La Federación de Peñas del Real Valladolid ha expresado su rechazo al sistema de votación propuesto por el club para ratificar o modificar el cambio de escudo adoptado de forma unilateral por la directiva en 2022, al considerar que está “dirigido y manipulado” a través de una convocatoria (30 de noviembre y 1 de diciembre) realizada “sin contar con los abonados”.
El director del gabinete de Presidencia, David Espinar, ha anunciado este lunes un proceso para que los abonados decidan si mantener el último escudo, modificado desde el club, o regresar al anterior, a través de una votación telemática que se extendería durante 34 horas entre el 30 de noviembre y 1 de diciembre.
A través del Portal del Blanquivioleta —en el que, según datos aportados por el club, tan solo 4.000 socios habrían quedado sin registrarse— se podría responder a la pregunta ¿Ve imprescindible el cambio de escudo?“, desde el 30 de noviembre a las 10.00 horas hasta el 1 de diciembre a las 20.00 horas.
En el caso de que 10.976 socios -la mitad más uno- optaran por regresar al anterior símbolo, se llevaría a cabo un “lento” proceso de cambio para que el escudo antiguo fuera de nuevo efectivo desde el 1 de julio de 2024, aunque eso implicara un perjuicio económico para el club “como si se hiciera un fichaje”, en palabras de Espinar.
La Federación de Peñas, a través de un comunicado difundido este martes, cree que es “completamente subjetiva y tendenciosa” esta pregunta que realiza la entidad blanquivioleta para plantear el posible retorno al anterior escudo y pide que se cambie por “decidir qué escudo te representa”.
Asimismo, reclama “suprimir la barrera del mínimo de votos para el cambio del escudo, siendo suficiente la mayoría simple, como en cualquier sufragio y se alargue la fecha de votación hasta el 3 de diciembre para que puedan votar los aficionados en días no laborables”.
En este sentido, se critica que se haya establecido la fecha para realizar la votación el 30 de noviembre y 1 de diciembre, días laborables, “que no dan tiempo para preparar una campaña y que no tienen en cuenta que hay aficionados que pueden estar fuera de casa o con dificultades laborales en esos días”.
Respecto al hecho de que el club considere obligatorio para el cambio, que voten por este más de la mitad de abonados, la Federación de Peñas denuncia que votar por el nuevo escudo tiene el mismo valor que no votar, por lo que se preguntan qué sentido tiene, entonces, elegir este último símbolo.
También denuncia que se haya optado, como única vía, por el voto telemático “ya que dificulta la participación de personas mayores o que tengan poco trato con las tecnologías”, y por ello demanda que se facilite la cobertura presencial, para que los aficionados puedan optar por una u otra opción.
Por todo lo detallado, las peñas solicitan al club que “escuche a su masa social, y facilite una votación limpia y objetiva, con las mismas posibilidades tanto para un escudo como para otro”, ya que su “consulta popular” supone “un insulto a los abonados y una tropelía”.
“Y aun sabiendo los socios que van a la guerra con espadas de madera contra tanques, quieren votar, aunque está claro que la lucha, seguramente, no terminará este viernes, ya que es responsabilidad de todos defender al club que lleva el nombre de nuestra ciudad de dirigentes irresponsables”, ha añadido.
Esta afirmación se completa con la advertencia de que están “ante, posiblemente, uno de los mayores fraudes de la historia del Real Valladolid, porque las exigencias impuestas hacen que sea del todo imposible la vuelta al anterior escudo y, lo que iba a acercar a afición y directiva, va a abrir aún más la herida”.