Ecologistas en Acción denuncia que la Junta de Castilla y León sigue sin elaborar un plan de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la contaminación por ozono a pesar de que son obligatorios, y acusan al consejero de Medioambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones de estar “mareando la perdiz” para no perjudicar intereses económicos, de la industria, del automóvil o de la ganadería intensiva.
La contaminación por ozono es, según los ecologistas, un problema sanitario “de primer orden”, que causa en España alrededor de 1.500 muertes al año. De las cuales, según un informe del Instituto de Salud Carlos III, 100 se producen en Castilla y León. Un peso que debe caer según el responsable de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos, sobre el consejero de Medioamiente, “que es la autoridad que no está protegiendo a estas personas”.
Este miércoles, Ecologistas en Acción ha presentado en Valladolid el Informe anual sobre la Contaminación por Ozono de Ecologistas en Acción, cuya principal y más preocupante conclusión es que todos los habitantes de Castilla y León han respirado aire contaminado por ozono durante el verano de 2019.
Los 2,4 millones de castellanos y leoneses han respirado aire con partículas de ozono por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y además, 1/4 de los ciudadanos ha respirado aire cuya contaminación excedía lo permitido por la ley, un estándar más laxo que la recomendación de la OMS, sobre todo en la zona Montaña Sur de Castilla y León (provincias de Ávila, Salamanca y Segovia), concretamente en dos estaciones de Salamanca y Segovia se han batido los récord históricos; y en la aglomeración de Valladolid, donde la estación de medición de Renault y otra de Laguna del Duero, han rebasado los niveles más altos.
Situación de Valladolid
“Solo una de las seis estaciones de metición que hay en Valladolid ha superado el nivel legal”, explica Ceballos. Eso significa que no toda la población de Valladolid ha respirado aire contaminado por ozono de manera general, aunque apuntan a que es especialmente preocupante la zona del Sur de Valladolid, Simancas, Laguna de Duero y la Cistérniga. Los ecologistas señalan que el de Valladolid es el único Ayuntamiento de Castilla y León que contemplan medidas de limitación del tráfico en episodios como el de la ola de calor de la última semana de junio, “aunque no es suficiente y se deben producir cambios sustanciales”, ha explicado Javier Gutiérrez. Por ello, reclaman al consistorio que trabaje para fomentar el uso de la bicicleta y del transporte público, y limitar el vehículo privando poniendo en marcha una zona de bajas emisiones como Madrid Central.
El informe presentado por Ecologistas en Acción en Castilla y León analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2019 en las 35 situadas en la Comunidad. Analiza, concretamente la contaminación por ozono que se da en primavera y verano, cuando alcanza niveles peligrosos. Este gas es, según explican, un contaminante muy complejo, que se forma por el contacto de la radiación solar con otros contaminantes emitidos por el transporte, las centrales termoeléctricas, la industria o la ganadería intensiva.
Los niveles de ozono durante este año 2019, han variado según las temperaturas que se han alcanzado en distintas zonas de la Comunidad. Así, los niveles han aumentado en el sur y han sido más bajos que en años anteriores en el noroeste, especialmente en El Bierzo. En este comarca, explica la organización, los niveles han descendido al haber coincidir temperaturas menos cálidas con el cierre de la central térmica de Anllares.