La Asociación Párkinson de Valladolid reclama comprensión con sus 'tiempos' en una sociedad “con prisas”

Uno tiene su vida normal. Va al trabajo, vuelve, cuida de sus familiares... Y de repente tu cuerpo no responde como antes. Acudes a un médico y luego a otro, hasta que te dan un diagnóstico: párkinson. Y ahora, ¿qué? “Abrocharse unos botones es casi una proeza”, confiesa Raquel, enferma de párkinson.

La Asociación Párkinson de Valladolid (Aparval), que ayuda diariamente a las personas afectadas por esta enfermedad, ha reclamado este martes a esta sociedad “con prisas” que tenga comprensión y “empatía” con sus tiempos: sus pausas al hablar, al escribir y al andar. Estas personas quieren tener una “vida social plena” y evitar “estereotipos y prejuicios”. También han reclamado la contratación de más neurólogos y ha lamentado que no se atienda a su Salud Mental en el sistema público: “Nos sentimos un poco abandonados”, ha comentado el presidente de Aparval, Carlos Rodríguez de la Torre.

En Castilla y León hay 12.000 pacientes con párkinson; dos mil de ellos en Valladolid. Pero las asociaciones no llegan a todo el mundo. Según explica el presidente de Aparval, el centro atiende a 180 personas cada semana: allí tienen acceso a logopeda, psicoterapia, fisioterapia y yoga. Todo para intentar ralentizar los efectos de esta enfermedad degenerativa que afecta a 60.000 personas en España.

La organización ha entregado un reconocimiento a la viuda del expresidente Carlos Carretero, fallecido hace cuatro meses, y de quien se ha recordado el trabajo “incansable” por la entidad junto a su mujer, que no ha podido contener la emoción. El acto, al que han acudido varios concejales y en el que se han plantado simbólicamente varios tulipanes, se ha celebrado en un ambiente familiar y cercano.

Este miércoles, 12 de abril, se instalará una mesa informativa en la Plaza Zorrilla con calle Santiago, que contará con la asistencia del presidente de Aparval, de toda su junta directiva y de los integrantes de la asociación. El horario fijado será de 10.00 a 14.00 horas.

También se han entregado los premios de los concursos de Pintura, Fotografía y Relatos, que han recogido Carmen, Óscar y Raquel. Esta última no ha podido evitar agradecer a todo el mundo su trabajo a pesar de que este no sea uno de sus “mejores momentos”.

La Agrupación Musical Coral Castilla —que ha cerrado el acto con cantos a Castilla, Argentina o a la vida misma— ha querido recordar a Ángel Velasco, un miembro del grupo que falleció este lunes. Con los labios apretados y algún pañuelo para las lágrimas no contenidas, los cantantes han interpretado las piezas, algunas acompañadas de mucha emoción por parte del público, como los Cantares de Joan Manuel Serrat.

Es inevitable escuchar, en susurros, voces que canturrean 'caminante no hay camino'. Porque se hace camino al andar: a veces de la mano amiga y otras, de un bastón; pero siempre intentando exprimir la vida al máximo. En palabras de Raquel: “Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia”.