Liberadas cinco mujeres extranjeras obligadas a ser prostituidas que estaban “encerradas” en un burdel de Valladolid

Agentes de la Policía Nacional han detenido a seis personas como supuestas integrantes de una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual de mujeres extranjeras prostituidas en un burdel de la provincia de Valladolid, de donde han sido liberadas hasta cinco de ellas.
Además de esos delitos, la Policía les atribuye otros relativos a la prostitución y el favorecimiento de la inmigración clandestina, además de la pertenencia a esta organización criminal, según ha explicado la Subdelegación del Gobierno en un comunicado sobre la operación “Chaturanga”, cuyas investigaciones se mantienen abiertas después de las detenciones practicadas en las últimas tres semanas.
La considerada por la Policía como líder de la organización, integrada por personas de nacionalidad española, paraguaya y colombiana, ha ingresado en prisión sin fianza, mientras que los otros cinco detenidos han quedado en libertad, pero imputados como supuestos responsables de los delitos mencionados.
Al parecer, las cinco mujeres liberadas habían sido captadas en Colombia y Paraguay, permanecían “encerradas” en el prostíbulo, sin poder salir solas del local, que carecía de calefacción, y esta organización criminal les reclamaba 'deudas' por importe de entre 3.000 y 4.500 euros, por los gastos del viaje desde su lugar de origen.
La investigación que ha permitido la desarticulación de este grupo criminal comenzó en octubre del pasado año cuando la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de Valladolid tuvo conocimiento de la existencia de una posible víctima de trata de seres humanos, que había huido de un prostíbulo.
Los agentes comprobaron que se trataba de una mujer de origen sudamericano que al parecer había sido engañada por una organización criminal para trasladarse a España, debido a la situación de extrema pobreza y necesidad que vivía en su país, a la vez que pudieron observar que no era el único caso en ese establecimiento.
La Policía considera que la mujer de nacionalidad española que estaba al frente de la organización criminal, a quien llamaban “la mami” o “la jefa”, utilizaba a otros miembros del entramado criminal para captar en sus países de origen a víctimas que, por su extrema pobreza y su situación de necesidad, estuvieran dispuestas a viajar a España para ejercer la prostitución.
Al parecer, accedían a viajar a España con falsas promesas de sus captadores de que ganarían mucho dinero y también sobre ayudas para encontrar otras oportunidades laborales, pero al llegar al prostíbulo lo que les planteaban es que tenían esa deuda contraída que debían pagar, para lo que las obligaban a prostituirse en condiciones “muy penosas”, según la Policía, entre otras el hecho de tener que pagar por el alojamiento y la luz del local.
Otros de los detenidos eran los responsables de cobrar a los clientes de estas mujeres prostituidas, quienes incluso llegaban a cerrar con llave las puertas del establecimiento si la responsable del local no estaba presente y las animaban a vender sustancias estupefacientes entre los clientes del prostíbulo.
La Policía ha explicado que los miembros de la organización se aseguraban la total sumisión de las víctimas amenazándolas y atemorizándolas continuamente, consiguiendo que todas ellas temieran profundamente a la líder y se sometieran a su control.
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