

Izquierdo habla de “letra pequeña” en los porcentajes de ahorro finales a no tener “claro” en cómo se va aplicar. Además, pide que se aplique el máximo de reducción, el 20% a todo el territorio como sí permite Europa. A su juicio, diferenciar entre el 5% y el 20% en función del tamaño del municipio hace que se haga categorías dentro de las zonas despobladas y que pueda haber problemas para ejecutar ayudas al ponerse requisitos.

Al igual que Fernández Vicente, Izquierdo espera al Real Decreto para poner en marcha inversiones que ahora tienen en “'stand by' hasta ver estas ayudas de funcionamiento o fiscalidad”. Para su empresa de envase y embalaje, que emplea en Soria capital a unas 150 personas, este tipo de medidas mejorarían su competitividad. “No es que pida algo para posicionarnos mejor, son ayudas que otros han tenido y aquí no llegan para generar igualdad de oportunidades”, significa.

Falta también de mano de obra

Acompañando a la despoblación está la falta de mano de obra. Como asegura Fernández Vicente: “el problema es un drama”. En la provincia la industria quieren crecer, pero se topan que no hay gente. “Cualquier empresa que llames y que preguntes cuál es su mayor problema te dicen: no tengo trabajadores”, asevera. Algo que también apuntala Izquierdo, que defiende que “en multitud de sectores estamos buscando gente para ampliar el personal”. Para el soriano si se facilita la llegada de otras compañías muchos de los expatriados volverían a por un empleo de calidad, desde profesionales altamente especializados a operarios sin una titulación específica.

Aumentar competitividad del tejido empresarial es otro de los objetivos de la medida y el filo del que pende el futuro de Soria. Por aquí pasa el método para mantener y atraer inversiones y, por ende, que la población vaya creciendo “En un momento en el que muchas firmas esta retornando de Asia, esto puede permitir competir con otros países, como los del este de Europa. No es solo un tema de provincia, es un tema de país que pueda ubicarnos como competitivos en el entorno de la Unión Europea”.

La representante de la patronal pide una mayor acción política y un cambio de estrategia en las medidas contra la despoblación. Con medidas integrales se ayudaría a que crezca población y que de verdad haya más trabajadores para que hacer competitivas a las empresas“. Por eso pide a los representantes de Soria en el Congreso y Senado que trabajen por su provincia.

Cambiar el modelo de políticas contra la despoblación

De cara el futuro toca mirar a países en los que despoblación es un problema y se ha conseguido grandes avances. Para Fernández Vicente el ejemplo a seguir está en las Highland escocesas que han pasado de perder población desde los 60 a aumentar su población un 60%. “Lo han planteado forma integral, desde el punto de visto empresarial lo importante es atraer inversiones y que sea atractivo. Además, la universidad ha hecho que sea un elemento de atracción”, explica.

“El tema de las ayudas es una gotita”, -continúa- “pero lo que hay que hacer es cambiar la estrategia. Se está trabajando a nivel nacional y regional con políticas de los años 90. Al final con eso ni se retiene la población, ni se mantiene. El tema de la despoblación está en el ámbito político, pero no ha cambiado nada”.

La empresaria apuesta por modificar la forma en la que se otorgan ayudas -algo que también coincide con las administraciones de las zonas más afectadas por la despoblación- que pase de usar las ratios habitantes a otros más justos para los territorios. “Así no vamos a ningún sitio, mientras tanto los pueblos se vacían. Cambiar estrategia va a beneficiar a la práctica totalidad de las provincias de Castilla y León”, se queja.