El atentado yihadista en la Rambla de Barcelona y en Cambrils, que dejó 16 fallecidos y unos 150 heridos, ha llegado a su quinto aniversario con el descontento de las víctimas como protagonista, enojadas muchas de ellas, según las entidades, por no haber recibido el acompañamiento necesario por parte de las administraciones. Así lo han reconocido las principales autoridades, que un año más se han reunido en el Pla de l’Ós, donde se paró la furgoneta que conducía Younes Abouyaaqoub, para homenajear a los fallecidos y al resto de afectados por la tragedia. Pero sobre todo el homenaje se ha visto empañado este año por la presencia de unas decenas de manifestantes independentistas que han boicoteado el minuto de silencio y la ofrenda con flores acusando al Estado de querer ocultar una supuesta responsabilidad en el atentado.
El acto institucional de recuerdo de las víctimas ha arrancado con una breve lectura por parte de la escritora y poeta Fátima Saheb, que ha recordado a “los que ya no están”, “los que siguen su paseo de vida mirando al futuro” y “los que todavía sufren la compañía de la tristeza y el miedo”, así como a “los nombres que ni siquiera se conocen” de los demás afectados. En representación de las instituciones, siempre por detrás de las víctimas, han asistido, entre otros, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.
El homenaje, que ha comenzado a las 10.00 con una intervención del coro VOZES, se ha visto sin embargo empañado por los gritos y silbidos de un grupo reducido de manifestantes independentistas que han acusado al Estado de ocultar una supuesta responsabilidad en los atentados y de no querer. Estos manifestantes, con pancartas de “exigimos la verdad”, han llegado a reventar el minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos, pero sobre todo han abucheado a los políticos mientras realizaban la ofrenda floral que daba por concluido el acto.
A lo largo de todo el homenaje, esos congregados han gritado “queremos la verdad”, “vergüenza” y “vosotros, fascistas, sois los terroristas”, mientras mostraban pancartas con lemas como “Reclamamos explicaciones” o “queremos la verdad”. Laura Borràs, recientemente suspendida como presidenta del Parlament, ha acudido al término del homenaje a saludar a los manifestantes que han boicoteado parte del acto. También al final, algunos familiares de víctimas se han encarado con ellos para reprocharles su falta de respeto.
Robert Manrique, de la entidad de apoyo a las víctimas del terrorismo UAVAT, en declaraciones a los medios también los ha criticado: “Siempre he dicho que un acto de homenaje a las víctimas tiene que estar limpio de mensajes políticos. Qué lástima que haya gente que utilice hoy el acto para hacer política”.
Colau: “Es una profunda falta de respeto”
Sobre los abucheos y silbidos durante la ofrenda y especialmente el grito de algún manifestante durante el minuto de silencio, Colau se ha mostrado contundente en su rechazo: “Quiero lamentar que por primera vez un grupo reducido de decenas de personas ha boicoteado el acto de memoria y de silencio. Es una profunda falta de respeto”, ha declarado. “Todo el mundo puede protestar en esta ciudad, pero hoy no era el sitio, ni la forma, ni el momento”, ha continuado, para pedir finalmente que “no se vuelva a repetir”.
Sobre el apoyo de Laura Borràs a estos concentrados, a preguntas de los periodistas ha lamentado que “si hay cargos institucionales que han ido a animar esta protesta de boicot se retratan por ellos solos”.
Miquel Iceta, por su parte, ha preferido no pronunciarse sobre el incidente cuando le han preguntado en TVE: “Yo me he concentrado en las víctimas y en no distraerme en cosas menores que no sirven a lo que debe servir la conmemoración de esta tragedia, que es llamar a la unidad y a la reconciliación y a estar todos juntos”.
A pesar del saludo de Borràs a estos manifestantes, desde Junts, partido que ella misma preside, han publicado un tuit en el que expresan “el más enérgico rechazo” a la interrupción del minuto de silencio.
Un descontento de las víctimas que viene de lejos
Antes de arrancar el acto institucional, políticos como la alcaldesa de Barcelona o el consejero de Interior de la Generalitat, o Joan Ignasi Elena, han calificado de calvario el proceso que han tenido que seguir muchas de las víctimas para ser reconocidas como tales o acceder a una indemnización. De hecho, la sentencia que condena a los autores del atentado reconoce a su vez que hubo hasta 355 víctimas, de las que solo 216 han solicitado alguna indemnización y 130 lo han logrado.
“El trato de la administración ha sido nulo. La inmensa mayoría [de víctimas] dicen que la primera llamada ha sido la nuestra”, lamentaba en Catalunya Ràdio Manrique, asesor de la entidad de asistencia a víctimas UAVAT, “puesto que hacemos la tarea de localización y búsqueda con nuestros recursos”. Según este activista y víctima del atentado en Hipercor, a muchos de quienes aparecen con su nombre en la sentencia “nadie les ha contactado”.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en la misma radio ha defendido el progreso en España en materia de políticas de asistencia a las víctimas de terrorismo, que son competencia del Ministerio del Interior, pero ha reconocido que puede no haber sido “suficiente”. “Yo, cuando escucho voces de víctimas que no se sienten acompañadas y que dicen que se ha hecho poco, lo primero que pienso es que hay que aceptarlo, no cuestionarlo, y hacer todo lo posible por intentar revertirlo”, ha manifestado.