El día que se levantan los peajes de las principales autopistas de Catalunya, la Generalitat ha activado el impuesto a las emisiones de CO2 para el parque de vehículos de la comunidad. Más de 2,2 millones de coches, furgonetas y ciclomotores deberán abonar este año este pionero gravamen en España. Desde este lunes, la Agencia Tributaria de Catalunya ha activado el padrón definitivo para que los contribuyentes puedan consultar la cuota a pagar y comiencen a abonarla.
El impuesto, aprobado por el Parlament en 2017, entra finalmente en vigor y supondrá una recaudación para las arcas de la Generalitat de 67 millones de euros, que se prevén reinvertir en los fondos contra la emergencia climática y para preservación del patrimonio natural. “El objetivo es invertirlo en acciones de mejora del entorno y del transporte público, fomentar las energías renovables y los vehículos limpios”, exponen en un comunicado desde el Departamento de Economía del Govern.
Desde este mismo lunes, los titulares de los vehículos afectados pueden acceder a la web del padrón y proceder al pago, aunque se espera que el grueso de los contribuyentes lo abonen a partir de octubre, cuando se enviarán las notificaciones a los hogares. Con los datos del ejercicio de 2020, quedan sujetos al impuesto 1,6 millones de personas y 2,2 millones de vehículos, que deberán pagar en función de su volumen de emisiones de CO2. Se estima que en los turismos, por ejemplo, la horquilla será de entre 6 y 60 euros al año.
Estarán obligados a tributar tanto los titulares de coches que tengan residencia fiscal en Catalunya como los que cuenten solo con locales o oficinas en la comunidad con vehículos asociados. Los que quedan exentos son los vehículos 100% eléctricos, los ciclomotores, los camiones, los autocares, cualquiera que esté autorizado para el transporte más de nueve personas y los coches históricos o clásicos.